Una vez como tragedia y la otra como farsa. A propósito de la elección de Trump

Estados Unidos acaba de elegir como presidente a alguien cuya retórica y promesas de campaña son fascistas. Hemos abusado tanto del epíteto que ha terminado de perder todo sentido, pero en este caso resulta literal y precisa. Una campaña basada en posturas autoritarias, en la hostilidad al inmigrante, en una retórica …