A propósito del Congreso de Sociología en Talca

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Habiendo finalizado la semana pasada algunos comentarios. Esta vez (al revés que en el caso del Congreso de la Serena) hará más bien algunas consideraciones sobre la organización más que en torno al contenido (la mayoría de las cosas dichas para la Serena siguen siendo válidas).

Partamos por lo bueno en términos organizativos del Congreso. Bastante bien los invitados internacionales de las charlas magistrales. La idea de los recorridos también creo que era interesante, y parte del esfuerzo de los organizadores del Congreso por conectar a éste con la ciudad.  En lo que respecta a los temas que no salieron tan bien: Creo que no fue buena idea hacer los paneles al mismo tiempo que los grupos de trabajo. Dos motivos. Al estar buena parte de los investigadores en discusiones de los GT entonces hay menos público para los paneles. El segundo es que permite ocupar el tiempo entre que finalizan las sesiones de los GT y el inicio de las charlas. El tema de los espacios vacíos también afecta otras iniciativas. Así el martes 11 aparte del recorrido a mediodía y la charla inaugural en la tarde no había otras actividades, lo que afectó creo cuantas personas participaron.

Lo otro dice relación con la organización de los grupos de trabajo. No sé si se debió dar más espacio para los mesas (ocupar el viernes en la tarde o incluso el propio martes) pero en diversas ocasiones me pasó que demasiadas personas exponían en un mismo bloque (en una ocasión en principio estaban contemplados seis, como nunca van todos no se llegó a la crisis total, pero es un ejemplo). Si tomamos en cuenta que un bloque básicamente son alrededor de 80 minutos, con 3 expositores (cada uno tomando 20 minutos) y 20 minutos de discusión se cierra. De hecho, creo que 4 expositores es el máximo posible.

Ahora, por cierto de todas formas ello requiere más disciplina por parte de los expositores. Buena parte de ellos parecía que pensó la exposición como si tuviera toda el tiempo. No fue raro que los moderadores indicaran que faltaban 5 minutos de exposición y la persona recién había salido de la introducción. Me imagino que como en muchos casos la ponencia resume un largo trabajo está la tentación de decir todo y de mostrar todo el trabajo -pero es una tentación que no funciona. Hay que pensar en lo que puede ser de interés para la audiencia -las ideas y tesis principales, y los principales datos y argumentos que la respaldan. Y eso. Si hay temas que no quedan claros, la audiencia preguntará, pero me tocó largas presentaciones de marcos teóricos y de autores en casos en que bastaba con poner la pregunta central y pasar a los resultados. Hay un ejercicio que he visto en ocasiones sobre decir tu tesis de doctorado en 2 o 3 minutos -si ello es posible, es posible decir tu investigación en 10 o 15 minutos.

Lo cual lleva a las decisiones de los organizadores de los GT. Para que las cosas funcionen se requiere que efectivamente ellos impongan los tiempos. Me ocurrió en un caso en que un GT iba con un bloque entero de atraso. Si recordamos que no pocas personas exponen en varios GT eso no puede suceder. Si me hubiera tocado exponer en otro GT luego del que tenía atraso, me hubiera resultado imposible. En particular, es importante esto porque los atrasos se acumulan (15 o 20 minutos de atraso no suena tanto, pero cuando se va acumulando a lo largo de varios bloques…)

En lo que concierne a las discusiones, me tocaron dos formas de enfrentarse a ello: Armar la discusión por mesa, o sea presentan los expositores de ese bloque y se concentran las discusiones al final y en conjunto. La segunda fue organizar por ponente, haciendo las preguntas inmediatamente después de la exposición. Es cierto que la segunda forma es mejor para el ponente, que recibe preguntas ‘frescas’, pero los grupos que la eligieron estuvieron entre los que más se atrasaron. Y dado que organizar por mesa también puede generar buenas discusiones la ventaja no es tan alta en comparación con la desventaja.

Y con ello finalizamos los comentarios organizativos. Y si bien uno ya sabe que estas disquisiciones no tienen muchos efectos, de todas formas hay que cumplir con los deberes disciplinares.

La situación de los Sociólogos en Chile. Reflexiones a partir del 8º Congreso

En la entrada anterior describí un poco mi experiencia en el Congreso -los grupos y paneles a los que asistí. La idea ahora es dar algunas reflexiones a partir de esa experiencia -y de conversaciones sostenidas con otros asistentes.

Lo primero es que no deja de ser notorio el hecho que a los sociólogos siempre les extrañan las cosas más básicas del orden social. Lo que por un lado, uno puede decir, es algo necesario para investigarlo de buena forma: el que no parezca natural. Pero a veces es el mismo hecho que hay órdenes sociales, y que ellos tienen normas por ejemplo, lo que resulta extraño. Entonces se dice que la sociología nos limita -en particular, porque a través de ella se imponen exigencias metodológicas. Pero, ¿cómo podría una práctica que está algo instalada no imponerlas? Podría cambiar, e imponer así otras, pero reclamar porque la sociología opera como una práctica -y a través de ella se producen los mismos procesos sociales que en otras situaciones, no deja de ser extraño.

Lo segundo es que me llama la atención las repetidas veces que uno escucha que la sociología no está involucrada con la sociedad. Y eso me parece un espejismo de la academia. En una mesa se dijo que, por ejemplo, en relación al incendio en Valparaíso, los estudiantes (y varios profesores) se encontraban algo anonadados con el hecho que sólo se podía ofrecer una encuesta -como el paradigma de la no intervención. Pero de verdad, quién podría de verdad creer que una encuesta, o cualquier operación de investigación, no son claras intervenciones en la vida social. Y que ellas son parte integrante de la operación de muchas prácticas. Cómo varias investigaciones lo han puesto en claro (y algunas de ellas en nuestro propio país) las investigaciones sociales son elementos integrados en diversas prácticas de gobierno o de mercado. Claro, no es una intervención producida desde la Sociología, y quizás no es una intervención deseada; pero que la Sociología es un oficio con claras repercusiones prácticas, de hecho lo es.

El tercer tema es la tentación de acusar cualquier cosa de neoliberalismo. Los sociólogos parecen no poder referirse a cualquier mención, o defensa, del esfuerzo personal (o de cualquier idea de responsabilidad individual) sin denostarlo como parte de la detestable reproducción del modelo. Al mismo tiempo se propone la agencia como un elemento esencial de la vida social. Al parecer sólo cuando la agencia es colectiva puede ser vista de forma positiva por la Sociología. Pero no deja de resultarme algo extraño.

A este respecto es bueno recordar, y esto es algo que Cristián Bellei mencionó en la conferencia final del Congreso, es cierto que hay miles de limitaciones puestas por las estructuras, pero también algo existe de capacidad en los espacios micro para hacer distinto las cosas. Y eso requiere, finalmente, confiar algo en que hay algo más que la mera determinación estructural.

En cuarto lugar, la sociología es temáticamente dispera y metodológica y teóricamente plural, pero sus preocupaciones son bastante constantes. La desigualdad y el poder son elementos que cruzan paneles, grupos temáticos, lo que sea. Siempre están ahí. De alguna forma, a veces la disciplina es algo más unificada de lo que pensamos.

Lo último es un comentario al hecho mismo del Congreso. Al hecho mismo de lo grande del Congreso: muchas ponencias, mesas, sociólogos de múltiples universidades, y de múltiples ciudades a lo largo del país. Hace 20 o 30 años un Congreso de Sociología era un espacio ocupado por pocas instituciones y por algunos próceres bastante conocidos, ahora es un espacio múltiple. Y eso habla bien finalmente de la situación de la Sociología. Tenemos una impresión de una disciplina sobreviviente, y Milton Vidal nos recordó que el jueves 23 de Octubre fueron identificados del sociólogo Claudio Jimeno detenido el 11 de Septiembre de 1973, por lo cual esa impresión no es una equivocada.

Pero creo, eso sí, que ya hemos alcanzado un espacio y una vitalidad relevantes. Y aunque en el Congreso de Sociología no está toda la sociología chilena, sí está la suficiente, y yo diría que más bien problema de quienes se restan a estos esfuerzos.

Impresiones del 8º Congreso de Sociología en La Serena

Habiendo llegado recién del Congreso de Sociología será interesante declarar algunas de las impresiones de lo que pude ver del Congreso. Por cierto, sólo comentó las ponencias que a mí me resultaron interesantes –hay varias que, siendo buenas en sí mismas, a mí no me llamaron la atención.

Miércoles 22 de Octubre.

Las primeras sesiones que asistí fueron del GT 25 de Trabajo. El estudio de Pamela Caro sobre trabajadores migrantes en dos valles vitivinícolas (uno en Mendoza y Casablanca) mostró como dos situaciones que pueden parecer similares (trabajadores migrantes precarios) en realidad son muy distintos. En el valle de Mendoza tenemos inmigración internacional de familias, que se mueven itinerantemente de valle en valle; en Casablanca tenemos inmigración nacional más bien individual, y las personas tienden a quedarse en Casablanca.

Luego fui al Panel organizado por el COES sobre redes sociales y cohesión –que fue uno de los puntos altos del Congreso creo. Expuso Gabriel Otero de la UDP mostrando los conceptos fundamentales de teoría de redes. Luego Oscar Vásquez del DII de la U de Santiago mostrando sus intentos de formalizar los experimentos de grados de separación de Milgram, usando nociones de esfuerzo y de incentivo, y elementos de la teoría de agente-principal. Se veía interesante –aunque no sé cuanto entendieran quienes no conocen del tema, no tanto por las matemáticas sino por la falta de contexto del problema. Luego Felipe Link de la PUC que mostró un estudio muy bien hecho sobre redes personales en sectores populares del Gran Santiago. Todo en la presentación estuvo perfecto creo. El resultado es uno que ya ha aparecido en otros estudios, mostrando que las redes de sectores populares son muy densas y locales, pero con poca ‘salida’ a la ciudad como tal. Refuerza, profundiza y hace avanzar nuestro conocimiento al respecto. Finalmente Alfredo Joignant habló del cierre del campo político, donde al parecer está desarrollando una aproximación más general a los distintos capitales sociales. Pero habrá que esperar al libro para evaluar mejor estas ideas.

Jueves 23 de Octubre

El día lo inicié en el GT 11 de Malestar. Aquí hay que decir que la discusión posterior a las exposiciones estuvo particularmente interesante. Valentina Olivares expuso una aproximación freudiana al tema del malestar, Carla Azócar de la U de Chile habló de la relación del malestar con la salud mental, y se expuso una investigación de la U de Concepción, donde en principio exponía Bernando Castro, pero finalmente expuso otra persona del equipo de investigación, sobre construcción de la desconfianza. La discusión se centro en cómo se relaciona el malestar con declaraciones de bienestar (tenemos señales, por ejemplo, de malestar individual en salud mental, ¿cómo ello se relaciona con el hecho que las personas declaran estar satisfechas? ¿Qué pasa ahí?); en la construcción política del malestar (uno de los asistentes, que es parte junto a Azócar del grupo de Mayol, habló de una expresión espasmódica del malestar, precisamente por cómo se organiza la subjetividad); y de la relación del Estado con el malestar (las personas ‘piden’ Estado, pero al mismo tiempo hay expresiones de rechazo a él). Una mañana productiva creo.

A medio día fui al GT 15 de Ciencia y Tecnología. Siendo una especialización relativamente nueva, hay que decir que este campo está bastante bien en Chile al parecer. No fui, pero me comentaron varias veces, a una exposición de Claudio Ramos sobre las redes y obra de Brunner, Moulián y Morandé que parece estuvo brillante –pero Ramos siempre trabaja bien hay que decirlo. El día jueves Gabriel Otero nos mostró dos ‘ideales’ de formas de trabajo sociológico que están en juego en la actualidad en la academia, y cómo ellos han ido variando: El paso del modo tradicional –quien escribe libros sobre la situación general del país y se relaciona con la política- a un modo profesional (no me gusta mucho usar esa palabra, pero bueno hay que usar una para describir al fenómeno) –de quien escribe papers ISI sobre temas específicos y ya sin relación con la política. Jorge Gibert nos mostró las redes de colaboración en dos disciplinas –Bioquímica y Ciencias de la Información- y sus variaciones (Bioquímica con redes más integradas y con núcleos de colaboración más grandes) y el impacto de esas variaciones en la productividad. Alejandro Espinoza mostró un estudio también de redes de colaboración pero en este caso en Astronomía en Chile. Los resultados era muy distintos de la ponencia anterior, pero creo que esto se debe en parte a la diferencia metodológica (Gibert examino redes de personas, Espinoza redes de papers). José Coloma expuso un estudio sobre redes de co-ocurrencia de palabras en la investigación de la UFRO para identificar áreas temáticas de investigación, más allá de lo disciplinar. Como la metodología me podría ser útil para algunas cosas que quiero hacer me pareció muy interesante. Carolina Pinto presentó un estudio de entrevistas sobre estudiantes de postgrado y nos enfatizó la continua relevancia de la homogamia universitaria (i.e hacen clases en la U X quienes estudiaron en dicha U).

Finalmente, fui al GT 24 de Sociología del Individuo. Aquí, siendo un grupo muy variopinto, me llamaron mucho la atención en particular dos estudios. El primero presentado por Karol Morales de la U Valpo sobre las formas en que desde la política pública se piensa a los beneficiarios. Primero que son vistos como trapecistas (pensé inicialmente que era un nombre que le puso el equipo investigador pero después mostraron que el nombre se usa efectivamente en los mismos documentos oficiales) –o sea quienes se pueden arriesgar y aprovechar oportunidades porque la política pública les entrega una malla de seguridad si fracasan en esos riesgos. Felipe Acuña expuso sobre subjetividad de profesores, y mostró una metodología muy interesante para poder hacer explícitas elementos que pueden estar menos elaborados (para lograr hacer visible lo inédito viable usando conceptos de Freire). El uso de metáforas, lo que él llamo temas generadores (que se refieren a cómo te aproximas a problemas que debes resolver), un estudio en fases (primero haces un focus más normal, luego presentas al grupo lo que resulta del focus para ir más allá de esas impresiones). Las ponencias no descritas no lo son porque no fueran de calidad (por ejemplo Oriana Bernasconi presentó un estudio sobre una incubadora de emprendedores muy bueno pero como el tema no me interesa tanto no profundizo en él).

Viernes 24 de Octubre

En la mañana fui al GT 12 de Metodología (donde expuse, pero obviamente no hablaré de mi exposición). Luego Emmanuelle Barozet (U de Chile) y Oscar McClure (U de Los Lagos) nos presentaron la metodología de juegos que han usado en el marco de sus estudios de desigualdad. Un juego de clasificación (a las personas se les presentan una serie de cartas donde hay personas concretas que deben agrupar, y como lo hacen en grupo además deben hacer jugar y validar sus criterios), un juego de personaje desconocido (orientado a descubrir que criterios usan las personas para identificar socialmente a las personas) y el juego del dictador (en que una persona distribuye pesos ficticios entre varios personajes que sirve para descubrir orientaciones sobre desigualdad). Muy interesante. Luego Salvador Vargas nos mostró como logró validar un indicador de desafección política usando LAPOP, y bueno, otra muestra más de cómo el trabajo metodológico es siempre complejo cuando uno se la toma en serio. Hector Mora de Temuco hizo una presentación sobre las retóricas científicas, y en particular sobre las retóricas de la objetividad: Cómo para presentar datos los investigadores muchas veces eligen (y sobreusan) una presentación objetivizante, que en realidad no da cuenta de lo que están haciendo. Algunos de los ejemplos –de cosas publicadas o presentadas- eran bien claros en las exageraciones del estilo objetivizante (unos gráficos bien horribles a decir verdad). Me gustó el grupo a decir verdad.

A media mañana fui al GT 5 de Emplazamientos a la Sociología (que en realidad, lo mencionaron los co-ordinadores del grupo ocupa un poco la posición de ‘varios’). Primero expuso Nicolás Sanhueza de la UAH sobre la teoría de la actor-red, lo que produjo un debate bien interesante sobre Latour (en todo caso, tengo la impresión que Bernasconi está creando escuela al respecto en la UAH). Luego Adela Bork de la U de Valparaíso sobre como nuestras prácticas de enseñanza y académicas disciplinan y cierran más que permitirnos estar abiertos a lo que sucede en la sociedad. Finalmente Felipe Rivera de la UCEN más que nada nos anunció un tema –el de Big Data, el que creo muy central para entender lo que se nos viene: Es efectivamente un emplazamiento, algo que hacen otros que pone en juego lo que la Sociologìa tiene que decir. Pero, como él mismo dijo, es el inicio de una reflexión.

Finalmente estuve en el GT 25 de Trabajo, porque también me tocaba exponer (y de nuevo no diré nada de mi exposición). Las dos ponencias de mayor interés, y las que generaron mayor debate fueron las siguientes: Maureen Berho de la UDP expuso sobre los seguros de cesantía y como afectan la subjetividad –que tuvo el siempre bienvenido hecho y actitud de decir, bueno una de nuestras hipótesis no funcionó, aunque al menos estás otras sí lo hicieron. En cualquier caso un estudio bien serio multinivel comparativo a nivel global. Alexander Páez de la Fundación Sol expuso sobre el endeudamiento y su relación con el mundo laboral. Básicamente la idea es que los niveles de endeudamiento no se explican por factores individuales (que son consumistas etc.) sino por el tema de bajos salarios (que en los últimos años no han seguido el aumento de la productividad) que hace que muchos no puedan enfrentar sus gastos cotidianos con sus sueldos y requieran el uso del crédito.

Y todo concluyó con una conferencia de Cristián Bellei sobre, finalmente, como se ejerce el oficio del sociólogo en Chile –que estuvo bien interesante a decir verdad. Pero como en realidad estas charlas finales no reflejan lo que sucede en el Congreso lo dejaremos fuera de nuestro reporte.