El Informe de la Comisión Internacional del Censo

Cómo la recomendación de la Comisión Internacional del Censo (disponible en esta dirección el informe completo) es muy distinta de la recomendación de la Comisión Nacional (disponible aquí) y que fue discutida en entrada en el blog en este link, en un caso se dice que los datos del censo 2012 se pueden usar y en otro se recomienda hacer un censo corto, no resultara banal comparar los análisis de las comisiones.

El análisis se puede dividir en los siguientes apartados:

Consideraciones que ambas comisiones coinciden.

Lo primero es que las dos comisiones coinciden en que las estimaciones realizadas en base a hogares no observados son inaceptables. Es la primera recomendación de la Comisión Internacional, página 59 y en el análisis se dice:

The imputation of housing units that were not observed in census field operations, and of then imputing households and persons to these imputed housing units, is not a generally recognized international practice. We find no mention of it in the United Nations Handbook on Population and Housing Census Editing (Informe Comisión Internacional, página 29)

Para un informe que está escrito en el estilo de funcionarios internacionales son palabras relativamente fuertes. En ese sentido, esa decisión -que es responsabilidad plena del anterior director del INE- ha quedado a firme como una decisión deplorable, y la salida del INE de la mencionada persona está plenamente justificada.

Lo segundo es que, aunque le da menos importancia y los desarrolla en mucho menor detalle, hay varias de las críticas que realizó la Comisión Nacional que se mantienen en la Comisión Internacional.

Por ejemplo en lo relativo a la ausencia de pre-test. El hecho que se realizara un cambio desde un censo de facto a uno de jure sin analizar mayormente las consecuencias de ese cambio fue uno de los puntos relevantes de la crítica de la Comisión Nacional y se repite en la Comisión Internacional. Esta dice:

Some aspects of field operations, such as the packing, delivery and return of census materials, are similar for de facto and de jure censuses. Other aspects, such as recruitment and training of the staff, field organization, monitoring and reporting during the enumeration are very different.
Implementation of a pilot census is a widely accepted practice and is internationally recommended (UN Principles and Recommendations paragraph 1.195). It is a main milestone to evaluate the quality of census operations (UN Principles and Recommendations paragraph 1.430).
A pilot census would have also supported to measure the level of participation and the response rate of the population, and the appropriate use of the concept of “usual resident” which characterize a de jure census (Informe página 21)

De hecho, en las recomendaciones para futuros censos se puede leer implícitamente varias críticas a la forma en que se realizó el censo por parte de la Comisión Internacional. Por ejemplo que el período de terreno no debiera superar 2 semanas (página 57) o que se de un tiempo relevante para planificar el Censo (página 60) no dejan de ser, finalmente, críticas.

Temas abordados en mayor profundidad por la Comisión Internacional

La Comisión Internacional dedica un largo espacio al procesamiento de datos para concluir que, en general, este no presenta problemas mayores (y fue uno de los pocos datos que aparece en el comunicado de prensa): Que

The report on the data capture prepared by INE indicates a data capture error rates of  0.14% for housing unit data and 0.29% for person data. These rates indicate good quality of data capture (Informe, página 58).

Ahora el caso es que eso no fue parte de los elementos de los cuales estaban centradas las dudas -sobre la calidad de las cédulas recibidas-. Que la Comisión Internacional, al revisar todas las etapas, registrara lo anterior es parte de su tarea; pero no deja de ser necesario puntualizar que la discusión del Censo verso sobre otros motivos.

Otro aspecto en que la Comisión Internacional pone más atención es en relación a las medidas correctivas que el INE ha desarrollado (o empezado a desarrollar) sobre el Censo, Y la conclusión en ambos casos es que se recomienda que ellas se detengan: Tanto la encuesta post-enumeración como la muestra de viviendas no entrevistadas. Es curioso, a decir verdad, que en ambos casos la Comisión es bastante crítica de las decisiones técnicas y metodológicas del INE. Por ejemplo, “INE developed the PCS estimation methodology which is not statistically defensible” (página 45 del Informe). No deja de ser curioso porque la misma institución que desarrolla estimaciones que no son defendibles sí parece ser capaz de realizar un censo aceptable sin por ejemplo tener una planificación adecuada (que es lo que dice la Comisión sobre el Censo 2012). Por decir lo menos, no es un informe que -de hecho- entregue mucha confianza sobre las decisiones del INE a este respecto.

Discrepancias entre comisiones.

Recordemos que aquí nos estamos centrando en el análisis no en las recomendaciones, por lo que no abordaremos la última discrepancia. En términos de análisis la discrepancia más importante dice relación con la tasa de omisión: La Comisión Nacional la estimó en un 9,3 usando estadísticas vitales.

La Comisión Internacional dice:

Demographic equation estimates of the total population of Chile as of the 2012 census may be made using vital registration numbers of births and deaths (it appears that international migration numbers may be too small to have an appreciable effect). Lacking the requisite evaluation of data quality, however, these estimates do not, based on international recommendations, provide a statistically sound basis for estimating 2012 census omission (Informe página 49)

La Comisión Internacional plantea que en general en Chile se estima que las estadísticas vitales son precisas y registran de manera exhaustiva los nacimientos y muertes. Pero que, en realidad, no hay un estudio que lo avale. Lo cual suena razonable.

Lo que quizás no es tan razonable son las conclusiones que sacan a partir de ello. Porque el problema es que la Comisión Internacional recomienda usar el censo sin tener evidencia alguna que el censo cumple con estándares de calidad, y el hecho que no sea posible calcular la omisión es ya un problema importante. Que el procesamiento de datos hecho muestre que las cédulas respondidas fueron trasladadas adecuadamente a las bases no implica que el Censo fue bien hecho cuando los problemas están puestos en otros elementos (sobre los cuales, de hecho, la Comisión Internacional no se pronuncia, como todos los problemas en el proceso de terreno que documentó la Comisión Nacional).

Más aún, como puro razonamiento técnico tiene debilidades. Porque el nivel de omisión que se calculo (9,3%) tiene consecuencias. La estimación es tan alta que para que ese calculo no indicara problemas en el censo (i.e que la omisión estuviera en estándares normales), las estadísticas vitales en Chile debieran ser extremadamente inexactas.  Una cosa es que no exista un estudio que establezca el nivel de validez de las estadísticas vitales, otra cosa es aceptar como posible una situación bajo la cual no tengan casi nula validez. En otras palabras hay que optar por dos posibilidades: (a) las estadísticas vitales están meridianamente bien hechas, y el registro de nacimientos y muertes opera razonablemente o (b) el Censo 2012 es plausiblemente válido. Pero no se pueden tener ambas cosas. De más está decir que en mi no muy comisionada opinión, la alternativa (a) me parece más probable.

En cualquier caso, uno observa una diferencia sustancial entre las comisiones en el estilo del análisis. Un caso específico puede observarse en lo relativo a la capacitación Así la Comisión Nacional desarrolla un análisis específico de las dificultades de capacitación, realizando una estimación del número de encuestadores no capacitados. La Comisión Internacional hace una observación similar, pero sintetizada al punto de ser casi críptica:

Even with 20% of staff planned as reserve, in some areas of the country many enumerators resigned during the enumeration period and some local census offices faced difficulties to replace them (Informe página 21)

Esa diferencia en el nivel de exhaustividad del análisis, y de la presentación de él, es recurrente a lo largo del informe de la Comisión Internacional.

En conclusión.

En última instancia, creo que las Comisiones tienen recomendaciones distintas porque sus criterios eran diferentes. El baremo de ‘la información es útil’ es más bajo que usar como criterio el ‘la información es válida’. La Comisión Internacional se centró en la primera pregunta, la Comisión Nacional en la segunda. Los antecedentes para decir que el Censo es válido son escasos y débiles; pero ello no obsta para que, con mucho cuidado, algo de utilidad tengan.

NOTA: Tengo la impresión, pero esto es puro mal juicio mío, que la diferencia es una de expectativas también. La Comisión Internacional no nos evalúo a nosotros con un baremo muy alto -‘de todas formas algo se puede usar’. No estoy seguro que  hubieran evaluado con la misma mano si hubieran encontrado estos problemas en un Censo de país desarrollado. Pero, claro, al fin y al cabo; un país desarrollado no llama a una Comisión Internacional para que le digan como se hace el Censo.

 

Las Encuestas tras la elección de Noviembre del 2013.

Mi idea de hacer una entrada sobre el temas de las (vilipendiadas) encuestas y los resultados de la elección del domingo 17 se facilitó enormemente por el hecho que Kenneth Bunker en TresQuintos.com, al evaluar los pronósticos de la elección (incluyendo el suyo) mostró algunos cuadros resumen de lo que sucedió con las encuestas.

El cuadro más relevante para analizar la situación de las encuestas es el tercero de la entrada que comentamos que es el siguiente:

Errores de encuestas en elección

El pronóstico de TresQuintos se basa en un modelo de agregación de los resultados de encuestas (usando un modelo bastante más complejo que un simple promedio en cualquier caso, se usa Bayes, simulaciones de MonteCarlo, se ajuste por varios parámetros etc.). Ahora, dado que usa las encuestas como insumo y no es un pronóstico independiente, no sirve para responder la pregunta de si las encuestas lo hicieron bien, que es lo que nos interesa aquí.

El dato ‘predicho’ por cada encuesta corresponde al porcentaje de preferencia por candidato sobre el total de preferencias declaradas en esa encuesta, que es equivalente a cómo funciona el sistema electoral: En el que sólo se cuentan los votos válidamente emitidos para calcular porcentajes (En ese sentido, el valor CEP de Bachelet es de un 60% por ejemplo). Se puede discutir si esto es o no adecuado, pero dado que replica cómo funciona el sistema no parece ser completamente inadecuado.

Más allá de los preliminares, podemos observar que la situación no es tan compleja como pudiera parecer a primera vista. Conecta se mantiene dentro o cerca del margen de error en todos los casos, Opina y La Segunda tienen errores relevantes en un candidato (Bachelet y Matthei respectivamente). Por otro lado, las encuestadoras grandes sí tienen diferencias importantes -CEP e Ipsos. Ahora bien, dado que hay una diferencia entre la fecha de las encuestas y la fecha de la elección, una diferencia de resultados es esperable porque entre medio bien puede cambiar la realidad (i.e que a la fecha de la encuesta la diferencia con el valor real era menor, y que los altos valores de diferencia sean además producto de una diferencia en la realidad). En otras palabras, los resultados no quieren decir necesariamente que CEP estuviera equivocado en la encuesta de Octubre.

Lo que sí quieren decir es que (a) efectivamente resulta posible tener buenos estimadores de una elección bajo voto voluntario y que (b) queda todavía harto trabajo que hacer para disminuir los errores. Pero esto requiere hacer investigación metodológica, en por ejemplo ¿que tipo de preguntas son adecuadas para filtrar votantes? Dado que las distintas encuestas no hicieron las mismas preguntas para ello bien serviría para evaluar cual funciona mejor -aunque, claro está, requeriría que los cuestionarios fueran públicos, lo que no siempre ocurre, pero parece ser -si queremos mejorar las estimaciones- necesario.

Finalmente, un excurso: Un modelo de agregación bien hecho debe dar menores errores que cada encuesta en particular. Recordemos que cada encuesta extrae una muestra de todas las muestras posibles, y que si no hay sesgo y son aleatorias el promedio de la distribución de todas las muestras es equivalente al promedio del universo. Ahora bien, agregar es análogo a extraer más muestras de esa distribución y por lo tanto a acercarse al promedio del universo. Lo anterior, por cierto, que simplifica mucho del trabajo de un modelo agregado (en que hay que corregir por los sesgos, tomar en cuenta varios parámetros, y por cierto no es exacto decir que son varias muestras del mismo universo); pero nos explica la utilidad y relevancia de ese trabajo: Si se construye un buen modelo, entonces tenemos una alta probabilidad de tener un mejor pronóstico que el que entrega cada encuesta por separado, que es lo que interesa finalmente.

La derecha perdió la elección de Noviembre del 2013.

Usualmente no comento política en este blog, pero dado las cosas que he leído entre comentarios en medios y en redes sociales, supongo que no estará de más recordar algunas cosas:

  • La votación presidencial de la derecha es la peor desde 1993. De hecho, Matthei tuvo menos votos que Alessandri Besa, aun cuando su porcentaje es levemente superior. E incluso sumando Matthei con Parisi se logra un porcentaje que es el peor desde 1993.
  • La situación de las parlamentarias es incluso más clara: Pasó de tener un 45% el 2009 a un 36% en diputados, paso de 58 a 48 diputados, y perdió cerca de 600 mil votos. En cualquier parte esto sería señal de derrota clara y debieran rodar cabezas en las dirigencias. De hecho la posibilidad de defender las leyes orgánicas depende de un hilo (a la Nueva Mayoría le falta 1 o 2 votos por cámara para hacerlo, y por primera vez desde 1989 ello no requiere negociar con la derecha).

Más aún, el hecho que exista una segunda vuelta sólo se debe a la votación de las candidaturas de izquierda fuera de Nueva Mayoría (si se suma MEO, Claude, Sfeir y Miranda se alcanza un 17,4% y alrededor de 1.150 mil votos) que tuvo su mejor desempeño electoral en todos estos años (y si alguien pregunta el 20% de MEO en la presidencial del 2009, en ese caso no era sólo voto de izquierda, el perfil de votante Parisi en ese año también fue parte de ese 20%). El hecho que la izquierda fuera de la Concertación, o sea sin incluir a ningún partido tradicional de izquierda o centro-izquierda, haya estado a 500 mil votos de la representante de la Alianza es algo que nunca había ocurrido desde el retorno de la democracia. En términos parlamentarios, esa misma izquierda pasó del 4,6% al 11,6% y de 300 a 720 mil votos (y esto sin contar candidatos fuera de lista que son de esa tendencia). O más casuístico: que los dirigentes sociales hayan obtenido muy buenas votaciones, y que 5 de ellos hayan sido electos a la Cámara de Diputados también es relevante para mostrar esa fuerza. (Y todo eso sin pensar siquiera que el PS o el PPD puedan ser considerados de izquierda).

Entonces, la votación de izquierda la que produjo 2a vuelta y ese es un cambio fundamental dado que fue la derecha la que estuvo armando esa 2a vuelta anteriormente: El crecimiento de la votación de Lavín en 1999; el hecho que Lavín y Piñera obtuvieran más votos que Bachelet el 2005; o que Piñera fuera primera mayoría relativa el 2009. Que exista segunda vuelta con la peor votación de la derecha en 20 años se debe precisamente a esa votación de izquierda que estamos mencionado.

En otras palabras el discurso (como el de Peña) que la elección fue una de resultados moderados, que indican un voto pro-institucional es una lectura muy errada de los resultados. Hablar que el hecho que Bachelet no arrasara en primera vuelta no es una muestra de voluntad para cambios relevantes cuando lo que evito ese resultado fue la votación que quiere más cambios es tan claramente equivocado que no hay mucho que decir. Hablar que se requiere morigerar discursos y dirigirse al centro es incluso mayor muestra de falta de análisis: Esta no es la elección de 1999 (o 2005) cuando esa búsqueda tenía sentido; hoy no son esos votos los que están en juego o los que decidirán la 2a vuelta.

La votación del 17 de Noviembre -la disminución de la votación de la derecha, en particular las pérdidas de la UDI, el aumento de la votación de izquierda, el hecho que los representantes de los movimientos sociales hayan sido elegidos sin problemas etc.- implicó un desplazamiento importante de la votación hacia la izquierda. Y claramente implicó una derrota importante de la derecha.

Frente a ello, claro está, aparece la interpretación del que no fue a votar. En la lectura del poder establecido ellos son ‘posibles’ votantes, y son moderados y todas esas cosas. Pero no es plausible que voten en 2a vuelta, ya tenemos experiencias de 2a vuelta y en general no cambia mayormente la votación. ¿Por qué alguien desinteresado podría interesarse ahora? Y pensar que ellos son gente moderada es tan antojadizo como aquellos que los ven automáticamente como representantes de un malestar con la política. En cualquier caso, están más allá de la votación, de la política y de sus preocupaciones.

La lectura de 2a vuelta es para moderar, y en general de esconder la derrota de la derecha es, al final, una lectura interesada en plantear que no es necesario ni relevante hacer reformas profundas. Lo cual podrá ser muy razonable pero el caso es que el movimiento de la elección no tiene ese sentido.

 

NOTA: En cualquier caso, esto muestra algo que ya debiera estar claro: En Chile el voto voluntario favorece a la izquierda. Y esto porque al final bajo esas condiciones aparece un voto que es más político, y la izquierda es más política como tal que otras tendencias (i.e es parte de sus creencias básicas darle importancia a esa esfera). El carácter político más que personal también es lo que está detrás que el Bacheletismo como fenómeno electoral no existe. La popularidad personal, que no deja de ser un capital relevante al fin y al cabo al gobernar, no se traduce en votos: Michele Bachelet obtuvo los votos que obtuvo su coalición.

El crecimiento y la Clase Media

Los datos de la entrada anterior sobre crecimiento en Chile (link aquí) pueden servir para complementar y reforzar una observación que había hecho anteriormente, muy anteriormente el año 2011 (link aquí), sobre la autoidentificación de Clase Media: Que el crecimiento del país había implicado un aumento del estándar de vida que se traducía en que alguien de deciles bajos de ingreso tuviera el mismo estándar que alguien de deciles bastante más altos de hace décadas pasadas. Y que la única forma de poder describirse a sí mismo es pensando que es clase media (porque vive como vivía antes la clase media, que es un parámetro de comparación).

Los datos de la entrada anterior refuerzan esa impresión. Los datos esenciales son los siguientes:

  • En 1980 el ingreso promedio (medido en dólares internacionales de 2005 en PPP) era de 5.639 y en 2012 era de 15.836
  • El ejercicio de distribución por deciles indicaba que en 2011 que el decil 8 tenía 15.734. O sea que el decil 8 tiene el ingreso promedio
  • Asumiendo que en 1980 tenía una distribución del ingreso no muy distinta que el 2012, uno podría pensar que lo anterior también ocurría en 1980. O sea que el decil 8 tenía el ingreso promedio de la época (5.639)
  • De acuerdo al mismo ejercicio, el decil 3 tiene un ingreso de 5.446 dólares el año 2011.

Estas estimaciones no son muy precisas, pero a grandes rasgos no debieran estar muy equivocadas. Y si están correctas, entonces en esos 30 años las personas que actualmente están en el decil 3 tienen el ingreso que en 1980 tenía el decil 8. Y es eso lo que impele al decil 3 -por muy vulnerable y frágil que sea- a pensarse como clase media. Más aún si consideramos el cambio tecnológico que ocurrió en el intertanto (y que hace posible más bienes disponibles a igual ingreso).

Por otro lado, es otra forma de plantear el cambio que implicó ese crecimiento decir que el C2 de hoy vive como vivía el D de cuanto tus padres tenían tu misma edad (asumiendo alrededor de 30 años como distancia entre padres e hijos).

El crecimiento del PGB per capita en PPP en Chile. 1980-2012

Para algo que sirvan las organizaciones del capitalismo internacional. Usando la base de datos del Banco Mundial (aquí el link) se pueden hacer varias cosas. Una de las más sencillas es simplemente analizar el crecimiento del PGB per cápita.

Esto porque circulan varias cifras, pero en muchos casos no se toma la mayor atención a cosas básicas, como por ejemplo en usar valores reales en vez de nominales (que suele producir problemas mayúsculos). Pensemos en la repetida afirmación del desarrollo como equivalente a 20.000 dólares que olvida especificar dólares de que año (la idea esa ya fue dicha a principios de este siglo, y claro 20.000 dólares del 2.000 no son iguales a los del 2.013). Y además está el asunto de usar la estimación transformando al valor del cambio del dólar o usando el método PPP.

En el análisis realizado el indicador es el siguiente: GDP per capita, PPP (constant 2005 international $). Hemos usado la serie entre 1980 y 2012 porque ese indicador sólo está disponible desde ese año, pero de todas formas son 32 años de análisis. Serán de utilidad. Los datos excel obtenidos del Banco Mundial están en el archivo Excel disponible en este link.

¿Y qué se puede decir?

(1) Chile ha crecido desde 5.639 dólares el año 1980 a 15.836 el 2012, que es un crecimiento de 181%, o sea en 32 años ha casi triplicado el per cápita.

(2) Sucede que, en comparación con otros países de América Latina, ha mejorado su posición comparativa: En 1980 tenía un ingreso inferior a Argentina, Uruguay, Brasil, México, Perú y algo superior a Colombia. El 2012 el ingreso era superior a todos ellos (Argentina al menos hasta el 2007 que es cuando la serie se interrumpe en los datos del Banco Mundial).

(3) Y sucede que se ha acercado a los países desarrollados. El año 1980 representaba el 27% del ingreso de Alemania o el 22% de Estados Unidos, y el año 2012 representaba un 46% del ingreso alemán y un 37% del ingreso norteamericano. Con todo, no alcanza los ingresos que esos países tenían el año 1980 (que era de 20.861 en el caso de Alemania y 25.510 en Estados Unidos).

(4) ¿Y pensando en la comparación con Portugal que tan común ha sido entre algunos. Cuando la comparación se hacía a principios del siglo, bueno Portugal tenía 20.000 dólares de ingreso, que todavía no alcanzamos. Si podemos decir que Chile tiene ahora un ingreso superior al de Portugal en 1980 -que era de 12.208.

Y como las cosas requieren un gráfico, he ahí uno:

 Evolución PGB per cápita en varios países de América Latina. 1980-2012
(PPP, dólar internacional constante 2005)

Grafico_evolucion_ingresos

Por lo tanto, ¿ha crecido Chile? Si, y no se puede negar que el crecimiento ha sido alto, y que se ha acercado al ingreso de un país desarrollado -aun estando todavía lejano. De ahí no faltara, es cosa de recordar algunos discursos en la actual coyuntura, quien concluya que las cosas funcionan y que se está en el buen camino. Pero no olvidemos que los promedios en países de alta desigualdad esconden muchas realidades. No es tan sólo que estemos a 5.000 dólares del ingreso de un alemán promedio del año 1980 sino que dada la distribución del ingreso el porcentaje de la población a la cual le falta bastante más que esa cifra para llegar a su equivalente alemán (percentil a percentil) no deja de ser importante. En otras palabras, incluso cuando llegáramos a ese ingreso un segmento significativo de la población tendría un ingreso inferior.

En ese sentido, me interesaría que el lector se fijara en otra línea del gráfico: Uruguay tiene un ingreso promedio inferior, pero la distancia no es tan alta, de hecho ha tenido en la última década un mayor crecimiento que Chile, y al mismo tiempo tiene una desigualdad bastante menor que Chile. Lo cual lleva a la pregunta de si comparamos percentil a percentil de la distribución de ingresos, ¿cuantos chilenos viven peor que un uruguayo equivalente? Los datos directos para ello no existen pero uno puede hacer una aproximación: Sabemos el ingreso medio (los datos del Banco Mundial que ya vimos) y conocemos la distribución del ingreso por decil (a través de la CEPAL, el link al cruce aquí), eso nos permite estimar el ingreso de cada decil. Y eso nos da, para el año 2011, la siguiente tabla:

Ingreso per capita por decil de Ingreso para el año 2011, Chile y Uruguay
(con dólares internacionales del año 2005, PPP)

Decil Chile Uruguay Diferencia
1 2.421 2.936 -515
2 4.236 4.804 -568
3 5.446 6.138 -692
4 6.657 7.740 -1.083
5 8.170 9.074 -904
6 9.683 10.942 -1.260
7 12.103 13.078 -974
8 15.734 16.280 -546
9 22.996 21.351 1.645
10 63.845 40.834 23.011

Esto es sólo un ejercicio porque asume que los deciles son de igual tamaño en población, pero de hecho son deciles de hogares no de personas. Y los hogares de menores ingresos tienden a ser un poco más altos, por lo cual el promedio de ingreso es probablemente menor que el puesto en los deciles menores. Y dado que el tamaño del hogar en Chile y en Uruguay no es el mismo eso también afecta un poco la comparación. Pero sirve como una primera aproximación.

Y nos muestra lo que ya indicábamos, y que un reportaje de Ciper había señalado con anterioridad: que siendo el crecimiento muy alto, eso no quiere decir que la mayoría de los chilenos tenga mayores ingresos que en otros países de América Latina. El 80% de la población tendría mayores ingresos en Uruguay, pero de hecho las diferencias no son tan sustanciales en el 90% de la población: Todo el crecimiento y el mayor per capita solo lleva al final a que el 10% de la población tenga mayores ingresos que Uruguay. Y no olvidemos que, de hecho, Uruguay ha crecido más que Chile desde el 2003 en adelante.

Precariedad y Emprendimiento en Trabajadores por Cuenta Propia

Dado que subí en la sección escritos la ponencia presentada en el Congreso del ALAS, no estará de más hacer un post al respecto. El archivo en este link.

Y ponemos el resumen:

El trabajo por cuenta propia ha sido analizado desde dos miradas contrapuestas: Una que los  observa como trabajadores precarios obligados; y otra que los observa como emprendedores que eligen. Pero ellas son insuficientes, no sólo por la segmentación interna de estos trabajadores, donde en cada segmento estas visiones pueden ser más adecuada, sino porque no reconoce lo que es negativo y positivo de estos trabajos desde la perspectiva de los propios trabajadores. En el caso chileno, se observa que ellos mantienen, con énfasis distintos, un discurso común, en que lo negativo es incertidumbre -que no es equivalente a precariedad- y lo positivo la autonomía -que no es emprendimiento. Esto tiene consecuencias prácticas para el análisis de estos trabajadores.

Por cierto que la cosa tiene varias fallas, varias de las cuales fueron mencionadas cuando se lo presentó y algunas otras cosas que me quedaron más en claro revisando otras discusiones en el Congreso (i.e enfatizar más la heterogeneidad, jugar más con el tema de las trampas de la autonomía, revisar mejor el tema del control -la diferencia entre jefe y cliente por ejemplo). Pero bueno de eso se trata, y la idea es que así salga mejor la tesis de doctorado.

40 Años

La mañana del golpe mi mamá, que se encontraba trabajando en Entel, recibió una llamada desde la sala cuna en que me encontraba yo, de 11 meses a esa fecha. La llamada era para comunicar que si no me pasaba a buscar en una hora me dejarían abandonado en la calle. Mi mamá, entonces se vio obligada a cruzar el centro de Santiago mientras ocurría el golpe. Trayecto, por cierto,que ha olvidado por completo. La historia anterior no es, comparada con la de muchos compatriotas, muy grave. Lo que muestra, en todo caso, espero con claridad es que el golpe no es, por más que 40 años hayan pasado, algo del pasado. El golpe y la dictadura posterior son parte de la experiencia de buena parte de las personas que viven en Chile el año 2013.

Insistir, como se sigue haciendo por algunos, en la necesidad de olvidar, de invisibilizar, es una forma de negar la experiencia personal. Un olvido que, de hecho, termina siendo imposible. Aunque no siempre se haga explícita o se haga pública, el recuerdo existe y se mantiene. La demanda de olvido es la otra cara del llamado al recuerdo ‘completo’, que incluya el otro lado de la historia. Un llamado permanente pero que no llega a fructificar: es un llamado que siempre está asociado a la idea que ese lado de la historia nunca se reconoce. La razón del fracaso de ese llamado no es difícil de establecer: Siendo un llamado exculpativo no funciona en un contexto en que para el discurso dominante nada justifica los asesinatos, torturas y desapariciones. Todo esto recordando que la inicial estrategia de negación ya resulta imposible.

Las estrategias sobre el recuerdo del golpe de los partidarios de la dictadura resultan ser contrapuestas: Son llamados a recordar menos o a recordar más. En cualquier caso, lo central en estas estrategias es obviar y minimizar, al final, los hechos personales: Que uno apoyó un régimen asesino y torturador, y que a uno no le importó (¿no dijo un Presidente de la Corte Suprema que lo tenían curco con los desaparecidos?). Es la necesidad de no reconocer ello lo que lleva a cosas tan extrañas como exigir ser perdonado sin pedir perdón, o exigir que otros primeros pidan perdón. La persona que realmente siente el dolor y el daño causado no hace esas cosa, simplemente pide perdón. Patricio Aylwin, que apoyó y promovió el golpe, cuando presentó a los chilenos el Informe Rettig se quebró, lloró y pidió perdón. Eso es lo que hace alguien que no ha perdido su norte moral.

Uno puede vivir muchos años, y quienes no lo ha experimentado debieran agradecer su suerte, sin pasar por crisis históricas graves. En ellas se prueba quien uno es. Hay quienes, finalmente, hacen lo que hay que hacer -digamos, crear, apoyar y ser parte de algo como la Vicaría de la Solidaridad-; y hay quienes que de hecho hacen lo que no hay que hacer, y eligen no escuchar, no preocuparse, minimizar y negar.

Antes de finalizar, no estará de más hacer notar algo sobre el presente: La violencia no ha dejado de estar presente en Chile. En las tierras mapuches ahora ella existe. Puede que su intensidad sea menor, aunque no experimentándola mi juicio al respecto no tiene mucho valor y habría que reflexionar en que para quienes la sufren la violencia es siempre intensa, ni los asesinados dejan de estar menos asesinados porque los haya en menor cantidad. No estará de más darse cuenta que en muchos debates sobre estos temas se repiten tal cual argumentos y exigencias que se daban en la dictadura, y quien recuerde las intervenciones en las poblaciones urbanas deberá notar las similitudes con las intervenciones en las comunidades mapuches.

Y entonces, ¿cuál es la relación que uno tiene con la violencia y la crisis que a uno le toca enfrentar hoy?

Retomando el Censo: Los Anexos al Informe de la Comisión Revisora del Censo

En el día del 30 de Agosto de 2013 se publicaron en el sitio del INE los anexos del Informe de la Comisión Revisora del Censo (link aquí). Si bien no aparecen nuevas conclusiones en los antecedentes que presentan los anexos, se manifiestan con mucha mayor claridad los elementos que llevaron a la Comisión a obtener las conclusiones que comentábamos en la entrada sobre este tema.

En una revisión muy preliminar, los anexos tienen más de 1.000 páginas, destacan al menos las siguientes situaciones:

Del análisis realizado por la comisión, tanto de las tabulaciones recibidas por el trabajo supervisado por Lenin Aguinaga de CELADE como de las muestras, se pudo concluir que no se puede llegar de manera precisa a la BASE 0, deshaciendo el proceso de fase previa a partir de las bases actualmente disponibles en el INE. Es decir, en el INE no se ha logrado reconstruir todo el proceso de chequeo de consistencia y correcciones por no respuesta, pues el proceso no había sido plenamente documentado, y se habían “pisado” versiones sucesivas de las bases. por lo tanto, no existe una manera confiable y documentada de aseverar que se cuenta con una base de datos de la población efectivamente censada aún cuando la comisión estimó que los números de personas podrían no variar de manera significativa. Esto adquiere relevancia por cuanto la Comisión pudo constatar que en la fase previa, se introdujeron correcciones por no respuesta en las variables que no quedaron registradas en el informe realizado de manera ex post (página 67)

Según el informe elaborado por INE, un meta de gestión del año 2012 era capacitar el 100% del personal contratado por el proyecto Censo. Sin embargo, “en la práctica se observa que no fue capacitado el 100% de los funcionarios que se desempeñaron en el proyecto”, en cambio, “solo fue posible evidenciar que el personal capacitado fue un 73,62% (11.472 personas) de las 15.583 personas contratadas al mes de julio 2012”. Respecto del 26,38% restante del personal que participó en el censo, en su informe INE dice no contar con registros de la capacitación de estas personas, lo que indicaría que no recibieron la capacitación de 5 días con una evaluación final contemplada para el proyecto, sino que podrían haber recibido una capacitación sin la evaluación final y con un tiempo de desarrollo menor (página 158)

Las citas anteriores, supongo, no requieren comentario.

Lo que sí requiere comentario son algunas de las declaraciones de Francisco Labbé, ex-director del INE. que están registradas en la Comisión, Labbé declara que hay muy pocos especialistas técnicos en Censos en Chile y que las personas que excluyó no lo eran, aún cuando por más artesanales que fueran mal que mal se habían logrado realizar varios de ellos en nuestro país (página 182). Ahora, el caso es que el mismo Labbé muestra en sus declaraciones que tampoco él era un experto al respecto. Porque si la decisión de cambiar a un censo de derecho, y la mera existencia de censos de derecho, fue algo que Labbé sólo conoció una vez que entró a Internet a investigar y merced a algunas conversaciones (página 176), entonces de eso se sigue que no manejaba esa información previamente. Por cierto no hay problema alguno en no contar con información, y obtenerla, pero alguien que es experto debiera ya saber cosas de antemano.  Si Labbé se defiende atacando a otros por falta de expertise, algo con lo cual también atacó a la Comisión, debiera partir reconociendo su propia ignorancia. Pero bueno, esperar eso quizás es demasiado.

En cualquier caso, más de 1.000 páginas o no, es un documento a leer para toda persona que usa cifras y números de estudios en Chile.

El miedo atávico de la élite en Chile

Hace algunos meses comentaba en alguna entrada que el orden social en Chile en realidad es frágil (link aquí): Que la élite no sabe funcionar en una sociedad movilizada y que su reacción frente a ello es usualmente la violencia.

Leyendo ayer ‘Santiago de Chile. Historia de una sociedad urbana’ de Armando de Ramón (Catalonia 2007) me encontré con el siguiente párrafo a propósito de la situación de los sectores populares entre 1730 y 1850 (la era de la consolidación urbana de acuerdo a de Ramón):

A todo esto hay que agregar el ‘miedo’ histórico cultivado por la clase poseedora. El miedo a los antiguos levantamientos indígenas. Relegados ahora al recuerdo y a la frontera de Arauco, se reproducía cada noche y cada día, considerando la existencia de esta especie de mundo subterráneo que se había introducido en la ciudad y formado sus arrabales, el que numéricamente era mayoría dentro de la población que habitaba Santiago (p. 107)

El rechazo a lo indígena se transforma entonces en el rechazo a las clases populares que se ha mantenido con posterioridad entre esas clases poseedoras. Un hecho crucial, creo, es que este miedo es frente a un otro, completamente separado de este sujeto con miedo. Porque la facilidad con que la élite usa la violencia ,y buena parte de las formas que adquiere su trato permanente al resto de la población de Chile, tiene su raíz en el hecho que nunca ha considerado a esos grupos como parte de una misma comunidad, de un ‘nosotros’ como le gustaba decir al PNUD.

Lo cual, finalmente, no es otra cosa que volver a plantear que el problema de Chile es su élite.

 

La Élite y la Construcción del Orden Social en Chile

Entre los innumerables mitos que nos contamos acerca de nosotros mismos uno bastante común es la idea que Chile ha sido un país de instituciones fuertes, en particular en relación a otros países de América Latina. Pero si uno examina la evidencia no se encuentra con una estabilidad muy alta. Durante la época de los decenios, lo único que pasaba era que las revueltas las ganaba el gobierno, pero no hay que olvidar que Montt experimentó dos conflictos militares en su gobierno. Y una de las cosas que más fácilmente se olvida en torno al período mesocrático es que la matanza frente a movilizaciones populares era un tema recurrente, parte de las prácticas estándar.

En cierta medida, uno puede plantear que una de las cosas que las élites hacen en una sociedad es implantar un orden. Ahora dado lo anterior uno puede pensar que si bien la estabilidad de ese orden -al menos en el sentido de dominación por la misma élite- ha sido estable, pero es relativamente frágil. Al final, ha requerido el uso continuo de la violencia.

Esto tiene que ver, creo, con la forma en que ese orden se ha instaurado. Lo que la élite no ha buscado ni ha obtenido es la adhesión activa a ese orden (que lo encuentren algo bueno y deseable). Se ha basado, y esta es una elección histórica -es cosa de recordar a Portales- en la adhesión pasiva: En el hecho que es una población que habitualmente no se moviliza ni reclama demasiado. El peso de la noche para usar las palabras del ya mencionado Portales.

Esta incapacidad de logar la adhesión activa está asociada con el hecho que es una élite que no suele comprender a la población general, que la desconoce completamente. De hecho, recordemos no tiene convivencia con ella -a nuestra élite históricamente le ha gustado separarse. A  lo más convivía con la población rural, pero nunca ha convivido con la población urbana. Esta falta de comprensión -que se manifiesta en el hecho que sólo usa encuestas, siempre tan limitadas, para entender; o que insiste en aplicarle a la población las categorías, distinciones y oposiciones que ellos usan- tiene una afinidad electiva con instaurar un orden a través de la pasividad: Porque, ¿para qué conocer a quienes no actúan, a la masa inerte?

Pero basarse en lo anterior tiene consecuencias. Quiere decir que en las ocasiones en que la sociedad se moviliza, esa movilización suele ser anti-sistémica (al fin y al cabo, la adhesión activa no funciona mucho) y que, además, la élite no tiene herramientas ni prácticas para lidiar con esa movilizaciones. Todo lo que la élite ve en ella es la amenaza del desorden, pero esa amenaza lo es porque la élite no sabe que hacer con una sociedad movilizada. Y no sabe porque ha apostado siempre a la des-mobilización.

En otras palabras, la élite sólo tiene dos respuestas frente a una crisis: O lograr la des-movilización o la re-implantación del orden a través de la violencia. En relación a lo último, no hay que olvidar que la élite chilena nunca ha tenido muchos resquemores en matar a sus conciudadanos. Prefiere la solución de des-mobilización pero llegados al caso la violencia es parte de sus estrategias básicas.

Es por ello que frente a una crisis, es cosa de leer la prensa de los últimos meses, su apuesta es por la mayoría que no se ha movilizado (olvidando que las dinámicas de movilización no operan a través de esas mayorías, las que bien pueden ser llevadas por esos procesos). Porque la forma en que mantiene su orden es a través que la gente haga nada. De hecho, tiende a pensar que la gente que no hace nada, que no está interesada representa adhesión. Lo que es nuevamente pensar en el peso de la noche.

El orden social, entonces, en Chile es relativamente frágil; al menos el orden social que han construido las élites. No es un orden que pueda absorber o convivir con la movilización social. Y eso, en última instancia, es un fallo de la élite.

Lo cual viene a plantear, en última instancia, una de mis tesis preferidas: El problema de Chile es su élite.