Usando la Casen, a veces resulta útil recordarlo, se puede analizar la evolución de diversos asuntos en nuestra sociedad. En particular, y es lo que haremos en esta entrada, observar cómo ha evolucionado la estructura laboral de Chile. ¿Qué porcentajes de vendedores? ¿De técnicos? ¿De personal no calificado? Los resultados son muy instructivos para determinar, si se quiere, el ‘nivel de desarrollo’ de Chile.
Tipo Oficio | 2000 | 2003 | 2006 | 2009 | 2011 |
Gerentes, Ejecutivos | 6,7 | 6,3 | 4,5 | 2,7 | 5,1 |
Profesionales | 9,8 | 9,5 | 8,6 | 10,8 | 11,5 |
Técnicos (nivel medio) | 8,0 | 8,3 | 7,8 | 9,7 | 7,6 |
Empleados Oficina | 9,2 | 9,1 | 8,7 | 7,7 | 8,0 |
Vendedores | 14,2 | 13,7 | 15,4 | 17,6 | 15,7 |
Trabajadores agricolas | 6,1 | 6,5 | 5,4 | 4,0 | 4,9 |
Oficiales, operarios y artesanos | 14,6 | 15,6 | 16,1 | 14,0 | 13,9 |
Operadores y Montadores de Maquinaria | 9,3 | 9,3 | 9,6 | 9,2 | 8,9 |
Trabajadores no calificados | 21,6 | 21,0 | 23,2 | 23,7 | 24,7 |
Total | 100 | 100 | 100 | 100 | 100 |
Lo que quizás es más notorio es que la categoría más común durante todo el período, y de hecho ha incluso aumentado, es la de trabajadores no calificados: No ha bajado del 20% y el 2011 incluso llega a un 25%. En otras palabras, uno de cada cuatro o cinco empleos es de baja calificación. La idea de un país que se acerca al desarrollo, tan querida en ciertos círculos, no parece muy compatible con esa estructura de trabajos.
Por otro lado, los empleos de alta calificación (si incluimos en ellos las tres primeras columnas) ha oscilado en torno al 24% en toda la serie desde el 2000 hasta el 2011. Lo cual nos dice que de hecho no hay mayor movimiento, aunque hay un ligero y sostenido aumento de la categoría de empleos profesionales. O sea, por cada empleo de alta calificación hay un empleo de ninguna calificación. Mas aún, ello se logra sólo considerando como alta calificación los empleos técnicos (que se podría defender son de mediana calificación), y habría que recordar que bajo gerentes y ejecutivos se incluyen los dueños de negocio, que en Chile incluyen muchos dueños de pequeñas empresas (los que también se podría defender son del mismo tenor). En todo caso, dado que en la actualidad cerca del 40% de los jóvenes en la edad correspondiente tienen estudios de educación superior, ¿da cabida esa estructura de empleos a esa estructura de niveles de educación?
Dentro de la variopinta gama de empleos de calificación media -o sea todos aquellos que requiere algún nivel de capacitación aunque no necesariamente títulos formales- se puede observar que siempre han estado cerca del 50%. Hay ciertas variaciones internas (disminuyen algo los empleados de oficina, aumentan los vendedores etc.), pero la impresión sigue siendo más bien la de estabilidad.
En general, entonces, los datos nos muestran algo muy claro: La estructura laboral en Chile tiene un alto peso de empleos de baja calificación. Lo que implica ello en términos, por ejemplo, de productividad y de potencial de crecimiento, finalmente para el por algunos soñado salto al desarrollo, debiera ser relativamente claro.
NOTA. Dentro de las categorías laborales, ¿donde se concentra el empleo de menor calificación? Obviamente en empleadores es bajo y en trabajo doméstico extremadamente alto. Pero comparando las otras categorías, donde la relación no es tan clara, aparece un orden claro: Usando cifras del 2011 aparece que en asalariados públicos son un 15,5%, en trabajadores por cuenta propia un 16,7% y en asalariados privados un 24,3% son trabajadores de empleos sin calificación. El resultado es lo bastante decidor para que sea necesario comentarlo