Otra nota sobre el consumismo en Chile

La tesis es bien sencilla: Las percepciones sobre consumismo en Chile están basadas en un mismatch entre las realidades actuales del país y expectativas basadas en una realidad muy diferente.

Y esto se basa en una tesis aún más sencilla: El Chile de los ’80 ( y antes) como país era derechamente pobre. El país de los ’90 (y posterior) ya no lo es. Para decirlo de otra forma: El equipamiento audiovisual en 10 años subió un quintil completo. El quintil V de más bajos ingresos tiene mejor equipamiento que el quintil IV de hace 10 años, y lo mismo para los otros quintiles. Lo mismo en, por ejemplo, educación superior (la cobertura del quintil V es mayor que lo que era anteriormente el quintil IV). En otras palabras, el grupo D actual vive como hace 15-20 años lo hacía la clase media.

Pero nuestras imágenes y percepciones sobre que es ‘consumo normal’ o ‘sobre-consumo’ están basadas en una realidad bastante más pobre. Y por tanto, por un lado, tenemos que lo que consideramos normal ya no lo es; y que -sin nuevas expectativas sobre lo que es normal para la nueva situación, sólo sabiendo que ‘más es posible’, resulta fácil consumir más de la cuenta (Porque el tema importante del consumismo es que las gentes opinan que sus propios consumos, no sólo los del vecino, son excesivos).

Sobre la diferencia de expectativas, es cosa de fijarse en niños (de hasta 15 años, digamos la gente que nació desde que existe el Plaza Vespucio*). Lo que para ellos resulta normal, siempre será excesivo para quienes tienen la experiencia del país de los ’80 y los ’70.

* El nacimiento de la sociedad de consumo, si uno creyera en el concepto de sociedad de consumo y le gustara poner hitos en los desarrollos sociales, puede ponerse en el Plaza Vespucio: primera vez que el consumo ‘moderno’ sale fuera del barrio alto.

Sobre la desigualdad en Chile, o de cómo usar los números para esconder las realidades

Hace un par de días decidí efectivamente leer el cuerpo de Economía y Negocios de El Mercurio del domingo recién pasado (5 de noviembre).

Y entonces leo un artículo intitulado ‘El enigma de las diferencias’ con el sub-título de ‘Si todos naciéramos en hogares parecidos y tuviéramos los mismos niveles de escolaridad, la desigualdad del ingreso en Chile se reduciría en menos del 20%’ No suena a mucho. Y por cierto el artículo se inicia con: ‘Se ve hasta entre los hermanos. Comparten no sólo los mismos padres, sino que también el tipo de educación, el entorno social y hasta el entorno físico. Sin embargo, una vez que llegan a adultos, no necesariamente ganarán sueldos parecidos. Es más, las diferencias pueden ser notables’.

Así que ya saben, las diferencias se deben centralmente al talento (o a la suerte), pero esos molestos factores sociales no son tan relevantes. Debe ser muy agradable, cuando uno se encuentra entre los grupos de altos ingresos, que eso se deba al muy alto talento personal.

El caso es que la presentación es, por decir lo menos, algo engañosa. El Indice de Gini (que mide la diferencia de la distribución del ingreso con respecto a una situación de total igualdad) es de alrededor de 0,57 en Chile. Y que si igualamos los hogares y las circunstancias el estudio (realizado por la U de Chile) indicaría que bajaría un 0,17 . O sea un 20% de baja. Nada tan relevante.

Ahora, referirse de esa forma al dato es engañoso. Por ejemplo , siendo el Indice Gini de Chile cerca de 0,57, una disminución a 0 sería ‘sólo’ un 50% Como si quedara otro 50% a bajar todavía. O sea, no siendo posible el 100% decir que el 0, 17 es algo menos de un 20% no sirve.

La disminución del 0,17 es una disminución del 30% de la desigualdad en Chile (eso es 0,17 con respecto a 0,57). Por una parte, los efectos sociales tienen algo más de importancia -y cuando decimos un 30% ya estamos hablando de cosas que tienen relevancia al fin y al cabo. Por otra parte, la disminución del 0,17 no deja de ser importante en términos de la situación de desigualdad.

El artículo del Mercurio (y al parecer el estudio) plantean que ‘Si igualáramos circunstancias, sigue existiendo una varianza en los ingresos sorprendentemente alta, incluso para estándares internacionales’ observa Javier Nuñez. Otra forma de mostrar lo poco relevante de estas cosas.

Ahora, un Gini de 0,4 (el equivalente a una baja de 0,17 partiendo de 0,57) es algo alto, pero no ‘sorprendentemente alto’. Inglaterra e Italia tienen índices de 0,36; Francia 0,327. Estados Unidos -de hecho- tiene uno mayor: 0,46. O sea, dejaríamos de estar entre los países de mayor desigualdad. La igualación de oportunidades no deja de ser relevante.

 

Si la derecha sigue así, no va a ganar nunca una elección

¿La cita importante?

‘De dónde van a conseguir el casi 4% de los votos que les falta para llegar al Gobierno?

-Baldo Prokurica (RN):

“La oposición ha estado, ya en dos oportunidades, muy cerca de ser gobierno. Éste es un elemento que, a pesar de ser tan evidente, no lo es para la opinión pública ni para el gobierno. Somos casi la mitad del país; sin embargo, a la izquierda que gobierna pareciera no importarle lo que piensa la oposición. Y cuando no tiene los elementos para ganar con los votos, recurre a cualquier mecanismo. Como Alianza hemos hecho estudios a fondo y creemos que por lo menos el 10% de los parlamentarios, de los alcaldes y de los concejales de la Concertación han salido producto de la intervención electoral. Nosotros perdimos la elección presidencial pasada producto de lo mismo’.

Si de verdad creen eso, entonces van a continuar perdiendo elecciones como lo han hecho durante los últimos 80 años. Hace casi medio siglo que la derecha no gana una elección presidencial (’57 con Alessandri). Y esa elección sólo la ganaron por la división del voto -digamos con términos de ahora- ‘progresista’. Para decirlo de otro modo, la derecha ha perdido las elecciones de 1938, 1942, 1946, 1952, 1964, 1970, 1989, 1993, 1999 y 2005 (y perdió el plebiscito del ’88 que también debiera contar como elección presidencial). El record es bastante claro.

El 4% parece poco en términos electorales. Pero uno bien pudiera decir que resulta bastante difícil de lograr. Y menos si la explicación va por el lado de ‘intervención’ y no de observar sus problemas.

En todo caso, si incluso llegaran a ganar una elección, no sería tan problemático. Y no por la idea que no son tan distintos al gobierno actual. Es que la derecha llega a gobernar en Chile e, inmediatamente, el país se inocula contra su gobierno. Digamos que tienen una buena incapacidad no sólo para ganar alguna elección, sino que sus posibilidades de ganar seguido son casi minúsculas.

A propósito de los cambios culturales

En Chilesoc, hace sólo un par de días, Marta Lagos decidió lanzar la siguiente idea:
Estamos casi listos con los datos de la cuarta ola del estudio
mundial de valores, tenemos 1990, 1995, 2000 y 2006.

Cuatro olas que muestran el cambio valorico en Chile

Con la idea que Chilesoc organizara una discusión sobre ello.

Ahora, independiente de lo interesante de la idea (que creo que lo es y así lo mencione en Chilesoc, junto a varios otros igual de obvios que yo), me parece interesante decir lo siguiente: ¿Muestran los datos un cambio valórico?

Porque creo que hay que distinguir dos niveles cuando uno discute sobre valores y sobre (finalmente) cultura. Porque no todo cambio en las respuestas (y hay varios cambios que son muy interesantes) implica un cambio cultural. ¿Por qué? Porque una misma cultura -sin haber cambiado sus principios- puede responder de distinta manera en distintas situaciones. En otras palabras, una cultura no es un conjunto de elementos concretos (respuestas en un contexto de encuesta) sino un conjunto de principios generativos (*) que producen esos elementos.

Y, por tanto, en situaciones diferentes, el mismo principio producirá concreciones diferentes. En otras palabras, no todos esos cambios son cambios en la cultura. Por otra parte, no por eso dejan de ser cambios. Cuando pensamos en que los cambios culturales son lentos, debiéramos tener en cuenta también que dentro de una cultura pueden existir diversas modalidades.

(*) Tan Bourdieano que uno se pone a veces.

A propósito de algunas opiniones de Tironi

Leyendo La Segunda este viernes (algunas veces realizo acto tan bastardo) me encontré con una entrevista a Tironi. Y ahí nos planteaba que lo que le había faltado a este gobierno era épica, relato -ideología al fin.

Pero, si mal no me acuerdo, pocos días después del discurso del 21 de Mayo, Tironi planteaba directamente lo contrario. Que lo distintivo, lo novedoso, lo que mostraba lo adecuado y sintonizado del gobierno con respecto a la sociedad, las nuevas tendencias sociales que mostraba el discurso era, precisamente, la falta de épica, relato -ideología al fin.

Un par de meses y el mismo fenómeno pasa de loable a criticable. Triste es la tarea del analista social medial parece.

Las nuevas tecnologías: Un salto al futuro

Bueno, como el ultimo informe de desarrollo humano ya salió, ya tengo una copia (gracias Rodrigo), toca el tiempo de hacer comentarios. Y (sorry Rodrigo), pero me parece que no salió tan bien. Tres, creo, son los principales problemas:

  1. De la demanda de regulación. El problema es que, de verdad, no la hay. Los datos de la encuesta muestran que cerca de un 20% cree que cada quien debiera hacer lo que quiere y que un 30% creen que debieran haber regulaciones legales. El resto (casi la mitad) sigue la opción que, bueno, cada familia regulará a su modo. Ahora, reunir la regulación legal (colectiva) con la familiar, en realidad no tiene mucho sentido, y esconde el hecho principal: no hay gran demanda de acción colectiva o pública. El asunto sigue estando en el ámbito privado -del cual la familia es parte. Ahora, esto se debe a que -como el Informe bien dice- la demanda se piensa en términos de regulación moral (un poco como se piensa la regulación de televisión) y eso se asume es parte de lo que concierne a la familia. Ahora, en la preocupación por defender una demanda media inexistente de regulación, uno de los temas interesantes sobre regulación fue abandonado: El hecho que la regulación que piensan los chilenos sobre Internet tiene que ver con materias morales (¿que contenidos pueden ver los niños? digamos para ponerlo en términos muy concretos; que es el mismo tipo de discusión que se hace sobre televisión). Y si algo debiera estar claro es que los temas de regulación en Internet superan con mucho lo anterior. Entonces, la concentración moral de la discusión de la opinión pública en Chile es un dato interesante, y por cierto, medio abandonado en el informe (*)
  2. De la ambivalencia de la opinión. Hay que tener cuidado cuando uno analiza datos cualitativos que indican ambivalencia sobre un fenómeno. Esto porque nadie quiere aparecer como tan iluso como para pretender que todo está bien o como tan pesimista que no reconoce nada. Casi siempre, al menos en Chile, los datos de grupos indicarán que hay una ambivalencia, pero eso es más bien una característica general de cómo hablan los chilenos más que algo que nos de información sobre el tema. Y la encuesta nos dice que, básicamente, hay dos tipos de preguntas: Donde no hay opinión común, y donde hay opinión común positiva: 69% estima que las nuevas tecnologías van a acercar a Chile a los países desarrollados, 69% que es una herramienta fundamental para el desarrollo, 61% que las tecnologías entregan más oportunidades que amenazas. Y la población se divide más o menos por la mitad en si se controlan solas o la sociedad las maneja, si tendrán más poder las personas comunes o los técnicos y científicos, si serán más dependientes o libres. Ahora, eso indicaría que -ambivalencia y todo- hay una base positiva de opinión. Ahora, el hecho que esto no sea trabajado tiene que ver, creo, con el tercer punto:
  3. De las tecnologías más allá del desarrollo económico. Todas las opiniones claramente positivas sobre la tecnología son, finalmente, en relación a su aporte para el desarrollo económico. Y como el leit-motiv del informe es que hay que evaluar el tema más allá de eso, sino desde la perspectiva de las capacidades, del desarrollo humano etc. es claro que ese dato no sirve. Ahora, en eso hay una relación poco lograda, por decir lo menos, entre la parte propositiva, ideológica del informe (lo que el PNUD desea que Chile sea) de la parte descriptiva del informe (lo que el PNUD descubre lo que Chile es). Porque bien uno puede desear, opinar y defender que las tecnologías debieran verse como más allá del PGB, pero el caso es que una de las opiniones claras de la población es que sirven para eso. Sobre el resto, en realidad no hay opinión clara de la población (**)

Hay un cuarto tema que no me termina de convencer, pero siendo de índole más teórica mejor separarlo de lo anterior (que son problemas e insuficiencias de análisis). Y tiene que ver con el tema de ‘naturalización’. Básicamente, el informe opera con una oposición entre procesos que son vistos como naturales y procesos que son producto de deliberaciones colectivas. Cuando la sociedad maneja su destino es cuando hay discusión política y decisión colectiva. Otra cosa es ver los procesos como si fueran procesos naturales.

Ahora, creo que en eso hay una trampa. Todo sociólogo estaría inmediatamente de acuerdo con: ‘La evolución de las tecnologías no es un producto de la evolución natural. Es un acontecimiento histórico, condicionado por hechos culturales, políticos y económicos específicos, movilizado por actores con intereses particulares y que tienen imágenes determinadas acerca de la sociedad‘ (página 209) (***). Y estaría de acuerdo, digamos nuestro sociólogo medio, con la afirmación por motivos empíricos, porque sería sencillamente falso que el desarrollo tecnológico sea producto de una evolución natural.

Pero de ahí no se sigue que se tenga que realizar acción colectiva reflexiva (para que la sociedad ‘reine’ sobre estos procesos). Los procesos sociales que no siguen la lógica de acción colectiva conjunta siguen siendo procesos sociales. El lenguaje no se desarrolla a punta de grandes decisiones colectivas (sino más bien con múltiples decisiones separadas de múltiples agentes), y sigue siendo claramente un producto social -condicionado por hechos culturales, políticos y económicos específicos (y aquí puede seguir toda la cita del informe). O sea, de la falsedad que el proceso sea natural no se sigue per se la defensa de la acción reflexiva colectiva.

Por decirlo de algún modo, la oposición entre ‘la sociedad controla’ y ‘las tecnologías se manejan solas’ es una falsa oposición, porque los procesos de desarrollo tecnológico son procesos sociales (son parte de ‘la sociedad’). Que no sigan el proceso de deliberación colectiva pública es otra cosa. Pero al asumir una distinción doble (al reunir la distinción natural / social con el tema de la reflexividad colectiva de las decisiones), el Informe sencillamente no discute todas las posibilidades.

(*) Ahora, tampoco resulta tan extraño que el Informe no aborde ese tipo de posibilidades. Porque las proposiciones de regulación del Informe también tienen el defecto de provenir de una mirada muy restringida de las regulaciones sobre Internet. La condición tercera (promover regulaciones que resguarden los derechos de las personas) se transforma inmediatamente en una regulación para protegernos de los peligros de Internet: ‘Algunos derechos de las personas pueden verse vulnerados por la expansión de las NTIC y algunos de sus usos pueden tener efectos nocivos. Estos riesgos se despliegan en dos niveles, que están relacionados. El primero se refiere a los riesgos para la subjetividad individual que resultan de algunos usos nocivos de las nuevas tecnologías, derivados de la dependencia y del aislamiento. El segundo alude a las amenazas para ciertos derechos en el mundo de las redes, como la violación de la privacidad y las posibilidades de control casi permanente de las personas‘ (página 204). Ahora, lo que desaparece de esta discusión es las propias NTIC como espacio para ejercer derechos y la defensa de algunos derechos que existen actualmente con respecto a las NTIC que pudieran verse vulnerados. Se habla que las regulaciones deben ser compatibles con la libertad de las personas, pero esto tiene que ver con los límites de la regulación, no con el hecho que -en torno a los temas de regulación legal- quizás las NTIC fueran no solamente un riesgo.

(**) Lo que por cierto bien nos puede hacer concluir que si la sociedad está dividida sobre todos los temas d tecnología con la sola excepción de que sirven para el desarrollo económico, una mirada del Estado que enfatice el desarrollo económico es la única que refleja lo que hay de consenso en la sociedad. Pero dejemos la disgresión aquí. Lo relevante es que hay un punto de datos que no fue analizado con toda propiedad, y que afecta las conclusiones descriptivas.

(***) Corto ahí la cita porque el ejemplo que da el PNUD no es de lo más afortunado. Nos plantea que mucho de cómo era inicialmente Internet se debe a los intereses militares de defensa. Pero el hecho es que, aparte de la búsqueda de una red que fuera robusta frente a ataques, no hay muchas características iniciales de Internet que uno pueda pensar fueron diseñados desde la defensa. De hecho, inicialmente Internet era fuertemente académica (la web fue inventada en el CERN al fin y al cabo) y muchos de sus características estaban ordenadas en torno a los intereses de la comunicación académica: descentralización de los procesos decisionales (cada nodo decide sobre sus servicios), apertura de contenidos (cada nodo agrega contenidos a su gusto, sin control exterior). Parte no despreciable de la vulnerabilidad que da Internet a quien se conecta se basa en que en una red académica había pocas razones para limitar la conectividad, y por tanto el comportamiento default era la apertura de la conexión. Ahora, no es el tipo de cosas que uno asocie muy claramente a los militares.

Sobre una discusión sobre proyectos Fondecyt en Chilesoc

Y para evitar que se me olvide o quede perdida por ahí, que perdí mis buenos minutos buscando la información:

Supongo que no estará de más poner los proyectos ganados en el último concurso (2006, el realizado el año pasado) Fondecyt en Sociología:

1061034 ALENDA , STEPHANIE
FORMAS (NUEVAS) DEL MILITANTISMO EN CHILE: PARA UNA SOCIOLOGIA DEL COMPROMISO POLITICO.
(INAP, Universidad de Chile)

1060225 BAROZET , EMMANUELLE
¿QUE SIGNIFICA HOY SER DE CLASE MEDIA? ESTRUCTURAS,IDENTIDADES Y REPRESENTACION EN LA ESTRATIFICACIONSOCIAL CHILENA.
(Instituto de Estudios Avanzados, USACH)

1060087 DE LA MAZA ESCOBAR, GONZALO ANTONIO
INNOVACIONES, TRAYECTORIAS Y VINCULOS ENTRE SOCIEDAD CIVIL Y ESTADO EN LA POLITICA SOCIAL CHILENA (1990 -2005)
(Universidad del Bío-Bío)

1061166 DEL VILLAR MUNOZ, RAFAEL
NAVEGACION POR INTERNET: PROTOCOLOS PERCEPTIVOS, COGNITIVOS Y CORPORALES
(Instituto de Comunicación e Imagen, Universidad deChile)

1061011 GONZALEZ PARRA, CLAUDIO JUAN
DEVELOPMENT OF MODEL EXPLAINING THE RELATIONSHIPS BETWEEN IDENTITY, WELL-BEING, EXTERNAL FORCES AND INTERNAL DYNAMICS IN INDIGENOUS COMMUNITIES OF THE 8° REGION, CHILE
(Universidad de Concepción)

1060057 MAURO CARDARELLI, AMALIA ROSA
TRABAJO Y EMPLEO FEMENINO EN CHILE 1880 – 2000. SU APORTE AL DESARROLLO DEL PAIS DESDE LA ECONOMIA DOMESTICA, EL TRABAJO VOLUNTARIO Y EL TRABAJO REMUNERADO
(CEM)

1060018 VALDES SUBERCASEAUX, XIMENA
PATERNIDAD EN CHILE EN LAS CLASES POPULARES, MEDIAS YSUPERIORES EN EL MEDIO URBANO.
(CEDEM)

A primera vista, no parece estar cerrado a organizaciones (hay ONG, universidades grandes y menos grandes) ni a investigadores (hay gente de diversas trayectorias). Sobre el número de proyectos aprobados, díficil hablar sin saber el total de proyectos presentados (o la calidad de ellos). Así que no parece, a primera vista, la situación en Sociología ser tan desastrosa como la de Ciencias Políticas que mencionaba Huneeus.

BTW, a propósito de diferencias de prácticas entre disciplinas. Uno de los proyectos en sociología tiene título en inglés, en Física (de los 24 proyectos aprobados) todos están en inglés. Un titulo típico de proyecto: DYNAMICAL SYSTEM APPROACH TO NON-EQUILIBRIUM PROCESSES o TOPICS ON THE COVARIANT QUANTIZATION OFTHE SUPERSTRING.)

Ambas características nos muestran una diferencia de práctica y de orientación. La comunidad de investigadores físicos chilena le habla a la comunidad general de físicos (y por eso usa el inglés, y no sólo a la comunidad nacional, que es lo que habitualmentese intenta en nuestra disciplina, si es que se hace algo) y habla de manera general (y no, como lo haríamos nosotros: DYNAMICAL SYSTEM APPROACH TO NON-EQUILIBRIUM PROCESSES, THE CHILEAN CASE; THE COVARIANT QUANTIZATION OF THE SUPERSTRING IN METALLIC SOLIDS OF DOMEYKO MOUNTAINS). Entonces, pensemos en cómo personas que están acostumbradas a esas prácticas van a diseñar y van a pensar un sistema de concursos de investigación científica, y como van a mirar lo que se hace en ciencias sociales.

Las bases de investigadores, proyectos y otras cosas de Fondecyt están en la siguiente dirección

Una expansión sobre las tesis

En un post anterior desarrollamos las, muy no humildemente tituladas, ‘Nueve tesis y una nota’. Ahora, supongo que hay que hacer una modificación. En fin, que se le va a hacer.

Una de las ideas centrales de ese post es que el rechazo al sistema se basaba en un rechazo moral que coincide con una aceptación cognitiva (i.e se piensa el mundo de la economía en los términos que corresponden al sistema). Y a la vez que este rechazo moral era un rechazo a las exigencias del sistema sobre la persona, y en una reivindicación de independencia. Esto en parte se relaciona, entonces, con el hecho que el núcleo duro de rechazo en términos de modelo cognitivo es el mundo del trabajo. Del trabajo hablamos de justicia, de otras cosas (digamos) los precios ya no hablamos así.

Pero de hecho hay otros elementos en los que seguimos realizando un rechazo casi visceral: Todo aquello a lo que asignamos el estatus de derecho (educación es el ejemplo más claro en estos días, pero en principio también se aplica a salud). En el mundo de los derechos no corresponde hablar de mercado.

Y por tanto el rechazo que ocurre en el mundo del trabajo estaría relacionado entonces con esta visión de derechos. Derechos contra mercado (digamos, ciudadanos contra consumidores para usar una dicotomía usada con anterioridad). Pero he de reconocer que no me termina de convencer.

La oposición derecho / mercado ocurre al nivel ideológico, por decirlo de algún modo. Opera en el nivel de concepciones reflexivas, abstractas y que están relacionadas con opciones políticas. Lo interesante de la idea del rechazo como basada en una reivindicación de independencia, de no responder a exigencias de otros, opera a un nivel mucho más concreto y cercano a la práctica. Por decirlo de algún modo, es un rechazo que se vive cotidianamente; mientras que lo otro es una reivindicación que se vive en la movilización social (que nunca es cotidiana finalmente). Algo que se vive contra algo que se piensa.

Por lo que me atrevería a decir que:
a) La oposición al sistema basada en el tema de derechos es más débil, más intermitente, más distanciada de las decisiones cotidianas. En otras palabras, que llevado a cómo se vive la educación cotidianamente (desde elecciones de colegio hasta cómo se hacen las tareas en la casa) sencillamente no aparece. El rechazo a la idea que e dinero compre más o mejor educación sólo aparece cuando se piensa como parte de lo público, jamás cuando se piensa como privado. Mientras que el rechazo basado en la reivindicación de independencia / tranquilidad opera a todo nivel.
b) Que correspondería a un discurso que estaría más acotado, mientras que la reivindicación de independencia / tranquilidad debiera ser más extendida (aparecer en todas partes).

Pero, con todo, e incluso aceptando que no es el núcleo del rechazo, es un aspecto que no debiera dejar de aparecer en una descripción sobre la sociedad chilena. Que nos lleva a la obligación de cambiar el texto anterior. En fin, hay peores cosas en la vida supongo.

Nueve tesis sobre la sociedad chilena y una nota final

Ninguna muy brillante, pero las tengo hace un tiempo y dado que estoy pensando en hacer un proyecto FONDECYT basado en estas ideas, mejor que las empiece a escribir de una buena vez:

  1. Que a los Chilenos les disgusta, profundamente, el actual modelo económico.
  2. Que, producto de ese disgusto, los chilenos se refugian en sus familias (que, por cierto, entran en crisis porque nada puede resistir todo lo que los chilenos demandan de sus propias familias)
  3. Que producto de ese refugio, y para que las familias puedan tener mejor ‘calidad de vida’, entonces los chilenos trabajan y consumen como brutos.
    Que es lo que el modelo, básicamente, demanda de ellos; que muestra que el modelo no requiere apoyo desde el mundo cultural. En otras palabras, que el modelo no requiere de refuerzo ideológico.
  4. Que lo anterior se nota por el tipo de defensa que aparece, cuando aparece, en la opinión pública. Los viejos modelos socialistas, que fueron inculcados a punta de escuelas de cuadros, de enseñanza popular y otros -que operaban en el modo de la discusión, la conversación, el convencimiento. Para decirlo de otro modo, el modo en que operan los evangélicos, que es finalmente lo que requieren las conversiones al parecer. Pero nada de eso resulta necesario aquí.
  5. Que el disgusto es un disgusto moral. Cuando los chilenos miran la economía en términos morales, de justicia, no les queda otra conclusión más que plantear que el sistema refuerza hábitos perversos.
  6. Que el disgusto se basa en una incompatibilidad con las exigencias demandadas de la persona (de la cantidad de trabajo, de relaciones que se viven como poco humanas). Lo que el chileno desea es que lo dejen tranquilo (i.e por eso el sueño es siempre vivir en provincia, donde uno puede almorzar con tiempo). Sus deseos de independencia, finalmente, son deseos de tranquilidad, no de emprendimiento (En otras palabras, de verdad son deseos de independencia: de poder rechazar las demandas de otros).
  7. Que los Chilenos, en todo caso, recogen la lógica del sistema cuando hablan en términos cognitivos. Y así dirán que en tal mercado no funciona porque no hay suficiente competencia.
  8. Que el peso de lo cognitivo/moral varía entre ámbitos, pero hay uno que por excelencia sólo se discute en términos morales. El discurso sobre el mundo del trabajo es siempre en términos de justicia (de los salarios se habla en términos de justos/injustos, del empleo como derecho, de las condiciones laborales como dignidad).
  9. Que ningún chileno común y silvestre jamás se ha sentido tocado por la idea del desarrollo o por las oportunidades históricas de convertir a Chile en un país desarrollado.

Ultima acotación: Que posiblemente varias de esas tesis tengan mucha mayor aplicación que solamente Chile.

(Y ahora esperemos que efectivamente funcione lo del Fondecyt y podamos ver cuanto de lo anterior queda en pie después del contacto con los datos. Que con las ideas debiera pasar lo mismo que Clausewitz decía con respecto a los planes militares, que ninguno sobrevivía el contacto con el enemigo. Espero que no sea necesario plantear que el enemigo de las hipótesis son los datos)

De las posibilidades electorales de la derecha

Desde, digamos, 1938 la derecha ha ganado una sola elección presidencial en Chile (Alessandri). La derecha ha gobnernado más tiempo (no sólo durante la dictadura, sino dentro de los gobiernos radicales), por cierto ha sido una fuerza electoral y política bastante poderosa. Pero no puede ganar elecciones presidenciales. En algunos casos, como lo estudió Moulian hacie tiempo, de puro bruta, como en el caso de la elección de Gonzáles Videla.

Ahora, ¿por qué la derecha no puede vencer ahora en Chile? Al fin y al cabo, no parecen estar tan lejos de estarlo (han mostrado capacidad para acercarse a un 45%-48% en elecciones presidenciales de los votos válidos, que son los únicos que importan en estos menesteres).

Respuesta número 1: Bueno, no necesitan vencer. Ya tienen suficiente poder y con los porcentajes que tienen bien pueden actuar limitando lo que hacen las fuerzas políticas en el poder. Para un sector que, presuntamente, defiende los intereses de los grupos dominantes, sería todo lo necesario. Ahora, he de reconocer que no me termina de convencer. Independiente de lo anterior, las fuerzas políticas desean ganar en el sentido de ocupar los puestos de gobierno. Y si bien es cierto que adquieren ciertos puestos (parlamentarios, comunales) los puestos del centro del Estado siguen estando fuera de su alcance. Para una colectividad política no poder tocar un ministerio en un tiempo largo ha de contar como derrota. En particular, una colectividad política que sí tiene una cantidad de votación adecuada.

Respuesta número 2: La derecha tiene un problema estructural con la opinión pública. Por cierto, cuando uno plantea dos respuestas, la segunda es la que uno prefiere, así que elaboremos y defendemos esta opinión.

En parte, la derecha tiene un discurso más bien limitado. Aparte de seguridad, ¿en qué otro tema han logrado posicionarse como mejor que el gobierno? Creo que en ninguno. Y básicamente, no basta con un tema para lograr el gobierno.

Pero creo que lo fundamental es otra cosa. Básicamente la sociedad chilena piensa que el actual modelo probablemente es la única /la mejor alternativa; que otros caminos no van a funcionar muy bien. Pero al mismo tiempo, rechaza profundamente el modelo, para decirlo más claro no le gusta para nada. En ese sentido, la Concertación que administra un modelo con el cual claramente tiene resquemores representa, casi idealmente, su propia posición. En otras palabras, reconoce el disgusto. Ese disgusto, aunque pueda no tener consecuencias prácticas, pareciera ser, en ese sentido, relevante.

En otras palabras, lo que le falta a la derecha para ganar una elección presidencial es una distancia corta. Pero, al parecer, extremadamente difícil de cruzar.