La revisión de pruebas es la tarea más ingrata de dedicarse a hacer clases. Ahora bien, sólo tiene una característica redentora: permite darse cuenta de algunas peculiaridades del sentido común sociológico. Que es lo que procederemos a comentar ahora.
En la última prueba de consumo, y dado que los alumnos tuvieron que responder una pregunta sobre Becker (*), resulto notorio que fuera extremadamente común declarar que para que una acción sea racional debe ser sin error. Y no error de juicio (no sacar las consecuencias válidas del conocimiento dado) sino error de conocimiento (no tener todo el conocimiento).
Ahora, ¿por qué resulta tan común una mirada tan tradicional sobre la racionalidad? Pensemos que, por ejemplo, en lo que concierne a todas las disciplinas que analizan el conocimiento, la idea que la racionalidad tenga algo que ver con estar en lo correcto (encontrar la verdad) ha sido abandonada desde hace mucho tiempo. Digamos, desde Popper al menos que eso ya no es mantenido. Porque, entonces ¿insistir en ello para la acción?
De hecho, ni siquiera en economía -que tiene una de las nociones más restringidas y limitadas de racionalidad posible- se usa tal equiparación. O al menos, lo que se requiere es no tener error de juicio. Pero exigir que sin tener todo el conocimiento no se puede tener acción racional implicaría que, por definición, no se puede tener acción racional en situaciones de incertidumbre -que no tiene sentido a decir verdad..
Al final, me imagino, el mantener esa equiparidad tiene una explicación sencilla: Si mantenemos que para que una acción sea racional tiene que cumplir unos requisitos imposibles, entonces podemos desechar toda esa línea de explicación de manera muy sencilla.
(*) ¿Por qué pasar a Becker en un curso de sociología de consumo? La razón ilegítima es que a mí me parece interesante. La razón legítima es que, al fin y al cabo, nunca esta de más conocer al ‘enemigo’ por así decirlo.
(**) 100 entradas. Para algo más de un año y medio. Hmm, el ritmo inicial no fue muy rápido, pero bueno -hay cosas peores.