Todo lo que nos dijeron sobre la modernidad estaba equivocado (II) ¿La modernidad como proyecto?

Esto de ponerse a hablar de otras cosas hace que uno se olvide que inicialmente este era un blog de sociología, y que hay temas a medio escribir. Como el díptico sobre la modernidad. En la primera parte, se criticaba la idea que teníamos sobre lo que era el proyecto moderno. Y se había anunciado -para vergüenza total- una segunda parte dedicada a criticar la idea que la modernidad era un proyecto. Ahora, habiendo anunciado esa segunda parte en junio de 2009, creo que estamos algo atrasados. Así que, finalmente, la segunda parte.

La idea que la modernidad es un proyecto creo que ha tenido su mejor defensa en años recientes en el ya clásico libro de Wagner de Sociología de la Modernidad. Y el argumento es, como todo argumento potente, bastante sencillo: Si la modernidad es un cambio en las estructuras, entonces fue un cambio muy lento. Y ergo, no sirve para mostrar una disrupción profunda en la vida social. Además, sólo afectó a grupos muy pequeños hasta muy recientemente, y por lo tanto, el siglo XIX no sería moderno en ese sentido, dado que las personas no se habrían visto afectadas por ella en ese época: La modernidad no habría afectado la vida cotidiana de grandes masas de la población (i.e eran campesinos y no obreros, eran analfabetos así que la expansión de la prensa no los afectó y así). Y toda definición de la modernidad que dejara fuera al siglo XIX no es muy adecuada.

A pesar de su potencia es un argumento equivocado. Lo de cambio rápido y disruptivo depende de la aproximación. Un cambio de un par de siglos mirado de cerca puede ser lento, pero mirado desde los varios milenios de historia humana sigue siendo un cambio rápido. El tema de a cuantas personas afectó es producto de una equivocación: Un cambio sustancial en la estructura social no se define por la cantidad de personas que lo experimenta, sino por como afecta la forma en que esa sociedad se reproduce: Quizás pocos eran obreros, pero la producción de las fábricas afectó a muchas personas (como consumidores que adquirían bienes, como productores que experimentaban la competencia de esas fábricas), y por cierto afectó a las estructuras de poder de esas sociedades (con pérdida de importancia de la propiedad de la tierra). Quizás no todos podían leer los periódicos, pero las formas en que opera un gobierno con o sin periódicos son distintas. En última instancia, tener sociedades en que el Estado se dedica a la instrucción primaria es un tema relevante y con consecuencias profundas, incluso cuando ese esfuerzo se está recién iniciando y todavía no afecta a toda la población.

Todo ello, incluso, deja fuera el principal problema de definir la modernidad como proyecto. Si se lo define como proyecto (y como expresión de ciertos valores), entonces la modernidad es algo que es característica de algunas sociedades en particular -que de hecho Wagner dice explícitamente: mi análisis sirve para, digamos, Europa y América del Norte. Ahora, definir análisis específicos para ciertas sociedades es más que razonable. Pero, entonces necesitamos otro concepto para referirnos al hecho que prácticamente todas las sociedades han experimentado (y han sido parte de) un proceso estructural común en los últimos 200 años: crecimiento de la urbanización, industrialización (y si tu país no se industrializó, de todas formas experimentó los efectos), expansión de la esfera pública y de medios de comunicación de masas, aumento de las burocracias y del personal técnico, aumento de los niveles de uso de energía etc, etc.

Ese es un cambio fundamental, para el cual originalmente teníamos la palabra modernidad. Disminuir su extensión para referirse a cosas que sólo sirven para las sociedades que son herederas directas de la Ilustración nos deja sin concepto para referirnos a el cambio central de los últimos siglos. Por decir cualquier cosa, Irán puede estar alejado del proyecto moderno, pero sus instituciones funcionan con memorandos, y el trabajo asalariado es relevante en ella, y un porcentaje más que relevante de su población ya no trabaja en la tierra.

Sobre acciones políticas en Sociología

A propósito de la reciente huelga de hambre de mapuches, en la lista Chilesoc aparecieron algunos requerimientos para firmar una declaración de apoyo sobre su situación. Hasta ahora, todo razonable. Ahora, se pidió que fuera una declaración de apoyo en tanto sociólogos (e inicialmente usando la palabra experto). Lo que me pareció inadecuado -porque de verdad, ¿expertos en lo social?, si un sociólogo cree de verdad que somos eso, estamos muy mal. A lo que varios replicaron diciendo que lo de experto no era importante, que lo relevante era hacer la petición. Lo cual está muy bien, pero entre medio se hicieron de nuevo algunas declaraciones que insistían en el valor especial de la opinión de los sociólogos.

A continuación escribo la replica completa que hice al respecto:

Siempre es extraño cuando se niega y afirma lo mismo en un sólo párrafo. Se niega que se quiera (o la importancia) hablar como experto,y a renglón seguido se insiste en que el habla de los sociólogos es especial. Se nos dice que no es hablar como expertos, sino como profesionales; pero -entre otras cosas- un profesional se define por que tiene acceso a un conocimiento específico (o sea, es un experto). Se nos dice que no es hablar como expertos, pero que ‘debemos aportar con una mirada más amplia a la realidad social’ que sigue siendo una forma de plantear que nuestra habla es especial. O se plantea que, dado que esto es un tema político, entonces lo de ser experto no es relevante; pero ¿desde cuando decir que uno es experto o tiene una mirada especial en un tema no es un acto político de legitimidad del habla? El efecto político deseado se basa precisamente en la pretensión de tener un habla especial. Al fin y al cabo, si no se tuviera esa pretensión entonces no se insistiría en mostrar las credenciales al momento de la firma.

Al fin y al cabo, para hablar públicamente se habla como ciudadanos preocupados. Otro titulo para hablar no se requiere. Otro titulo no se tiene.

Y finalmente, si lo que se quiere es ayudar a los mapuches entonces háganse actos de verdad: Proteste, organice una marcha, súmese a la huelga de hambre. Pero armar una declaración basado en un presunto aporte especial por el carácter de profesionales de lo social, cuando ese aporte no es reconocido en la sociedad es del tipo de cosas que parece útil y parece importante y parece consciente, pero en realidad sólo sirve para que uno quede tranquilo con su consciencia en vez de aportar políticamente de manera efectiva.

Si, creo que salió un poco agresivo -en particular, la última parte, pero en fin, no siempre uno está en el ánimo más ecuánime.

A propósito de matrimonio entre homosexuales y lo preparado de la sociedad

Algunos, a quienes preferimos no mencionar, han declarado que -independiente de los méritos y deméritos del caso- la sociedad chilena no se encuentra preparada para el matrimonio entre homosexuales. Y, por lo tanto, entonces no conviene legislar.

Lo que el argumento olvida es que, de hecho, muchas veces es precisamente el hecho de legislar lo que hace que una sociedad se prepare. Al fin y al cabo, la sociedad chilena tampoco estaba preparada, y también era un tema de minorías, para el matrimonio civil, o para los cementerios civiles. Provocaron escándalo y crítica. Y sin embargo, años después, se convirtieron en cosas perfectamente razonables, ante las cuales la sociedad se encontraba plenamente preparada.

El caso es que las sociedades no se ‘preparan’ sin que haya acciones concretas realizadas por personas para que se preparen. El presentar una reforma a la ley que permita a los homosexuales casarse, es precisamente el tipo de acciones que hace que una sociedad se encuentre preparada.

A propósito de la CASEN y la evolución de la pobreza

Entre toda la discusión sobre el aumento de la pobreza, hay un tema que es interesante destacar. En la medición anterior (2006) la discusión fue sobre que había disminuido demasiado la pobreza (5 puntos, algo que no había sucedido durante un tiempo largo). Ahora, si uno compara la pobreza 2003 con la 2009 se da cuenta que la cifra 2009 está dentro de la linea de tendencia, si se quiere: En 6 años la pobreza habría disminuido 3,6 puntos, lo que es algo inferior pero comparable con lo sucedido anteriormente (de 1998 a 2003 había disminuido 3 puntos). La cifra extraña sigue siendo la del 2006.

El gráfico de la presentación (disponible aquí) es bastante claro, creo:

casen_pobreza_2009

 

Mundiales, medios y esas cosas

Finalmente hemos decidido volver a escribir algo en este blog, y algo que es incluso algo sociológico -aunque sea de fútbol. Por alguna razón, sólo sigo el fútbol cada 4 años y durante un mes, y como el otro día me pidieron algunas notas sobre mundiales y medios -que al final no fueron usadas, bien puedo ponerlas acá

Una cosa que no deja de ser es que, al fin y al cabo, el fútbol es importante para los medios. O sea, el Mundial del ’62 y su importancia para desarrollo de la televisión en nuestro país son conocidos. La expansión de la televisión por cable (y satelital) no ha sido ajena al tema de la transmisión de los partidos, y más de una compañía ha iniciado su proceso de expansión al llevarse la licencia de transmisión. Cambiamos nuestros aparatos de TV para ver el mundial. Y lo vemos para el fútbol: Normalmente los programas de mayor audiencia son los partidos de la selección. En momentos en que se habla de fragmentación de las audiencias, es importante recordar que el fútbol –y en particular, la selección chilena en los mundiales- es un momento de unificación.

Por lo tanto, entre medios y fútbol -y particular con mundiales hay una relación interesante. Y creo que parte de esa relación se da por la posición que ocupa el fútbol, el Mundial y la selección en la vida social -algo de sociológico tenía que tener el comentario.

Lo más claro es que del Mundial se habla, y que ver la selección es un momento colectivo. Lo que no deja de ser raro, dado que en general cada día preferimos nuestras experiencias mediales más individualizadas (televisores en las piezas existe desde hace mucho tiempo e Internet es en general algo que se individualizado). Pero el Mundial y la selección se ve en grupo. Ya sea en la casa, en la oficina o lisa y llanamente en la calle.

Lo anterior hace más interesante que este Mundial ocurra en condiciones de alta penetración de Internet y de banda ancha. Porque de hecho, si uno tiene banda ancha puede ver el Mundial -de hecho es posible ver todos los partidos y ahorrarse toda la polémica sobre los derechos de transmisión. Y claro está, Internet es una tecnología profundamente individual.

¿Qué le sucede a la experiencia de Internet cuando ocurre en un evento que es tan profundamente no individual como lo es el Mundial? Lo que ocurre es que esta experiencia tiende a moverse hacia lo colectivo. Por ejemplo, y todo ello se refiere a cosas que pude observar, si en una oficina alguien estaba viendo un partido vía Internet, el partido tendía a comentarse o mostrarse en las jugadas importantes -la experiencia de visionado individual no se quedaba en el individuo. O se puede usar para ‘mejorar’ la experiencia de ver el partido en televisión. En el caso de Chile-España supe de ambientes en que mientras se veía el partido alguien estaba además viendo que pasaba en Twitter o alguien tenía en su computador Suiza-Honduras para saber que pasaba en ese partido. Sin embargo, y esto es lo crucial, cuando realmente se requiere colectividad -como es el caso de los partidos de la selección- entonces Internet resulta insuficiente, y se vuelve a medios que pueden ser más colectivos.

De hecho, si pensamos en más allá del visionado del partido, entonces el aporte de Internet a la experiencia colectiva no deja de ser interesante. Normalmente, la conversación sobre el Mundial la realizaban las personas de manera privada y en los medios masivos –en programas de televisión- de manera pública. Pero el desarrollo de Internet, pensemos en el ejemplo de Twitter, permite una conversación entre personas privadas de manera pública: El partido no sólo es comentado públicamente por aquellos que tienen el rol asignado en los medios, sino también por cualquier persona. En cierto sentido, digamos, la constitución de una esfera pública amplia. Que sea sobre fútbol y no sobre otros temas dice sobre nuestros intereses como sociedad, pero sigue siendo una esfera pública.

Entonces, el tema es que los Mundiales, la selección en particular, son una experiencia colectiva. Los medios se adaptan a esa característica. Y por lo tanto, al final el tema es ¿por qué son una experiencia colectiva?

En última instancia, los Mundiales han sido –y seguirán siendo- importantes para el desarrollo de los medios porque han sido importantes para la sociedad. Y lo han sido porque las sociedades necesitan de momentos para encontrarse a ellas mismas, en que las personas vivan la experiencia de pertenecer todas ellas a algo común, de vivir la emoción de lo comunitario. En sociedades cada vez más diferencias e individualizadas, este tipo de experiencias –cada día más escasas- adquiere aún más relevancia. En otras palabras, la selección permite construir una práctica ritual de construcción de un nosotros: Todos saben que cuando se deprimen o sienten euforia lo están sintiendo al mismo momento, y por la misma razón, que ‘todos’. Digamos entonces que el Mundial provee de las mismas experiencias colectivas que el viejo Durkheim pensaba que la religión proveía, y que era la razón de ser de la religión. Así que sí, el fútbol no deja de ser importante.

Scarlatti

Como siempre pensaba escribir sobre otras cosas pero termino posteando sobre música. En fin, estaba escuchando una sonata de Domenico Scarlatti, con la idea de escuchar una y, por supuesto, no pude evitar escuchar una tras otra (una versión musical del efecto de ‘sólo un turno más’ en juegos). Y en realidad, habrá que reconocer que Scarlatti es profundamente infeccioso.

Y uno bien podría perder el tiempo escribiendo (y leyendo) miles de cosas al respecto, cuando -claro está- lo que corresponde es la escucha.

Sonata K 380 (en clave) Y además Soler de yapa.

Sonata K 208 (Hantaï es siempre una maravilla en Scarlatti)

Sonata K 141, y para mostrar que también funciona en piano (con Argerich).

Horowitz con la sonata L224 (ni idea a que numero corresponde en la de Kirkpatrick)

Vivi felice.

Y después la gente se pregunta porque no se venden libros

El otro día. revisando una librería, me encontré con una edición -que definitivamente, desde el punto de vista de la editorial, era una barata (Austral)- de la Vida de los 12 Cesáres de Suetonio. ¿Precio? 30 mil.

Si se me ocurriera comprar en Amazon, la edición Penguin son 10 dólares. Así que, incluso incluyendo los gastos de envío, sale mucho más a cuenta si uno compra en Amazon y lo trae a Chile que comprar aquí.

Y al parecer los precios han aumentado en un nivel no tan menor. Hace unos 3 o 4 años compré aquí Berlin, la Caída: 1945 de Beevor, en edición tapa dura, por 20 mil pesos. En esa misma visita, se me ocurrió mirar, del mismo autor, El Día D, en edición rústica, pero ahora por 30 mil pesos.

Terremotos, saqueos y defensas. A proposito de una experiencia

Un breve momento de ‘reporteo sociologico’ si se quiere, dado que hace unos meses vivo en Quilicura y me toco el tema desde el punto de vista de piquetes de vecinos y ese tipo de cosa.

Iba llegando relativamente feliz a mi casa cuando veo un par de fogatas en la calle que, por supuesto dada mi inconciencia general, no tenia la más remota idea de lo que implicaba. Bueno, unos minutos más tarde, escucho gritos en la calle, salgo afuera y en fin la admonición general era a los varones a salir a defender porque ‘turbas de saqueadores’ iban en camino (y estaban cerca). En unos 10 minutos (creo) básicamente en todas las bocacalles -y al parecer fenómeno extendido en la comuna- se llenaron de fogatas y de vecinos armados, es un decir, con palos. Dado que algunas veces hay que cumplir con los deberes con los vecinos, y nunca está de más aplicar observación participante, uno de los vecinos armados con palos era yo.

Después de varias horas:

  1. Que no deja de ser impresionante el convencimiento general que unos cuantos pelagatos armados con palos y alimentando una hoguera son defensa suficiente con respecto a saqueadores. Digo que el convencimiento ha de haber sido general porque a los minutos todos los hijos adolescentes de la cuadra se paseaban por las hogueras, caminaban entre una y otra -que me imagino que los padres no hubieran permitido si pensaran que el peligro era real o inminente.
  2. En otras palabras, todo el asunto se basa en la idea que un grupo de saqueadores, casi por definición, rehuye cualquier posibilidad de conflicto, así que la mera presencia es suficiente.
  3. Aunque sabido no deja de ser relevante mencionarlo, que los rumores mandan. Que saquearon aquí, que saquearon acá, que hay refuerzos policiales, que avanzan por tal lado, que se dieron la vuelta por otro.
  4. Y que ante información contradictoria siempre la peor es la creída. Lo que tiene como consecuencia que los elementos de seguridad ciudadana municipales terminan siendo objeto de burla (más que nada porque intentan calmar diciendo que la situación no es tan terrible cuando la única opinión creíble entre los ‘piqueteros’ es que la ciudad está siendo quemada). En cambio llamados -que oí directamente- dichos por vehículos supuestamente de Investigaciones -de esa pertenencia, en todo caso, no estoy seguro, pero eso fue lo murmurado y creído- a estar armados y mantener las hogueras son inmediatamente creídos y validados.
  5. Que los llamados tradicionales siguen siendo validos pero por 10 minutos. El llamado inicial era a todos los hombres a salir (digamos, a cumplir con el deber que tradicionalmente legitima su dominación, que es el de defender el propio castillo). Pero por supuesto a los 10 minutos todo el mundo y los dos géneros cumplían funciones de vigilancia.
  6. Que no hay nada mejor que compartir prejuicios para mantener conversación entre gentes que no siempre se conocen. Así que entre ‘los de la población X son malos’ y de los males del narcotráfico se puede hablar mucho rato. Lo que no deja de ser relevante cuando la principal amenaza real es el aburrimiento.
  7. Que las hogueras son bien eficientes para limpiar todas las cosas que están acumuladas en los patios. En mi bocacalle se consumieron 2 sillones, un respaldo de una cama, varios neumáticos y una cantidad de maderos, tubos de PVC, acrílicos y cuanta cosa la gente quisiera deshacerse. Como las hogueras fueron tácitamente aceptadas por Carabineros, digamos que fue oportunidad para hacer una quema.

Y no mucho mas interesante porque, en fin, sigo cansado y las neuronas hacen pocas sinapsis.

(Originalmente enviado como un post a la lista de correo chilesoc)

Clave bien Temperado

Ya ni sé porque demonios hago la más mínima pretensión que este blog es sobre sociología -ok. en la noche escribo alguna cosa-. Así que volvamos a lo que realmente tiene interés. En otras palabras, a la música.

Mostrando mi permanente mal juicio hace un buen tiempo que no escuchaba mucho Bach. Pero hace unos cuantos días decidí volver a escuchar el Clave bien Temperado. Gloriosos días, que otra cosa se puede decir. Y como todo glorioso día que sólo depende de uno, ¿que estaba haciendo que no escuchaba a Bach? A veces

El Preludio y Fuga en Do Mayor con el que parte la obra (en la versión de Friedrich Gulda)

Pero cualquier parte tiene la misma calidad, y además para escucharlo en clavecín y no en piano. El Preludio y Fuga en Sol Mayor del Libro II (Kenneth Gilbert)

Y además porque también es glorioso. The Bells de William Byrd.

Un pequeño acto publicitario

Y ahora haremos lo que, creo, jamás se nos había ocurrido en este humilde blog: Comentar el trabajo que realizo. Más que nada porque, después de algunos meses, en la unidad en que trabajo se puso el sitio web en funcionamiento -todavía con mil detalles y cosas a mejorar, pero en fin, mejor en algún momento subirlo. El tema es previsión social y la idea es un sitio que entregue información de manera permanente sobre el tema. ¿El nombre? El muy imaginativo de Observatorio Previsional.

Ahora, lo interesante es que el tema de previsión social ha resultado ser sociológicamente interesante. Porque en el ámbito de las pensiones se muestran los resultados de múltiples dimensiones: Impacta la situación laboral, la demografía, la vida familiar, el concepto de ciclo de vida etc. Es un lugar interesante para conocer a una sociedad.

Además no deja de ser interesante el análisis de la sociedad en uno de los espacios donde la interacción entre biología y sociedad es más clara. Porque, claro está, tenemos pensiones porque somos seres que envejecen y mueren. También hay otros espacios donde la interacción es importante pero aquí tiene una claridad muy fuerte.