Algún tiempo atrás escribí una entrada en defensa de Robert K. Merton. Una de las ideas centrales de ella es que una de las cosas que le falta a la sociología son un conjunto de buenas ideas que permitan investigar. El funcionalismo permitió hacer algo no tanto por los esquemas conceptuales generales, sino por la obra de Merton -que mostró, tema tras tema, lo fructífero que podía ser.
El título de esta entrada puede ser exagerado, de hecho probablemente lo es, pero tiene un poco la misma orientación. Granovetter es, entre los sociólogos actuales, uno de los que más se caracteriza no por tener una sola gran idea que cubra todo, sino por haber desarrollado varias ideas, cada una de las cuales ha permitido investigar e iluminar algo de la vida social. Tienen además una característica que, al menos a mí, me parece hermosa: Son en general ideas simples, precisamente argumentadas, que no son obvias (en particular, antes que las menciones) pero que una vez dichas resultan ser perfectamente sensibles, y además en general han resultado ser verdaderas (en general) o la menos útiles. Uno diría que si uno quisiera conocer todas las ideas válidas que ha tenido la sociología las siguientes debieran estar incluidas.
La fuerza de los lazos débiles. Tradicionalmente, de ‘sentido común’, pensamos que los lazos fuertes -donde uno le dedica más interés, tiempo, recursos- son los más importantes. El caso más claro siendo lazos familiares y de amistad. El argumento es que los lazos débiles más bien pueden resultar bastante útiles porque permiten adquirir información y recursos de nuevos y diferentes contactos. Los contactos fuertes suelen ser redundantes (mis amigos suelen estar asociados entre sí): Lo que uno sabe, una oportunidad laboral, lo saben todos, así que todos me entregan la misma información. Pero los lazos débiles no suelen estar conectados entre sí (mis conocidos no son conocidos entre sí, pertenecen a ‘diferentes círculos’), y por lo tanto me entregan información que no está asociada: Cada conocido es una puerta a diferentes ámbitos. Este tema Granovetter lo descubrió en su tesis de doctorado (Getting a Job) en la que encontró que, entre profesionales en la localidad que analizó, los lazos débiles eran bastante más útiles para encontrar más y mejores trabajos que los fuertes. Esto ha generado una gran cantidad de estudios, en los cuales la tesis se ha expandido, modificado, especificado etc. En general, la tesis ha soportado el examen empírico, por cierto no exactamente en la misma formulación inicial, pero sí implica una adquisición de conocimiento.
Incrustación (Embeddedness). El paper al cual se hace el link es uno de los más influyentes en la sociología económica en los últimos treinta años. En general, la idea es que es muy común en sociología y en ciencias sociales pensar en explicaciones basadas en un individuo aislado que decide ante sí: Ya sea en actores racionales o a través del homo sociologicus orientado por valores, en cada caso el individuo decide su acción basado en él mismo (sus preferencias, las normas que tiene etc.) sin referencia a las relaciones en las cuáles está ‘incrustado’. Pero este argumento defiende que el comportamiento depende del contexto: Depende de los lazos que las personas tienen -cuantos, de qué tipo, con quién etc-. Específicamente, el comportamiento económico depende en cómo las relaciones ‘económicas’ están incrustadas en otros lazos y dependen y los usan. Para entender el argumento, hay que pensar lo anterior no en términos de un contexto genérico, sino en términos de relaciones concretas y reales: Te comportas de tal forma con este actor específico porque tienes una relación de tal tipo, mientras que te comportas de tal otra forma con este otro actor porque tienes una relación de otro tipo, y en cada caso esto dependiendo a su vez del conjunto de relaciones en las cuales están involucrados.
Modelos de Umbrales. La acción colectiva ha recibido una gran atención en las últimas décadas. La idea de Granovetter es que para entenderlas puede ser útil fijarse en las variaciones entre las personas (en sus preferencias, creencias etc.). Así, participar en una acción colectiva tiene costos asociados (desde que puedes ser castigado al simple tiempo que tienes que dedicarle), pero las personas tendrán distintos niveles de costos frente a los cuales están dispuestos a participar. Ahora, una cosa interesante es que el costo de participar varía con el número de personas participando (por ejemplo, mientras más personas participan, menor probabilidad de ser castigado), luego pueden analizarse varias dinámicas de cómo se va generando y desarrollando la acción colectiva a través de esas variaciones: Por ejemplo, un pequeño grupo que ‘inicia’ (porque su umbral es muy bajo), que hace que personas con umbrales algo más altos participe (porque ya hay suficientes que bajo el costo para que ella participara), y eso puede convertirse en un proceso-autosustentable o no, u otras posibilidades.
Cada una de estas ideas, como dijimos al inicio, ha generado muchas investigaciones y nos ha permitido comprender mejor la vida social. Es, entonces, del tipo de ideas que bien la sociología podría tener más.