Una cita de un rey Asirio. Sargón II y sus métodos de control administrativo

En uno de estos días haré una entrada algo más relevante sobre el medio oriente antiguo pero por ahora simplemente algo que encontré leyendo A History of the Ancient Near East de van de Mieroop:

El rey asirio Sargón II (721-705 AC) decidió construir una nueva capital, y como buen rey de un imperio decidió que esta ciudad debía ser construida con recursos extraídos de todo el imperio, y por lo tanto envió cartas a los gobernadores:

The king´s word to the governor (of Kahlu): 700 bales of straw and 700 bundles of reed, each bundle more than a donkey can carry, must arrive in Dur-Sharrukin by the first of the month Kislev. Should one day pass by, you will die (página 235)

La reputación de los Asirios es la de un imperio tiránico y militarista, que arrasaba con las poblaciones que conquistaba. Si los reyes trataban como lo muestra la carta a la elite gobernante, hay que decir que esa reputación está bien ganada.

(Conste que el final podría ser una broma y no ser una declaración en serio. Ahora, para que la broma funcione, necesita que ese tipo de cosas fuera pensable como posible. Lo que nos lleva al mismo punto finalmente).

Lago Vostok

Muy pocas veces hemos realizado posts que digan relación con las ciencias naturales, pero hay una noticia reciente que es muy interesante y que procedemos a linkear a continuación. Algunos científicos rusos lograron alcanzar la superficie del Lago Vostok en la Antártica -un lago que está debajo del hielo antártico y que no ha visto la superficie en 20 millones de años. O sea, way cool.

Link a la noticia en el National Geographic.

Y el link a la noticia en un sitio en español

Crítica de la Razón Sociológica

Algunas veces uno decide recuperar viejos textos.

Entre los años 2000 y 2002, en un sitio ya desaparecido El Francotirador, escribí una serie de reseñas sobre diversos textos de sociología (Moulián, Tironi, los del PNUD y otros más). Entonces decidí, hace un tiempo atrás, reunir esos textos, escribir un post-scriptum de por qué el feble estado de la sociología que esas reseñas mostraban todavía sigue siendo relevantes y subirlos aquí. Por lo tanto, anunciamos el texto -con título rimbombante, pero en fin que se le va a hacer- Crítica de la Razón Sociológica, que está en la página de escritos y esas cosas).

Un par de notas sin mayor importancia

Lo primero es que, en realidad, Stata es mucho mejor que el viejo SPSS. Nada que hacer al respecto (bueno, eso sí en manejo de archivos gigantes es mejor SPSS, que todo hay que decirlo)

Lo segundo es que los cuartetos de Haydn son lo mejor que existe. Y debiera mejor rendirme a la evidencia (y a ocupar mi tiempo de manera productiva y escucharlos)

Una hipótesis sobre la autodefinición de clase media

Entre las cosas que sabemos de la sociedad chilena es que la gran mayoría de los chilenos se autodefine como clase media. Por otro lado, sabemos que esa clase media es bastante vulnerable económicamente, y por lo tanto si uno usa cualquier medición ‘económica’, objetiva, de clase media no tiene como ser tan mayoritaria.

Uno puede explicarse esto usando alguna versión de falsa conciencia o similar. Sin embargo, me parece más interesante hacer otra observación.

Recordemos que Chile ha experimentado, y que las personas han experimentado, un aumento de su estándar de vida: Los ingresos han aumentado -y esto ha ocurrido también en deciles bajos de ingreso, la alta desigualdad de ingresos ha ocurrido al mismo tiempo que los ingresos en general han aumentado-, y quizás más notorio, los niveles de consumo lo han hecho y el equipamiento de los hogares. Cualquier revisión de las tasas de propiedad de bienes en la CASEN muestra eso con claridad.

En no pocos indicadores esto ha implicado un ‘cambio’ de quintil: Las personas de un quintil determinado han adquirido el nivel de consumo de las personas en el quintil superior hace años atrás. Y esto ha ocurrido durante la vida de las personas, así que es parte de su experiencia.

Ahora, ¿cómo pueden hablar de ese cambio? Porque lo que no pueden hacer es decirse a sí mismos: ‘Sigo siendo pobre’ cuando su experiencia es una de mejoramiento de sus condiciones de vida. Pero, en el vocabulario habitual de la sociedad chilena lo que existe arriba de pobre es la clase media. Y por lo tanto, si dejé de ser pobre entonces, automáticamente, soy clase media.

Al fin y al cabo, cuando personas empiezan a tener los bienes y tipos de consumo que hasta hace relativamente poco indicaban pertenencia a clase media, ¿qué otra cosa pueden decirse a sí mismos? No es que las personas anden en la cabeza con el modelo de ‘porcentaje en torno a la mediana de ingresos’ para autoclasificarse.

Sobre la crisis de representación

En El Mostrador, Bellolio hace una crítica al infantilismo revolucionario. La anécdota es bien sencilla. Como moderador de debate de la FECH hizo una pregunta final: ¿por quién votarías para presidente de Chile? Y hace notar que todos los dirigentes de la izquierda no PC optaron por anular. En esas circunstancias, ¿cómo va a representar el sistema si es que uno no participa del juego? Al fin y al cabo, podrían haber dicho cualquier nombre -no tendrían la excusa del votante que se encuentra frente a dos malas alternativas, eran libres para decir cualquier cosa.

La crítica olvida que lo que devela es precisamente el punto: Es el rechazo a la idea misma que las democracias funcionan con representantes. Les plantea un juego que los dirigentes ‘saben’ que no funciona: No importa a quién se elija, la cosa no funcionará. Es precisamente lo que ha pasado dentro de la CONFECH, con el continuo rechazo y desconfianza a la idea de líderes que representen.

En general, la idea moderna de representación es relativamente reciente. Peña en alguna columna en El Mercurio se refería a la idea que los parlamentarios habían pasado de representantes a nuncios. De personas que podían actuar independientemente a personas que sólo comunicaban la decisión de los votantes. La idea del representante como actor autónomo es de hecho relativamente reciente -Burke a finales del siglo XVIII en su carta a los electores de Bristol defendía esa forma. Pero lo tradicional, lo previo, era el nuncio: La persona que no puede tomar decisiones sin un mandato del voto.

La representación está en crisis no porque nuestros representantes no realicen la tarea de representación, y la cosa sería cambiarlos por otros representantes o incluso por otra forma de obtener representantes. Lo que está en duda es la idea general de la representación. Existe un cambio hacia una sociedad que, instintivamente, prefiere un actor mandatado, que no puede actuar por su cuenta al representante autónomo.

Nunca hay que olvidar que los arreglos institucionales son siempre históricos y cambiantes. Puede que las personas no cambien nunca, pero las instituciones sí lo hacen. Y las estructuras a las que estamos acostumbrados, la idea que la democracia funciona a través de representantes, pueden modificarse o incluso desaparecer.

Hechos naturales, hechos sociales y la sociología de la ciencia

Los siguientes son hechos naturales: La tierra da vuelta alrededor del sol, hay seis tipos de quarks, la extinción del Pérmico fue la mayor de la historia de la vida en la tierra.

Los siguientes son hechos sociales: La creencia aceptada es que la tierra da vuelta alrededor del sol, la creencia aceptada es que hay seis tipos de quarks, la creencia aceptada es que la extinción del Pérmico fue la mayor de la historia de la vida en la tierra.

Si lo que me interesa son las preguntas en torno al primer párrafo (¿es cierto que la tierra da vuelta alrededor del sol? ¿cómo se explica?) entonces mi preocupación es en torno a las ciencias naturales, y son las herramientas de estas disciplinas las que debiera ocupar.

Si lo que me interesa son las preguntas en torno al segundo párrafo (¿es cierto que la creencia aceptada es que la tierra da vuelta alrededor del sol? ¿cómo se explica?) entonces mi preocupación es en torno a las ciencias sociales, y son las herramientas de estas disciplinas las que debiera ocupar.

Entonces, cuando la sociología de la ciencia del programa fuerte dice que la sociología debiera preocuparse del contenido de las ciencias, y que estas se explican por factores sociales; está efectivamente en lo cierto cuando se refiere al aspecto social: Cuáles son las creencias que tienen tales personas. Pero si quiere hablar del aspecto natural, entonces no tiene nada que decir: Porqué los métodos de las ciencias sociales no dicen nada sobre los fenómenos naturales como tal.

Es la pretensión que el hecho social reemplaza al hecho natural -que el hecho sobre las creencias sobre la naturaleza reemplaza el hecho sobre la naturaleza- donde se generan la mitad de los problemas de la sociología de la ciencia. Y se pasa del relativismo como algo metodológico a algo ontológico: En sociología de la religión decimos que la explicación del sociólogo es neutral en relación a la verdad de la religión, y por lo tanto no dice nada sobre la verdad de las religiones. Lo mismo para sociología de la ciencia: No dice nada sobre la verdad de la ciencia.

La sociología de la ciencia sólo puede llevar a conclusiones relativistas si yo pienso que la explicación de la sociología es la única relevante, o que es la explicación total y global. Pero dado que es una explicación de algunas cosas, y en particular del hecho social y no del hecho natural, no debiera afectar de modo alguno.

De los sistemas como metáfora

Uno de los pasatiempos habituales de este blog es criticar a Luhmann. Y algo que hemos dicho en varias ocasiones es que, finalmente, no hay tal cosa como la teoría de sistemas luhmanniana, hay la metáfora de sistemas luhmanniana.

Y usaremos como prueba una cita de un texto reciente de Aldo Mascareño (Diferenciación y Contingencia en América Latina). La cita a continuación:

El 19 de mayo de 1981 es publicada en el Diario Oficial la Ley Orgánica Constitucional del Tribunal Constitucional. Un pasaje de su historia en los años ochenta parece de particular importancia para observar cómo la clausura operativa del derecho se refuerza a sí misma ante las pretensiones políticas de control. Se trata de la sentencia del Tribunal Constitucional del 24 de septiembre de 1985 acerca del Tribunal Calificador de Elecciones [que determinó que el plebiscito se hiciera con Tribunal Calificador]

¿Por qué esto muestra que esto es pura metáfora? Porque la clausura, finalmente, es producida por unos actores concretos. Lo del ‘clausura operativa del derecho se refuerza a sí misma’ es pura metáfora: no hay un proceso autónomo del derecho que realiza esa clausura, sino una decisión tomada por personas específicas -que bien podrían haber decidido de otra forma. Es porque esos actores tomaron esa decisión, usando temas individuales como su propia valoración de la autonomía del derecho, que se produce eso. En otras palabras, la autonomía de un sistema no es producida por el propio sistema. No suena, en realidad, mucho a autopoiesis.

NOTA: En el libro también aparecen algunas cosas típicas de lecturas latinoamericanas de estas cosas: Descubre Mascareño que en América Latina los sistemas no están tan separados ni autónomos como debiera: El poder político afecta al derecho, a la economía etc. Pero, claro, eso sería particular de esta zona de la sociedad mundial, pero no en Europa -donde claro la autonomía ahí si funciona.

El ejemplo más claro es cuando se habla de la no-autonomía de la economía. Esto se debería al estado desarrollista que, claro está, intervenía y no dejaba a la economía ser. Pero la intervención estatal de la economía era bien popular en las economías del centro en los años del desarrollismo. El dirigismo de los Franceses era lo mismo. En otras palabras, la no aplicación de la idea de sistemas plenamente autónomos no es particular a América Latina, también aplica a las zonas centrales del mundo. No es que Luhmann describiera bien a los países del ‘centro’, pero que esto no se aplicara totalmente en otras partes. Es que no describía adecuadamente a ninguna zona de la sociedad mundial.

Sobre los lamentos de la situación en sociología y la construcción del saber disciplinar

La sociología es, entre tantas otras cosas, una disciplina que periódicamente se plantea a sí misma en una crisis,  o con una necesidad de renovación total, y con una sensación de no haber producido mucho de interés. Se podrían hacer muchas citas al respecto (y este pobre blog ajeno no fue a ello en sus inicios). Pero creo que todo ello está profundamente equivocado -y dado que estamos en un doctorado, defender eso sería la tarea de la tesis.

En última instancia, el único consenso alcanzado es que una parte importante de la discusión sobre temas generales en estas disciplinas –ya sea en metodología o en teoría- se caracteriza por un diagnóstico de una situación crítica de la disciplina y la necesidad de su superación por la aproximación que ese texto defiende. Al mismo tiempo la repetición de las polémicas y debates se muestra que nada se supera. En 1937 Parsons iniciaba La Estructura de la Acción Social preguntándose quién lee ahora a Spencer pensando que el utilitarismo y el evolucionismo habían desaparecido de las ciencias sociales. Nadie podría partir un texto con esa alocución ahora: bien sabemos que hay quien lee a Spencer, y el utilitarismo y el evolucionismo retornaron, y que eso es cierto de casi cualquier tradición conceptual. Los mismos debates, y casi los mismos argumentos, se tienden a repetir. No es raro que esa situación lleve a esos textos genéricos a la desesperación. Esa desesperación está, en todo caso, mal planteada.

O para decirlo de manera más preciso: mal especificada. Porque no se aplica a la sociología en general, sino a esas discusiones generales: a la teoría general y a la metodología general. En relación a ellos bien podemos plantear que efectivamente los participantes de esos debates comparten –aunque por razones muy distintas- un diagnóstico de una ciencia social, y de una sociología, que se encuentra en crisis y que en general no ha realizado grandes aportes al conocimiento social. Y en ese sentido, la labor del conocimiento general es una labor de Sísifo: los mismos debates (sobre el positivismo o sobre la relación acción-estructura) se repiten y muchos de los argumentos específicos también lo hacen.

Pero lo que es cierto en relación a esos conocimientos generales el diagnóstico de un fracaso funciona, no lo hace cuando lo aplicamos a la praxis de investigación, porque en ella si podemos encontrar adquisición de conocimiento que es valioso. Dicho de otra manera, si uno se preguntara ¿han valido la pena las ciencias sociales? ¿nos ha aportado algo todo ese esfuerzo y todos esos estudios? Si la respuesta es sobre teoría y metodología general, la respuesta es –a confesión de quienes se dedican a ello- que no mucho se ha alcanzado. Pero si respondemos sobre los estudios específicos si encontraremos conocimiento sustancioso.

El tema, ahora, no es solamente plantear que en la práctica de investigación concreta se alcanza conocimiento. No es solamente una vindicación del viejo Robert K. Merton y las teorías de alcance medio.

Es pasar más bien al siguiente paso: ¿Y si construimos nuestro saber general a partir de lo que ha funcionado? (i.e la investigación concreta). Elucidar entonces la metodología y la teoría desde la investigación, no a partir de consideraciones epistemológicas, ontológicas u otras de ese tenor –que ha sido lo habitual entre nosotros. Que además tendría la ventaja no menor de conectar la metodología y la teoría general con la investigación específica, que es de hecho la separación más relevante en sociología -y mucho mayor que la usualmente mencionada de separación de teoría y método: ambas están separadas de la investigación.

Lo cual implica, finalmente, recuperar nuestra propia tradición disciplinar. Al fin y al cabo, lo más interesante de los clásicos no ocurre en las declaraciones metodológicas o teóricas, sino en los estudios concretos. No en las Reglas del Método Sociológico, sino en la División del Trabajo Social; no en los conceptos generales de Economía y Sociedad sino en la Ética Protestante.

El trabajo, entonces, es desarrollar una propuesta de saber general a partir de la práctica de investigación.

Acción y estructura. Un ejemplo de la falsa contraposición ente acción racional y estructura.

En los interminables debates que suele tener la sociología sobre acción y estructura, solemos poner la perspectiva de la acción racional como parte de la perspectiva de la acción y opuesta a la estructura. La acción racional es sobre como las personas eligen y la estructura sobre como las personas no eligen (parafraseando a frase de Duesenberry sobre economía y sociología).

Ahora, esa relación no tienen ningún sentido. Si todas las personas son racionales (y, a la Becker, comparten sus preferencias básicas), entonces ¿qué es lo que genera comportamientos distintos? Situaciones distintas, estructuras de intercambio distintas etc. La diferencia en el comportamiento entre mercados competitivos y mercados monopolicos sólo tiene que ver con la diferencia en el número de oferentes, lo que diferencia el comportamiento de las personas en distintos juegos son los distintos payoffs, si es repetido o no, si es cooperativo o no. En otras palabras, las diferencias las causan las diferencias en estructura.

Por otro lado, una explicación estructural requiere que los actores sean racionales. ¿Por qué? Porque sólo para un actor racional sería posible pasar de la estructura a la acción sin intermedición: el actor lee la estructura, obtiene la acción correcta dada ella y la realiza. Dado que todos hacen lo mismo, entonces puedo olvidarme del actor y pasar de la estructura a los resultados. Si los actores no fueran racionales, entonces requiero analizar el nivel del actor (dado que no lee la acción a realizar desde la estructura, sino que tiene que desarrollarla a partir de él mismo).

Pensemos en un caso concreto: la delincuencia. Entonces tendremos a quienes nos dicen que la acción de los delincuentes es racional -y por lo tanto, se ve afectada si cambiamos los incentivos y los costos, así que subamos las penas- o que es efecto de factores sociales -y por lo tanto, tenemos que cambiar las estructuras sociales y culturales. Pero si observamos las explicaciones, veremos que -de hecho- son traducibles.

Pensemos la explicación de factores sociales. Puedo plantearla de la siguiente forma: Dada las condiciones sociales que enfrenta esta persona (los posibles resultados de sus acciones, los costos de ellas, sus preferencias) entonces tomará acciones delincuentes. O sea, de hecho podría decir que es racional en esas condiciones tomar acciones delincuentes.

Pensemos la explicación de actor racional. Puedo plantearla de la siguiente forma: Para un actor dado es racional tomar acciones delincuentes. ¿Por qué? Porque dadas las condiciones sociales que enfrenta (los posibles resultados de sus acciones, los costos de ellas, sus preferencias) es racional hacerlo.

La diferencia crucial entre ambas no es teórica, sino puramente ideológica. El defensor de la actor racional postulará que lo crucial es aumentar los costos de la acción delincuencial en relación a otras (aumentar las penas). El defensor de los factores sociales nos dirá que lo crucial es aumentar los beneficios y disminuir los costos de las acciones alternativas. En ambos casos, lo que modifico es la situación estructural (el contexto) y luego espero que los actores se comportan racionalmente.