Una característica relevante de la producción sobre la vida social en la última década es el creciente interés que han tenido los físicos en estos temas.
Un breve ejercicio de cuantificación
Para examinar esta idea podemos hacer breves revisiones de la cantidad de literatura escrita desde las ciencias físicas sobre temas de ciencia social. A continuación presentamos los resultados de dos de ellas.
Primero buscaremos en Arxiv.org, un repositorio online de papers que se ha convertido en un espacio de alta importancia para diseminar investigación antes de ser publicada, y que es muy usada por esta comunidad.
Presencia de Papers en temáticas sociales en Arxiv.org 2011-2013
Palabras claves |
Número de papers usando palabras claves en el Título |
Número de papers usando palabras claves en el Abstract |
Social |
553
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(más de 1.000)
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Social Networks |
281
|
961
|
Social Dynamics |
58
|
400
|
Social Analysis |
25
|
380
|
Sociology |
6
|
61
|
Una segunda exploración es en lo relativo a publicación de papers en revistas. Para ello usaremos datos de Thomson Reuters (Web of Science) para artículos usando las mismas búsquedas de la tabla anterior lo que nos permite encontrarnos con los siguientes datos. Aprovechamos además que este recurso nos permite observar el número de citas que estos artículos han producido.
Presencia de Papers en temáticas sociales en revistas de física 2011-2013
Palabras claves |
Número de papers para ese topic
|
Número de citas
|
Social |
590
|
1.089
|
Social Networks |
406
|
821
|
Social Dynamics |
325
|
654
|
Social Analysis |
138
|
218
|
Sociology |
10
|
15
|
Las búsqueda tuvieron la siguiente estructura: ((TS=social AND TS=networks AND SU=PHYSICS)) AND Document Types=(Article) . Timespan=2011-01-01 – 2013-05-15. Databases=SCI-EXPANDED.
Esta revisión claramente ha sólo sido una exploración preliminar, pero creemos que muestra que efectivamente estamos ante una literatura emergente y que en algunas temáticas –redes sociales y dinámicas sociales- ha adquirido mayor importancia (en términos de publicaciones y citas).
Esta irrupción se ha desarrollado por más tiempo en redes sociales, por lo que puede ser de interés observar la dinámica que se observó en ella. Freeman, al revisar este proceso, (2011) plantea los siguientes hechos básicos: Primero, que los físicos se incorporaron al tema sin conexión con la literatura sociológica, ‘reinventando’ la rueda en varios casos. Segundo, que a pesar de lo anterior efectivamente su ingreso trajo una revolución, tanto en el sentido cuantitativo sino en muchos aportes que eran genuinamente nuevos. Tercero, que la reacción inicial de la sociología fue de rechazo al hecho que los físicos se incorporaran al tema sin tomar en cuenta los aportes de la ciencia social, algo que también hizo notar Bonacich al revisar esa literatura (Bonacich, 2004). Cuarto, que posteriormente al rechazo e incomprensión inicial, se ha dado un proceso de rapprochement entre ambos campos –con invitaciones a Conferencias de la otra disciplina y publicaciones cruzadas; o revisiones de esa literatura para beneficio de sociólogos (Crossley, 2008).
Si bien algunos de los elementos de conflicto son, quizás, de no demasiada importancia –reclamar porque otras disciplinas entran en el propio campo es natural como primera reacción- hay otros elementos que son más relevantes. Al fin y al cabo, que en un área donde existían puntos de contacto, y donde ya existía una cierta relevancia del formalismo matemático, ocurriera que la incorporación de los físicos trajera cambios importantes al campo es indicativo. Sus preocupaciones y modos de análisis son lo suficientemente distintos que, incluso tras decenas de años de trabajo en las ciencias sociales sobre un tema en particular, como el del mundo pequeño, la primera incorporación de físicos al tema (Watts & Strogatz, 1998) implicara un aporte importante.
La lógica de la investigación física al abordar el mundo social
Por lo tanto, más allá de la irrupción cuantitativa, es interesante observar las características (y diferencias) que ocurren cuando la comunidad física se introduce en estas temáticas.
Un examen más atento de los primeros textos de incorporación –el modelo de Watts del mundo pequeño (Watts, 1999; Watts & Strogatz, 1998) y la idea de Barabási (2002) sobre redes libres de escala (scale-free networks)- puede ser de interés. Ambos textos, contra Freeman (2011), de hecho en sus antecedentes presentan literatura de ciencias sociales (Watts, 1999, p 12-23; Barabási, 2002, p 25-44). En ambos casos, y esto se repite en otros textos de física, el análisis está más centrado en textos clásicos –el experimento de Millgram sobre los seis grados de separación y el artículo de Granovetter sobre The Strength of Weak Ties– que en más recientes, pero de hecho al menos Watts no reduce sus citas a esos textos y el libro de Barabási es más de divulgación y menos técnico.
Sin embargo, más allá de ese reconocimiento, es cierto que sus marcos conceptuales y analíticos poco deben a las ciencias sociales. En ambos casos uno puede plantear que los textos observan que la sociología ha descubierto quizás un tema interesante (por ejemplo, puentes entre grupos en Granovetter) pero no una teoría o modelos que permita comprender ese tema. Así, por ejemplo, ¿cómo se generan este tipo de estructuras de red? ¿Qué consecuencias tienen esas estructuras para entender diversas dinámicas? Que son precisamente a lo que ambos textos se abocan: generar modelos formales para describir y explicar estas estructuras y exploraciones de sus consecuencias (por ejemplo como estas ideas afectan nuestra comprensión de las dinámicas de dispersión de enfermedades Watts, 1999, p 165-180; Barabási, 2002, p 131-142). Es esta preocupación por las dinámicas lo que plantea la revolución que Freeman (2011) indicaba, y algo manifiestamente ausente en el manual de análisis de redes sociales más clásico, el de Wasserman y Faust (1994).
En algunas reseñas más recientes de la literatura física sobre la vida social se sigue observando esta misma tendencia. Un texto de Castellano y otros (2009) que revisa la literatura de física estadística sobre dinámicas sociales plantea que:
In social phenomena the basic constituents are not particles but humans and every individual interacts with a limited number of peers, usually negligible compared to the total number of people in the system. In spite of that, human societies are characterized by stunning global regularities. There are transitions from disorder to order, like the spontaneous formation of a common language/culture or the emergence of consensus about a specific issue. There are examples of scaling and universality. These macroscopic phenomena naturally call for a statistical physics approach to social behavior, i.e., the attempt to understand regularities at large scale as collective effects of the interaction among single individuals, considered as relatively simple entities (Castellano et al., 2009, p. 591)
La idea general entonces es establecer algunas variables que sinteticen el comportamiento de un sistema, cuyas dinámicas dependen de interacciones sociales. Los modelos simplifican y abstraen, y en ello pierden realismo, pero ganan en universalidad (y de hecho varios modelos pueden aplicarse a redes biológicas o de otro tipo) y buscando que los sistemas modelados al menos den cuenta de algunos atributos básicos.
Al mismo tiempo la relación entre modelos y datos es central. Aquí uno puede observar un manifiesto al respecto, publicado de manera significativa en la revista Science y elaborado por sociólogos, físicos y otros investigadores, titulado Life in the Nework: the coming age of computational social science (Lazer et al., 2009) que plantea todos los posibles beneficios que la recolección de una gran cantidad de datos (sobre uso de redes sociales en Internet, sobre uso de teléfonos celulares y otros) para las ciencias sociales. De hecho, la disponibilidad de datos es algo que esta literatura observa como diferenciadora y específica a sí misma en relación a otras aproximaciones sobre sistemas complejos: This data inspired methodology is an important shift compared with earlier takes on complex systems. Indeed, in a survey of the ten most influential papers in complexity, it will be difficult to find one that builds directly on experimental data. In contrast, among the ten most cited papers in network theory, you will be hard pressed to find one that does not directly rely on empirical evidence’ (Barabási, 2012, p. 15). Más aún, se observa que es la primera vez que se puede tener una aproximación científica sobre estas dinámicas porque por primera vez tendríamos una gran cantidad de datos sobre esas dinámicas (los datos de llamados telefónicos son datos de comportamiento real de interacción en última instancia).
La formalización de la dinámica de las interacciones es el eje de toda esta literatura. Y estas aproximaciones se usan incluso en ámbitos que un sociólogo pudiera pensar requieren metodologías puramente cualitativas –como por ejemplo, dinámicas de lenguaje o de cambio cultural.
¿Cuál es la relevancia de esta incorporación de la física?
Así podemos observar que cuando las ciencias físicas se empiezan a preguntar por lo social lo hacen usando su propia lógica y costumbres, muy alejadas de las de las ciencias sociales. La física ha realizado muchos cambios internos, pero la idea que se entiende un fenómeno cuando logro tener un modelo dinámico formal, que las pérdidas de ese modelamiento son inferiores a la ganancia en comprensión producto de esa modelación, que trabajar en términos de que interacciones hay entre los elementos y de ahí construir los resultados del sistema es una forma adecuada de investigar, siguen siendo centrales. Es una comunidad que sigue manteniendo que para analizar cómo las dinámicas generales se van construyendo lo que tengo que hacer es partir de las dinámicas de los componentes del sistema sigue siendo el principio operador.
Plantear que los temas asociados con la emergencia o la complejidad implica un nuevo paradigma en las ciencias que supera la vieja visión de las ciencias, o que una aproximación centrada en las redes y relaciones también abandona pretensiones de una ciencia explicativa (ver el resumen de Orchard, 2011, al respecto) no deja de ser extraño para una comunidad cuyas herramientas concretas para trabajar estos temas no ha implicado esos cambios.
En última instancia, uno podría plantear que los físicos nunca han estado muy alejados de lo que decía Ernest Rutheford, ‘all science is either physics or stamp collecting’. El hecho que los físicos se estén introduciendo a estudiar procesos sociales implica un reconocimiento que los procesos sociales pueden estudiarse científicamente, y al mismo tiempo plantear que ese conocimiento no existe en la actualidad (o a lo más sería filatelia). Lo cual implica, a su vez, pensar que los ‘problemas’ con las ciencias sociales no están en su objeto de estudio, sino entre quienes lo estudian.
La anterior coyuntura representa un desafío relevante para la sociología: La aparición del interés de una disciplina, que tradicionalmente se percibe a sí misma como la reina de las ciencias y que claramente tiene mayor seguridad en sí misma y mayor prestigio general, en los temas de la sociología –que no evalúa positivamente el esfuerzo intelectual del campo-, no deja de ser relevante en términos de los usos y relevancia intelectual del campo.
Cómo la sociología se relaciona con esta mirada afectará de manera relevante las dinámicas del campo en el futuro. Lo que habría que evitar es la reacción simplemente defensiva o la de no tomar en cuenta estos cambios.
Ahora bien, una falta de respuesta de la Sociología frente a estos desafíos probablemente no tenga muchas consecuencias para la práctica y operación de la disciplina, para la profesión de sociólogo. Sigue siendo cierto que las ciencias sociales son parte intrínseca del funcionamiento de las prácticas de las sociedades modernas (Ramos Zincke, 2012). Pase lo que pase, probablemente siga siendo útil realizar por ejemplo encuestas de opinión pública sobre política, o encuestas de empleo. En algún sentido, todo seguiría de manera normal.
No responder a ese desafío más bien puede tener consecuencias en términos de la sociología como labor intelectual. Los estudios realizados por los sociólogos pueden que sigan teniendo sentido o al menos sigan realizándose como parte de la rutina operacional de diversas organizaciones; pero la sociología como un campo que intenta comprender la vida social, y tiene tradiciones de pensamiento específicas si puede encontrarse en peligro. La relevancia intelectual de la sociología es lo que finalmente está en juego; y la sociología bien podría reducirse a un saber útil y práctico, una técnica de administración, pero desprovisto de cualquier interés para una comprensión de la realidad.
La falta de respuesta a la física de lo social bien podría condenar a la sociología a ser una contabilidad social.
En la elaboración de esta entrada se tuvieron en cuenta los siguientes textos
Referencias Bibliográficas
Barabási, A.-L. (2002). Linked. Cambridge, Mass: Perseus.
Barabási, A.-L. (2012). The network takeover. Nature Physics, 8(1), 14–16.
Bonacich, P. (2004). The Invasion of Physicists. Social Networks, 26, 285–288.
Castellano, C., Fortunato, S., & Loreto, V. (2009). Statistical physics of social dynamics. Reviews of Modern Physics, 81(2), 591–646.
Crossley, N. (2008). Small-World Networks, Complex Systems and Sociology. Sociology, 42(2), 261–277.
Freeman, L. (2004). The Development of Social Network Analysis: A Study in the Sociology of Science. Vancouver: Empirical Press.
Freeman, L. (2011). The Development of Social Network Analysis -with an Emphasis on Recent Events. In J. Scott & P. Carrington (Eds.), The SAGE Handbook of Social Network Analysis (pp. 26–39). Londres: Sage.
Lazer, D., Pentland, A., Adamic, L., Sinan, A., Barabási, A.-L., Brewer, D., Christakis, N., et al. (2009). Life in the Network: The coming age of Computational Social Science. Science, 323(5915), 721–723.
Orchard, M. (2011). El “movimiento descriptivo” en la sociología. VI Congreso Chileno de Sociología. Valparaíso.
Ramos Zincke, C. (2012) El ensamblaje de Ciencia Social y Sociedad. Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado
Wasserman, S., & Faust, K. (1994). Social Network Analysis. Methods and Applications. Cambridge: Cambridge University Press.
Watts, D. J. (1999). Small Worlds. Princeton, NJ: Princeton University Press.
Watts, D. J., & Strogatz, S. (1998). Collective dynamics of “small-world” networks. Nature, 393, 440–442.