Un esbozo de una ética borgeana

Hablar de una ética en la obra de Jorge Luis Borges es, en cierto sentido, exponerse claramente a la acusación de intentar un sin sentido, un absurdo (casi de escribir un cuento borgeano). Para quién explícitamente se declaró ser escéptico, y que en base al escepticismo, defendía su adhesión al Partido Conservador; ¿cómo buscar una ética consistente? Por cierto que posiciones específicas Borges tenía muchas, y así declaradas; pero de ahí a poder postular una ética -un esquema conceptual coherente- sería ir en contra de lo declarado por el propio autor.

Al fin y al cabo, es fácil encontrar en Borges declaraciones que nos hablan de lo inescrutable del universo: ‘No hay ejercicio intelectual que no sea inútil’ en el Pierre Menard. O, al inicio de Sobre el Vathek de William Beckford ‘tan compleja es la realidad, tan fragmentaria y tan simplificada la historia’. Del mismo tenor una de mis preferidas, en el Inferno I, 32 en el Hacedor:

En un sueño, Dios le declaró el secreto propósito de su vida y de su labor; Dante maravillado al fin supo quién era y qué era y bendijo sus amarguras. La tradición refiere que, al despertar, sintió que había recibido y perdido una cosa infinita, algo que no podría recuperar, ni vislumbrar siquiera, porque la máquina de mundo es harto compleja para la simplicidad de los hombres

Las palabras finales que, de hecho, repiten el inicio del texto donde se refiere lo mismo pero en torno a un leopardo (y la simplicidad de las fieras)

Sin embargo, es posible extraer una visión ética de los textos de Borges, y una que es coherente con dicha inescrutabilidad del mundo. Los textos cruciales, creo, son dos. Uno está al final de la Historia del Guerrero y de la Cautiva:

La figura del bárbaro que abraza la causa de Ravena, la figura de la mujer europea que opta por el desierto, pueden parecer antagónicos. Sin embargo, a los dos los arrebató un ímpetu secreto, un ímpetu más hondo que la razón y los dos acataron ese ímpetu que no hubieran sabido justificar.

El otro texto está en el cuento inmediatamente posterior en El Aleph, en la Biografía de Tadeo Isidoro Cruz:

Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un sólo momento, el momento en que el hombre sabe para siempre quién es.

Lo que ambas citas tienen en común es la idea de fidelidad a un destino. Es claro que la fidelidad no es al origen -en la primera ambos casos ‘traicionan’ a sus orígenes-. Es claro además que esa fidelidad no es, de hecho, a algo ‘elegido’ -no es fidelidad a un proyecto  de ser-. A lo que se es fiel a lo que, por decirlo de otro modo, se es convocado a hacer y a ser.

Es posible observar la relación entre la Biografía de Tadeo Isidoro Cruz y el texto sobre Dante: En ambos casos el tema central es saber quien se es. La complejidad del mundo, que va más allá de la simplicidad de las personas, hace inviable poder tener un método para determinar quien se es; lo que sí permite es en algún momento saberlo sin saber por qué se sabe (teniendo el saber del artesano no el del filósofo pensando en cómo los griegos pensaban al respecto). Y una vez sabiendo ello, entonces no queda más que seguir esa identidad.

La importancia de seguir ese destino, seguir lo que se es, se puede observar también en varios textos de Borges. En Una oración de El Elogio de la Sombra:

El proceso del tiempo es una trama de efectos y de causas, de suerte que pedir cualquier merced, por ínfima que sea, es pedir que se rompa un eslabón de esa trama de hierro, es pedir que ya se haya roto. Nadie merece tal milagro.

Y más sucintamente en Otro Poema de los Dones, en El Otro, El Mismo:

Gracias quiero dar al divino
laberinto de los efectos y de las causas

El rendirse al destino que lo constituye a uno, amor fati (y mostrando que a pesar de todo su amor a Schopenhauer hay algo de Nietszche en Borges), es compatible con, al mismo tiempo aceptar que ese mundo y ese destino son inentendibles (que son un laberinto al fin y al cabo). La frase de rendirse al destino bien puede interpretarse como ausencia de libertad. Y sin embargo, en las dos citas que usábamos como muestra de la actitud es al contrario. Es al rendirse al propio ser, al dejar que éste sea, es precisamente cuando los individuos logran efectivamente ser libres. Y hacer lo que les corresponde hacer en tanto son fieles a sí mismos, en tanto son ellos mismos: luchar por Ravena, irse con los indios, no consentir el delito que se mate a un valiente.

Ambas exigencias -el deber de seguir el propio destino, pero en un mundo que no se puede conocer- confluyen en otra exigencia:

41. Nada se edifica sobre la piedra, todo sobre la arena, pero nuestro deber es edificar como si fuera piedra la arena (Fragmentos de un Evangelio Apócrifo, Elogio de la Sombra)

En última instancia, aunque cada cosa es arena, el conjunto de las cosas -de la cual el propio destino forma parte- sí es de piedra. Y si bien los hombres nada pueden prometer, porque mortales son; también se puede recordar que en la promesa hay algo inmortal.

El proceso del análisis cualitativo

Terminando el curso de metodología cualitativa escribí algunas notas en torno al análisis cualitativo, y no estará de más adaptarlas para una entrada del blog.

Si uno quisiera, como a veces es útil al trabajar sobre metodología, reducir y simplificar al máximo las cosas, bien se puede decir que el análisis cualitativo está compuesto de 3 momentos, que procederemos a detallar brevemente a continuación:

  1. El momento de extracción de información.
  2. El momento de construcción de relaciones.
  3. El momento de interpretación del sentido.

El momento de Extracción de Información.

Este es un momento que es fácil pasar por alto, especialmente cuando se requiere poco tiempo para hacer el análisis (que es muy común en la práctica). El hecho que estemos predispuestos a encontrar significados en el habla de las personas, habilidad que  es consustancial a operar en la vida cotidiana, hace que el trabajo de extracción sistemática de la información cualitativa sea muchas veces no tomado en cuenta: Prontamente, y no pocas veces durante la ejecución del terreno, ya generamos interpretaciones y conclusiones. Por eso mismo, un momento de extracción sistemática es incluso más necesario: Al fin y al cabo, el problema no es tanto que la interpretación ‘inmediata’ esté equivocada como suele ser extremadamente incompleta.

Es necesario siempre una lectura atenta y minuciosa del texto (o imagen o mapa o lo que sea que estemos analizando). Párrafo por párrafo, oración por oración, y en general unidad de sentido por unidad de sentido. Una lectura minuciosa que debiera plasmarse, en lo posible, una codificación detallada. Si bien los códigos posteriormente normalmente se agrupan es relevante que en la primera lectura estar muy atento a las diversos significados que aparecen en un habla determinada.

En una sola oración hay muchos significados y oposiciones, y ver como cada una de ellas se desenvuelve y qué función ocupan en relación al texto es relevante. Pocas veces es posible analizar en profundidad y detalle cada elemento del habla de las entrevistas, pero en la medida en que uno se acerca a  ese nivel es que se entiende lo que el sujeto quiere decir. No hay que olvidar que una buena hipótesis de trabajo en relación al discurso analizado es que todo en el habla es significativo.

El momento de construcción de relaciones.

Un conjunto de códigos no representa un análisis. Los códigos están relacionados entre sí: Desde que se dicen conjuntamente hasta que tienen relaciones lógicas entre ellos (de oposición, de implicancia, de parte / todo etc.). Una vez obtenidos los códigos entonces el siguiente momento requiere hacerlos jugar entre sí.

Es importante en este sentido recalcar lo siguiente: Aunque estamos presentando los momentos de forma secuencial (primero se extrae, luego se construyen relaciones), en el análisis real existe retroalimentación: Bien puede ser que una razón por la cual no puedo relacionar un código con otros sea simplemente que éste no era completamente adecuado (algún matiz de significado se perdió al codificarlo de esa forma, se reunieron bajo un código frases que quizás sería mejor separar, y viceversa). Ahora, no hay que olvidar que la dificultad puede ser en sí parte del discurso, y por lo tanto el código bien puede mantenerse como tal -pero revisar cómo engarzan los códigos entre sí no deja de ser relevante en la tarea de entender el discurso que analizamos.

Cómo establecer relaciones entre códigos difiere entre las múltiples formas de realizar análisis. Ahora bien, las siguientes observaciones pueden tener alguna utilidad sobre estas relaciones

  • La relación puede ser directa (en una frase están los dos códigos) o indirecta (hay una relación de significado entre códigos que no aparece en la misma frase); sin embargo la relación siempre debe tener evidencia en el texto (que puede ser una o varias citas). Si el analista intenta ejemplificar la relación y tiene dificultades para hacerlo eso implica que es útil revisar esa relación
  • Las relaciones deben cubrir las diversas áreas. Si tengo varios esquemas de relaciones entre códigos en que cada uno cubre un área determinada es necesario hacer jugar esos esquemas entre sí. Lo que no resulta posible es simplemente dejar separados las diversas partes del discurso. En principio, una de las ideas que sirve como hipótesis de base es que estamos ante un discurso integrado.

El momento de interpretación de sentido.

Para poder, finalmente, comprender a un grupo es necesario interpretar el conjunto de lo que se dice. La pregunta central es ¿desde qué perspectiva, desde qué posición es razonable decir todas las cosas que se dicen? Si la idea del momento relacional es construir un esquema que permita ver cómo se integran los diversos elementos; la idea de la interpretación es encontrar el actor, el hablante que hace que esa integración sea posible. Implica pensar en quién sería el que construiría las relaciones de ese modo. En otras palabras, interpretar implica, de algún modo, pasar del texto dicho al actor que dice.

Esto implica dos cosas que es importante evitar cuando se realiza la interpretación:

  • La interpretación no es el resumen de lo dicho. Se podría decir que yo he ‘resumido’ la información que entrega el grupo en el momento de extracción (en el cual reduzco todo lo que se dice a un conjunto más reducido de códigos). En el resumen no hay un actor que ‘produzca’ el discurso, está el discurso producido; y la interpretación es, en cierto sentido, buscar al actor detrás del discurso, buscar al productor y no al producto. Es el trabajo del actor el que hace que un discurso sea un discurso (incluyendo en él sus coherencias y sus conflictos)[1].
  • La interpretación debe recordar quién es el sujeto que habla. Y es importante diferenciar entre lo que el sujeto expresa y lo que dice el sujeto de sí a través de sus expresiones. En particular, el sujeto expresa observaciones de diversas situaciones y actores. No es la tarea del analista ponerse al nivel de esas observaciones, porque de esas observaciones no tiene evidencia. Su evidencia es en relación al habla del sujeto, no de lo que el sujeto está hablando. Si un grupo X dice ‘lo que pasa es que en Y sucede ta cosa’ no sabemos nada de Y, sabemos de lo que X dice de Y. Por cierto, lo que dicen de Y puede ser perfectamente adecuado (los grupos que investigamos son tan observadores como el investigador y tienen sus propias formas de obtener conocimiento de la vida social); pero ello no es necesario. De hecho la incomprensión entre grupos (que lo que X dice Y no es necesariamente adecuado para entender a Y) es algo que regularmente ocurre en el campo de la vida social (y de lo cual los investigadores no están exentos, dado que ellos son también son unos X que dicen unas cosas de unos Y, sus investigados). Pero más allá de lo que el habla de X dice de Y, el habla de X siempre dice algo de X, y es eso lo que nos interesa.

Una admonición final.

Lo que hemos hecho es una simplificación, una burda simplificación, del proceso de análisis Nunca estará de más recordar que en el análisis real no se siguen estos momentos de forma secuencial, y que se confunden entre sí. Pero, recordando al Wittgenstein del Tractatus: a veces es necesario subir por una escalera que, una vez llegados al punto que nos interesa, resulta útil, pero para llegar la escalera era requerida. Esta diferenciación, por cierto, no pasa más allá de ser un intento de escalera.

Es central, creo, recordar en este sentido que el trabajo de investigación, si se hace bien, requiere un continuo ir y venir entre momentos. El significado y sentido no se lee directamente ni de una sola vez, sino que requiere ir observando y analizado continuamente y sólo volviendo sobre los propios pasos se puede, finalmente, obtener una interpretación que dé cuenta adecuada de lo que los sujetos dicen.

 


[1] Por cierto, esto, como todas las cosas que se han planteado en estas notas, implica una teoría. No estará de más mencionar que hay teorías que tienen la relación al revés: Que el discurso es el que produce al actor. Entrar en la discusión y crítica de ellas nos llevaría en otra dirección. Pero en aras de mencionar las diversas perspectivas no se puede dejar de mencionar dicha posición.

El Informe de la Comisión Internacional del Censo

Cómo la recomendación de la Comisión Internacional del Censo (disponible en esta dirección el informe completo) es muy distinta de la recomendación de la Comisión Nacional (disponible aquí) y que fue discutida en entrada en el blog en este link, en un caso se dice que los datos del censo 2012 se pueden usar y en otro se recomienda hacer un censo corto, no resultara banal comparar los análisis de las comisiones.

El análisis se puede dividir en los siguientes apartados:

Consideraciones que ambas comisiones coinciden.

Lo primero es que las dos comisiones coinciden en que las estimaciones realizadas en base a hogares no observados son inaceptables. Es la primera recomendación de la Comisión Internacional, página 59 y en el análisis se dice:

The imputation of housing units that were not observed in census field operations, and of then imputing households and persons to these imputed housing units, is not a generally recognized international practice. We find no mention of it in the United Nations Handbook on Population and Housing Census Editing (Informe Comisión Internacional, página 29)

Para un informe que está escrito en el estilo de funcionarios internacionales son palabras relativamente fuertes. En ese sentido, esa decisión -que es responsabilidad plena del anterior director del INE- ha quedado a firme como una decisión deplorable, y la salida del INE de la mencionada persona está plenamente justificada.

Lo segundo es que, aunque le da menos importancia y los desarrolla en mucho menor detalle, hay varias de las críticas que realizó la Comisión Nacional que se mantienen en la Comisión Internacional.

Por ejemplo en lo relativo a la ausencia de pre-test. El hecho que se realizara un cambio desde un censo de facto a uno de jure sin analizar mayormente las consecuencias de ese cambio fue uno de los puntos relevantes de la crítica de la Comisión Nacional y se repite en la Comisión Internacional. Esta dice:

Some aspects of field operations, such as the packing, delivery and return of census materials, are similar for de facto and de jure censuses. Other aspects, such as recruitment and training of the staff, field organization, monitoring and reporting during the enumeration are very different.
Implementation of a pilot census is a widely accepted practice and is internationally recommended (UN Principles and Recommendations paragraph 1.195). It is a main milestone to evaluate the quality of census operations (UN Principles and Recommendations paragraph 1.430).
A pilot census would have also supported to measure the level of participation and the response rate of the population, and the appropriate use of the concept of “usual resident” which characterize a de jure census (Informe página 21)

De hecho, en las recomendaciones para futuros censos se puede leer implícitamente varias críticas a la forma en que se realizó el censo por parte de la Comisión Internacional. Por ejemplo que el período de terreno no debiera superar 2 semanas (página 57) o que se de un tiempo relevante para planificar el Censo (página 60) no dejan de ser, finalmente, críticas.

Temas abordados en mayor profundidad por la Comisión Internacional

La Comisión Internacional dedica un largo espacio al procesamiento de datos para concluir que, en general, este no presenta problemas mayores (y fue uno de los pocos datos que aparece en el comunicado de prensa): Que

The report on the data capture prepared by INE indicates a data capture error rates of  0.14% for housing unit data and 0.29% for person data. These rates indicate good quality of data capture (Informe, página 58).

Ahora el caso es que eso no fue parte de los elementos de los cuales estaban centradas las dudas -sobre la calidad de las cédulas recibidas-. Que la Comisión Internacional, al revisar todas las etapas, registrara lo anterior es parte de su tarea; pero no deja de ser necesario puntualizar que la discusión del Censo verso sobre otros motivos.

Otro aspecto en que la Comisión Internacional pone más atención es en relación a las medidas correctivas que el INE ha desarrollado (o empezado a desarrollar) sobre el Censo, Y la conclusión en ambos casos es que se recomienda que ellas se detengan: Tanto la encuesta post-enumeración como la muestra de viviendas no entrevistadas. Es curioso, a decir verdad, que en ambos casos la Comisión es bastante crítica de las decisiones técnicas y metodológicas del INE. Por ejemplo, “INE developed the PCS estimation methodology which is not statistically defensible” (página 45 del Informe). No deja de ser curioso porque la misma institución que desarrolla estimaciones que no son defendibles sí parece ser capaz de realizar un censo aceptable sin por ejemplo tener una planificación adecuada (que es lo que dice la Comisión sobre el Censo 2012). Por decir lo menos, no es un informe que -de hecho- entregue mucha confianza sobre las decisiones del INE a este respecto.

Discrepancias entre comisiones.

Recordemos que aquí nos estamos centrando en el análisis no en las recomendaciones, por lo que no abordaremos la última discrepancia. En términos de análisis la discrepancia más importante dice relación con la tasa de omisión: La Comisión Nacional la estimó en un 9,3 usando estadísticas vitales.

La Comisión Internacional dice:

Demographic equation estimates of the total population of Chile as of the 2012 census may be made using vital registration numbers of births and deaths (it appears that international migration numbers may be too small to have an appreciable effect). Lacking the requisite evaluation of data quality, however, these estimates do not, based on international recommendations, provide a statistically sound basis for estimating 2012 census omission (Informe página 49)

La Comisión Internacional plantea que en general en Chile se estima que las estadísticas vitales son precisas y registran de manera exhaustiva los nacimientos y muertes. Pero que, en realidad, no hay un estudio que lo avale. Lo cual suena razonable.

Lo que quizás no es tan razonable son las conclusiones que sacan a partir de ello. Porque el problema es que la Comisión Internacional recomienda usar el censo sin tener evidencia alguna que el censo cumple con estándares de calidad, y el hecho que no sea posible calcular la omisión es ya un problema importante. Que el procesamiento de datos hecho muestre que las cédulas respondidas fueron trasladadas adecuadamente a las bases no implica que el Censo fue bien hecho cuando los problemas están puestos en otros elementos (sobre los cuales, de hecho, la Comisión Internacional no se pronuncia, como todos los problemas en el proceso de terreno que documentó la Comisión Nacional).

Más aún, como puro razonamiento técnico tiene debilidades. Porque el nivel de omisión que se calculo (9,3%) tiene consecuencias. La estimación es tan alta que para que ese calculo no indicara problemas en el censo (i.e que la omisión estuviera en estándares normales), las estadísticas vitales en Chile debieran ser extremadamente inexactas.  Una cosa es que no exista un estudio que establezca el nivel de validez de las estadísticas vitales, otra cosa es aceptar como posible una situación bajo la cual no tengan casi nula validez. En otras palabras hay que optar por dos posibilidades: (a) las estadísticas vitales están meridianamente bien hechas, y el registro de nacimientos y muertes opera razonablemente o (b) el Censo 2012 es plausiblemente válido. Pero no se pueden tener ambas cosas. De más está decir que en mi no muy comisionada opinión, la alternativa (a) me parece más probable.

En cualquier caso, uno observa una diferencia sustancial entre las comisiones en el estilo del análisis. Un caso específico puede observarse en lo relativo a la capacitación Así la Comisión Nacional desarrolla un análisis específico de las dificultades de capacitación, realizando una estimación del número de encuestadores no capacitados. La Comisión Internacional hace una observación similar, pero sintetizada al punto de ser casi críptica:

Even with 20% of staff planned as reserve, in some areas of the country many enumerators resigned during the enumeration period and some local census offices faced difficulties to replace them (Informe página 21)

Esa diferencia en el nivel de exhaustividad del análisis, y de la presentación de él, es recurrente a lo largo del informe de la Comisión Internacional.

En conclusión.

En última instancia, creo que las Comisiones tienen recomendaciones distintas porque sus criterios eran diferentes. El baremo de ‘la información es útil’ es más bajo que usar como criterio el ‘la información es válida’. La Comisión Internacional se centró en la primera pregunta, la Comisión Nacional en la segunda. Los antecedentes para decir que el Censo es válido son escasos y débiles; pero ello no obsta para que, con mucho cuidado, algo de utilidad tengan.

NOTA: Tengo la impresión, pero esto es puro mal juicio mío, que la diferencia es una de expectativas también. La Comisión Internacional no nos evalúo a nosotros con un baremo muy alto -‘de todas formas algo se puede usar’. No estoy seguro que  hubieran evaluado con la misma mano si hubieran encontrado estos problemas en un Censo de país desarrollado. Pero, claro, al fin y al cabo; un país desarrollado no llama a una Comisión Internacional para que le digan como se hace el Censo.

 

Las Encuestas tras la elección de Noviembre del 2013.

Mi idea de hacer una entrada sobre el temas de las (vilipendiadas) encuestas y los resultados de la elección del domingo 17 se facilitó enormemente por el hecho que Kenneth Bunker en TresQuintos.com, al evaluar los pronósticos de la elección (incluyendo el suyo) mostró algunos cuadros resumen de lo que sucedió con las encuestas.

El cuadro más relevante para analizar la situación de las encuestas es el tercero de la entrada que comentamos que es el siguiente:

Errores de encuestas en elección

El pronóstico de TresQuintos se basa en un modelo de agregación de los resultados de encuestas (usando un modelo bastante más complejo que un simple promedio en cualquier caso, se usa Bayes, simulaciones de MonteCarlo, se ajuste por varios parámetros etc.). Ahora, dado que usa las encuestas como insumo y no es un pronóstico independiente, no sirve para responder la pregunta de si las encuestas lo hicieron bien, que es lo que nos interesa aquí.

El dato ‘predicho’ por cada encuesta corresponde al porcentaje de preferencia por candidato sobre el total de preferencias declaradas en esa encuesta, que es equivalente a cómo funciona el sistema electoral: En el que sólo se cuentan los votos válidamente emitidos para calcular porcentajes (En ese sentido, el valor CEP de Bachelet es de un 60% por ejemplo). Se puede discutir si esto es o no adecuado, pero dado que replica cómo funciona el sistema no parece ser completamente inadecuado.

Más allá de los preliminares, podemos observar que la situación no es tan compleja como pudiera parecer a primera vista. Conecta se mantiene dentro o cerca del margen de error en todos los casos, Opina y La Segunda tienen errores relevantes en un candidato (Bachelet y Matthei respectivamente). Por otro lado, las encuestadoras grandes sí tienen diferencias importantes -CEP e Ipsos. Ahora bien, dado que hay una diferencia entre la fecha de las encuestas y la fecha de la elección, una diferencia de resultados es esperable porque entre medio bien puede cambiar la realidad (i.e que a la fecha de la encuesta la diferencia con el valor real era menor, y que los altos valores de diferencia sean además producto de una diferencia en la realidad). En otras palabras, los resultados no quieren decir necesariamente que CEP estuviera equivocado en la encuesta de Octubre.

Lo que sí quieren decir es que (a) efectivamente resulta posible tener buenos estimadores de una elección bajo voto voluntario y que (b) queda todavía harto trabajo que hacer para disminuir los errores. Pero esto requiere hacer investigación metodológica, en por ejemplo ¿que tipo de preguntas son adecuadas para filtrar votantes? Dado que las distintas encuestas no hicieron las mismas preguntas para ello bien serviría para evaluar cual funciona mejor -aunque, claro está, requeriría que los cuestionarios fueran públicos, lo que no siempre ocurre, pero parece ser -si queremos mejorar las estimaciones- necesario.

Finalmente, un excurso: Un modelo de agregación bien hecho debe dar menores errores que cada encuesta en particular. Recordemos que cada encuesta extrae una muestra de todas las muestras posibles, y que si no hay sesgo y son aleatorias el promedio de la distribución de todas las muestras es equivalente al promedio del universo. Ahora bien, agregar es análogo a extraer más muestras de esa distribución y por lo tanto a acercarse al promedio del universo. Lo anterior, por cierto, que simplifica mucho del trabajo de un modelo agregado (en que hay que corregir por los sesgos, tomar en cuenta varios parámetros, y por cierto no es exacto decir que son varias muestras del mismo universo); pero nos explica la utilidad y relevancia de ese trabajo: Si se construye un buen modelo, entonces tenemos una alta probabilidad de tener un mejor pronóstico que el que entrega cada encuesta por separado, que es lo que interesa finalmente.

La derecha perdió la elección de Noviembre del 2013.

Usualmente no comento política en este blog, pero dado las cosas que he leído entre comentarios en medios y en redes sociales, supongo que no estará de más recordar algunas cosas:

  • La votación presidencial de la derecha es la peor desde 1993. De hecho, Matthei tuvo menos votos que Alessandri Besa, aun cuando su porcentaje es levemente superior. E incluso sumando Matthei con Parisi se logra un porcentaje que es el peor desde 1993.
  • La situación de las parlamentarias es incluso más clara: Pasó de tener un 45% el 2009 a un 36% en diputados, paso de 58 a 48 diputados, y perdió cerca de 600 mil votos. En cualquier parte esto sería señal de derrota clara y debieran rodar cabezas en las dirigencias. De hecho la posibilidad de defender las leyes orgánicas depende de un hilo (a la Nueva Mayoría le falta 1 o 2 votos por cámara para hacerlo, y por primera vez desde 1989 ello no requiere negociar con la derecha).

Más aún, el hecho que exista una segunda vuelta sólo se debe a la votación de las candidaturas de izquierda fuera de Nueva Mayoría (si se suma MEO, Claude, Sfeir y Miranda se alcanza un 17,4% y alrededor de 1.150 mil votos) que tuvo su mejor desempeño electoral en todos estos años (y si alguien pregunta el 20% de MEO en la presidencial del 2009, en ese caso no era sólo voto de izquierda, el perfil de votante Parisi en ese año también fue parte de ese 20%). El hecho que la izquierda fuera de la Concertación, o sea sin incluir a ningún partido tradicional de izquierda o centro-izquierda, haya estado a 500 mil votos de la representante de la Alianza es algo que nunca había ocurrido desde el retorno de la democracia. En términos parlamentarios, esa misma izquierda pasó del 4,6% al 11,6% y de 300 a 720 mil votos (y esto sin contar candidatos fuera de lista que son de esa tendencia). O más casuístico: que los dirigentes sociales hayan obtenido muy buenas votaciones, y que 5 de ellos hayan sido electos a la Cámara de Diputados también es relevante para mostrar esa fuerza. (Y todo eso sin pensar siquiera que el PS o el PPD puedan ser considerados de izquierda).

Entonces, la votación de izquierda la que produjo 2a vuelta y ese es un cambio fundamental dado que fue la derecha la que estuvo armando esa 2a vuelta anteriormente: El crecimiento de la votación de Lavín en 1999; el hecho que Lavín y Piñera obtuvieran más votos que Bachelet el 2005; o que Piñera fuera primera mayoría relativa el 2009. Que exista segunda vuelta con la peor votación de la derecha en 20 años se debe precisamente a esa votación de izquierda que estamos mencionado.

En otras palabras el discurso (como el de Peña) que la elección fue una de resultados moderados, que indican un voto pro-institucional es una lectura muy errada de los resultados. Hablar que el hecho que Bachelet no arrasara en primera vuelta no es una muestra de voluntad para cambios relevantes cuando lo que evito ese resultado fue la votación que quiere más cambios es tan claramente equivocado que no hay mucho que decir. Hablar que se requiere morigerar discursos y dirigirse al centro es incluso mayor muestra de falta de análisis: Esta no es la elección de 1999 (o 2005) cuando esa búsqueda tenía sentido; hoy no son esos votos los que están en juego o los que decidirán la 2a vuelta.

La votación del 17 de Noviembre -la disminución de la votación de la derecha, en particular las pérdidas de la UDI, el aumento de la votación de izquierda, el hecho que los representantes de los movimientos sociales hayan sido elegidos sin problemas etc.- implicó un desplazamiento importante de la votación hacia la izquierda. Y claramente implicó una derrota importante de la derecha.

Frente a ello, claro está, aparece la interpretación del que no fue a votar. En la lectura del poder establecido ellos son ‘posibles’ votantes, y son moderados y todas esas cosas. Pero no es plausible que voten en 2a vuelta, ya tenemos experiencias de 2a vuelta y en general no cambia mayormente la votación. ¿Por qué alguien desinteresado podría interesarse ahora? Y pensar que ellos son gente moderada es tan antojadizo como aquellos que los ven automáticamente como representantes de un malestar con la política. En cualquier caso, están más allá de la votación, de la política y de sus preocupaciones.

La lectura de 2a vuelta es para moderar, y en general de esconder la derrota de la derecha es, al final, una lectura interesada en plantear que no es necesario ni relevante hacer reformas profundas. Lo cual podrá ser muy razonable pero el caso es que el movimiento de la elección no tiene ese sentido.

 

NOTA: En cualquier caso, esto muestra algo que ya debiera estar claro: En Chile el voto voluntario favorece a la izquierda. Y esto porque al final bajo esas condiciones aparece un voto que es más político, y la izquierda es más política como tal que otras tendencias (i.e es parte de sus creencias básicas darle importancia a esa esfera). El carácter político más que personal también es lo que está detrás que el Bacheletismo como fenómeno electoral no existe. La popularidad personal, que no deja de ser un capital relevante al fin y al cabo al gobernar, no se traduce en votos: Michele Bachelet obtuvo los votos que obtuvo su coalición.

Sobre la transdisciplina en Ciencias Sociales

En el Doctorado de Ciencias Sociales a fin de mes se realizará un seminario interno sobre el tema de la interdisciplina, transdisciplina y similares. No estará de más hacer algunos comentarios al respecto.

Lo primero es en torno a qué se puede pensar como transdisciplinar. A este respecto creo relevante distinguir lo que es imperialismo disciplinar de la transdisciplina. En ambas circunstancias podemos decir que no existe reconocimiento de fronteras disciplinarias y hay la idea que una sola disciplina o proyecto intelectual puede ocupar todo el campo de las ciencias sociales. En otras palabras, en ambos caso se investiga cualquier ámbito de la vida social sin mayor preocupación por las fronteras disciplinares.

Pero en realidad la transdisciplina debiera ser algo distinto. Debiera implicar al menos una condición de confluencia o diálogo entre las diversas tradiciones que existen al interior de las Ciencias Sociales. En el caso del imperialismo disciplinar hay unidad en los temas pero claramente resulta posible identificar desde donde se está hablando -se usan las referencias bibliográficas y las tradiciones de una disciplina. Ocupar una perspectiva esencialmente sociológica o económica no constituye transdisciplina; sino esta existe sólo en tanto se usan las distintas perspectivas -sin preocupación por de qué disciplina provienen.

En torno a la transdisciplina el Seminario hace varias preguntas, que esbozaremos algunas respuestas a continuación. En cada caso se intentará responder desde la práctica de investigación real en ciencias sociales, en el entendido que incluso para la tarea crítica resulta un momento indispensable partir de dicha práctica.

¿Hasta dónde alcanza, como en las ciencias naturales, la separación en disciplinas sociales autónomas?

En la práctica real de las ciencias sociales la separación uno podría decir es incluso mayor diría a las ciencias naturales (donde, por ejemplo, la química está profundamente enraizada en la física; y al menos parte de la biología están altamente asociadas a la química). Pero en ciencias sociales, un economista bien puede dedicarse a trabajar temas que también trabajan sociólogos u antropólogos u otros cientistas sociales sin una revisión siquiera somera de la literatura al respecto. Y lo mismo sucede en las otras ciencias.

Esto a pesar que temáticamente la separación no es demasiado amplia: la mayor parte de los temas concretos de investigación de hecho son tomados por casi todas las disciplinas de las ciencias sociales. Pero al mismo tiempo se mantiene la separación de las tradiciones disciplinares.

Frente a ello uno podría declarar que, como por ejemplo lo defiende Wallerstein, que hay que reemplazar todas las disciplinas por una sola: unas ciencias sociales históricas en su caso. Y al existir una tradición conjunta no se produciría esa separación de varios investigadores trabajando un tema sin comunicación. Ahora, el caso es que dados sus recursos institucionales (y con los respectivos defensores de las barreras) es difícil que las barreras puedan disolverse. Pero si creemos que al menos la disminución de las barreras disciplinares es una ayuda relevante para el conocimiento de la vida social; entonces al menos el dictamen de demandar el conocimiento de las distintas tradiciones disciplinarias y hacerlas discutir en la investigación concreta es, aun siendo muy menor, un remedio mínimo para dicha situación.

¿Existen distintos métodos entre la antropología, la psicología, la sociología, la ciencia política, la economía, la geografía y las relaciones internacionales?

Si nuevamente partimos de lo que sucede en la práctica de investigación existente, entonces claramente los métodos son distintos: los antropólogos no investigan como lo hacen los economistas, y la forma de investigación de un sociólogo difiere de la del cientista político. Estas  diferencias no sólo son al nivel de, por decirlo de algún modo, los paradigmas de investigación (que difícilmente una revista de economía publicaría un paper etnográfico por ejemplo), sino a las operaciones específicas. Pocas disciplinas comparten la concentración en métodos comparados de la ciencia política, y si bien tanto sociólogos como antropólogos usan métodos cualitativos, pocos sociólogos se dedican a la etnografía.

Al mismo tiempo. dado que todo tema es tratado por cualquier ciencia social, en general a todo tema se ha aplicado cualquiera de los métodos desarrollados en estas disciplinas. Por decirlo de alguna forma, todo se puede estudiar con cualquier método. Por lo tanto la práctica nos dice que hay métodos distintos entre economía y sociología, pero que cualquier método puede usarse en un ámbito específico.

¿Qué implica lo anterior para una perspectiva que se pretenda transdisciplinar? Implica que las ciencias sociales son inherentemente pluralistas en lo que se refiere a métodos y aproximaciones. Pase lo que pase en las discusiones metodológicas, el caso es que siempre existirán diversas formas de estudiar cualquier tema. Ahora, de eso uno podría sacar como conclusión que sí toda técnica sirve para analizar cualquier ámbito entonces las técnicas son equivalentes, i.e no hay razón intrínseca para usar una u la otra. Pero eso sería una lectura insuficiente. Porque de su universal aplicabilidad no se sigue que no aborden o alumbren aspectos distintos de cada ámbito. Por ejemplo, no se investiga lo mismo si analizando el mismo tema se hacen grupos de discusión o etnografía.

Por lo tanto resulta necesario, que cada investigador salga de su zona de comodidad y explorar las prácticas de investigación de otras disciplinas. En otras palabras, dado que siempre para todo tema que desee estudiar hay otras formas de hacer el estudio distintas de las que indica su propia disciplina, y como esos modos y técnicas permiten iluminar aspectos diferentes de los que está habituado, entonces al menos revisar esas otra formas resulta ineludible.

¿Qué no es trandisciplinar en la investigación en ciencias sociales?

Usando la distinción que hemos mencionado al inicio, en general la investigación en ciencias sociales no es transdisciplinar porque un investigador de la disciplina X si bien puede investigar prácticamente cualquier ámbito lo hace fundamentalmente usando las aproximaciones de su propia disciplina.

Ahora ¿qué procesos llevan a esta situación? Se puede pensar que la respuesta está en la especialización. Pero la especialización como tal no es impedimento para la transdisciplina: dos sub-disciplinas muy especializadas pueden conectarse a su vez. La especialización, precisamente al limitar la cantidad de investigaciones a revisar, se puede plantear que permitiría de hecho mayor conexión a ese nivel. Por cierto que si la especialización fuera per se enemiga de la transdisciplina no habría forma de lograr transdisciplina dado que la especialización es una tendencia relativamente ineludible –la simple cantidad de investigación realizada la vuelve relativamente indispensable. De hecho las ciencias naturales tienen más conexiones disciplinares, y ahí la especialización es mucho mayor, por lo que es poco probable que allí encontremos la respuesta.

El contraste entre ciencias sociales y ciencias naturales nos puede dar una pista al respecto: La distinta situación que ocupan las ciencias sociales dentro de las ciencias: una en que perpetuamente tienen que estar defendiendo y legitimándose, no disfrutando de la posición de ciencia establecida de las ciencias naturales. La situación de la biología, debido a la evolución, y de las ciencias de la tierra, debido al cambio climático, es algo diferente; pero en ambos casos los ataques provienen desde fuera de las ciencias –amenazas muy graves en términos prácticos pero no tanto en términos conceptuales; mientras que las ciencias sociales su estatus como ciencias es algo perpetuamente en discusión. Luego, en disciplinas bajo discusión la defensa de su carácter como disciplina (mostrando la necesidad/superioridad de su perspectiva) es parte de sus operaciones. Y ello no representa el mejor de los escenarios para desarrollar un espacio para una reducción de las barreras disciplinares.

Si se observa lo que sucede en la historia puede encontrar una situación que fortalece esta idea. Porque nos encontramos entonces ante una disciplina que, con todo lo periférica que se puede decir, no tiene el problema de justificar su existencia como tal; y que al mismo tiempo ha tenido una fuerte apertura ante otras disciplinas (aunque esto siempre ha generado discusiones, en última instancia la historia ha estado incorporando conceptos, teorías y métodos cuando ha resultado útil de cualquier disciplina de las ciencias sociales a partir del siglo XX). El hecho que esa incorporación no amenace a la disciplina como tal permite entonces a la historia ser, finalmente, lo más cercano a la transdisciplina que existe efectivamente en las ciencias sociales.

¿Cómo ha de articularse la formación disciplinar, necesaria, y la práctica transdisciplinar?

La formación de pregrado es disciplinar, y más allá de si es necesario que lo sea, podemos darlo como un hecho de la causa: Esa formación seguirá siendo disciplinar. Incluso si se diseñaran programas transdisciplinares lo más probable es que sencillamente se sumaran al conjunto como otra disciplina. ¿Cómo se pasa de una formación disciplinar a una práctica que quiebre con las barreras disciplinarias?

(1)    Que el paso mínimo es que toda investigación ha de conocer las diversas herramientas que el conjunto de las ciencias sociales pone a disposición en el ámbito a investigar (incluyendo tanto herramientas conceptuales, metodológicas y de resultados de investigación). Pero en este paso la concepción de la pregunta de investigación sigue siendo disciplinar. En otras palabras, es desde una disciplina que se concibe el estudio y luego se procede a observar el conjunto de las ciencias sociales.

(2)    Que un paso ulterior es que la concepción de la investigación se hace desde una discusión con las distintas tradiciones existentes sobre el ámbito a investigar, sin distinción de disciplinas al respecto.

Insistir en la práctica disciplinar en la realización de ese primer paso mínimo ya representa una forma de articulación. En la medida que además en la práctica se demande el contacto y conocimiento con otras disciplinas se puede avanzar en el paso siguiente -que deja más cerca de una situación transdisciplinar.

En general, más allá de si el llamado a una transdisciplina tiene sentido o no, la idea de salir de la propia disciplina hacia otras perspectivas siempre tiene sentido; y buscar formas de instalarlo en las propias prácticas resulta necesario.

 

Sobre algunas concepciones de la crítica en Ciencias Sociales

Una concepción que se suele encontrar, desde los practicantes más insertos en la práctica de ciencias sociales a grandes teóricos (en Bourdieu se pueden encontrar a veces frases de ese estilo) plantea que la sociología como crítica funciona del siguiente modo: Al desenmascarar la ideología que subyace a cualquier situación social, al mostrar que una situación dada es producto de procesos sociales y no algo ‘natural’; produciría una crisis en la reproducción de las estructuras que perderían su sustentación. Al darse cuenta los grupos que la doxa es doxa (para hablar en Bourdiano), o eliminar la reificación y naturalización de lo social, entonces sería posible cambiar la sociedad. Y es por ello que las ciencias sociales serían peligrosas para el poder. Y si no las ciencias sociales, entonces parte de ella, las que no han sido cooptadas por el poder, y permiten que los sujetos se muestren a sí mismos.

A todo ello Carlos Marx, que algo sabía de críticas, decía lo siguiente al inicio -en el prólogo-de La Ideología Alemana:

Hasta ahora, los hombres se han formado siempre ideas falsas acerca de sí mismos, acerca de lo que son o debieran ser. Han ajustado sus relaciones a sus ideas acerca de Dios, del hombre normal, etc. Los frutos de su cabeza han acabado por imponerse a su cabeza. Ellos, los creadores, se han rendido antes sus criaturas. Liberémoslos de los fantasmas cerebrales, de las ideas ,de los dogmas, de los seres imaginarios bajo cuyo yugo degeneran. Rebelémonos contra esta tiranía de los pensamientos. Enseñémoslos a sustituir estas quimeras por pensamientos que correspondan a la esencia del hombre, dice uno, a adoptar entre ellos una actitud crítica, dice otro, a quitárselos de la cabeza, dice el tercero, y la realidad existente se derrumbará.

Estas inocentes y pueriles fantasías [enfásis JJ] forman el meollo de la filosofía neohegeliana en boga [….]

Un hombre listo dio en pensar que los hombres se hundían en el agua y se ahogaban simplemente porque se dejaban llevar de la idea de la gravedad. Tan pronto como se quitasen esta idea de la cabeza, considerándola por ejemplo como una idea nacida de la superstición, como una idea religiosa, quedarían sustraídos al peligro de ahogarse. Ese hombre se pasó la vida luchando contra la ilusión de la gravedad, de cuyas nocivas consecuencias le aportaban nuevas y abundantes pruebas todas las estadísticas. Este hombre listo era el prototipo de los nuevos filósofos revolucionarios alemanes”

Hay muchos problemas con el marxismo, que finalmente llevan a que no funciona: Su hegelianismo, una idea limitante (economicista si se quiere) de lo que es producción, el uso de la teoría del valor-trabajo, etc. Pero la perspectiva básica, el materialismo histórico si se quiere, sí tiene mucho sentido para las ciencias sociales. O quizás para decirlo de otro modo: quizás lo que se requiere en la actualidad en las ciencias sociales es una reformulación del materialismo histórico, recordando que ella es una perspectiva, una forma de enfrentar el estudio de la vida social, que no necesariamente está ligada a la formulación precisa de Marx.

 

La Adquisición de la Continuidad en la Historia

La caída de una civilización, la caída de imperios, es un tema que genera interés. Ciudades en ruinas, escrituras indescifrables son algunas de las imágenes asociadas y repetidas a lo largo del tiempo.

Sin embargo, cabe encontrar algunas diferencias importantes en relación a dichas caídas. Una de ellas es que hay civilizaciones que han debido ser redescubiertas y otras que no. Antes del nacimiento de la arqueología moderna prácticamente toda la historia del Medio Oriente Antiguo era desconocida; y de la civilización egipcia, si bien nunca completamente olvidada, se olvidó completamente la escritura; y y hoy sabemos cosas de la civilización micénica que los antiguos griegos no podían siquiera barruntar; todavía no se descifran los signos de la antigua civilización del Indo (y eso sin contar las civilizaciones del Nuevo Mundo, donde para dar el caso más claro, la escritura maya sólo ha sido realmente descifrada en las últimas décadas del siglo XX). Por otro lado, nunca hubo que descifrar el latín -ni la lengua ni los signos fueron olvidados- ni el Imperio Romano fue olvidado como tal (como la derivación de títulos a partir del nombre de César atestigua). Incluso en una ‘decadencia’ clásica y donde se perdieron muchos elementos de esa tradicción (Occidente recuperó Aristóteles a partir de los árabes, varios autores fueron recuperados a partir del Renacimiento) y donde hay varios espacios donde la vida urbana se resintió hasta prácticamente desaparecer, siempre existió cierta continuidad básica. En última instancia, hubo que redescubrir y redescifrar Gilgamesh no la Ilíada.

¿Cuando y cómo se adquirió esa continuidad?

Una situación crucial en la historia mundial es la que ocurre en los dos primeros siglos de nuestra era. Si observamos desde Europa Occidental al Extremo Oriente aparecen varios imperios que entre ellos se reparten la tierra civilizada del Viejo Mundo (el Nuevo Mundo andaba en su propia línea y dichas civilizaciones fueron truncadas en su desarrollo) y que además en general son contiguos: el Imperio Romano, el Imperio Parto y luego el Sasánida en el Medio Oriente, en la India el Imperio Gupta y la Dinastía Han en China. Si bien no son estrictamente contemporáneos, el Imperio Gupta nace cuando la Dianstía Han está cayendo en la primera mitad del siglo III, si en general están bastante cercanos; y en particular la dinastía Han y el Principado en Roma son estrictamente contemporáneos. Es en general a la cultura existente en esos siglos a lo que posteriormente se ha reconocido como período clásico en esas tradiciones. Esa cultura clásica no se refiere a la cultura creada en esos siglos, sino a la tradición que se venía formando desde los 500 AC aproximadamente, pero qe era la tradición existente en los años que discutimos.

En general, por muchos vaivenes posteriores esos períodos -y con ello las religiones, la literatura, la escritura- no han tenido que ser redescubiertos (si bien han existido renacimientos de esos patrimonios clásicos, pero ellos se han basado en que no ha existido un olvido absoluto). Nadie cree en los dioses griegos y romanos, pero los nombres de Zeus y Júpiter no fueron por ello desaparecieron.

La probable excepción a ello sea la tradición imperial persa -que a su vez se puede pensar como el último brote, aun cuando muy distinto era al menos derivado, de las antiguas civilizaciones mesopótamicas (representadas por el Imperio Sasánida): la irrupción del Islam implicó una ruptura muy fuerte: con reemplazo total de escritura, con desaparición de la religión zoroastrista etc.) Pero aunque el olvido no fue completo, e Irán nunca se ha olvidado que tuvo un imperio y mantuvo de hecho su idioma (que no fue reemplazado por el árabe), la irrupción de la más reciente de las religiones universales de salvación tuvo el impacto y ruptura más fuerte.

La mención del Islam en el párrafo anterior es interesante, porque en cada una de esas tradiciones podemos observar como la cultura ‘clásica’ se enfrento con una religión universal de salvación, que puso en entredicho a dicha tradición. Si observamos desde menor a mayor impacto en cada una de esas zonas podemos encontrar:

  1. En el caso indio la nueva religión (el budismo) se expandió en su lugar de origen, pero finalmente ha tenido mayor impacto fuera de él y en India propiamente tal perdió influencia. La tradición clásica en el núcleo geográfico tuvo una respuesta claramente exitosa y logro mantenerse. Si bien no incólume, siempre se pueden detectar cambios, de todas formas representa el espacio donde menos impacto tuvo la nueva religión de salvación
  2. En el caso de China, y las zonas aledañas, se experimentó de manera muy fuerte el impacto del budismo. Este se expandió y se adaptó localmente (por ejemplo durante los Tang en China), de forma que se ha instaurado de manera permanente como parte del espacio cultural y ser parte de la tradición de esas zonas. Por otra parte, una fuerte reacción de la tradición clásica -por ejemplo, el neoconfucionismo en la dinastía Song- que logro reinstaurarse como el eje cultural (ayudado por el hecho que la religión universal se veía como algo extranjero) de esa zona. Pero esta restauración no impidió que la religión de salvación correspondiente efectivamente también, al final, fuera reconocida como parte de la tradición cultural propia, digamos, budismo Chan (China), Zen (Japón).
  3. En el área europea el cristianismo fue la religión universal de ese espacio, y claramente aquí tenemos un impacto mayor: Esta religión desplazó a las religiones anteriores y la tradición clásica tuvo que adaptarse  esta nueva religión (y así durante un buen tiempo los autores clásicos no olvidados fueron aquellos que podían subsistir bajo esta nueva religión). Sin embargo, la tradición clásica, como ya lo hemos mencionado, siguió existiendo; y también se han dado momentos de recuperación de esta tradición. Al igual que en el caso chino, entonces, podemos ver la coexistencia de la nueva religión de salvación con la tradición clásica, pero aquí el eje central pasa por la nueva religión. Múltiples factores pueden aducirse para explicar lo anterior (no el menor que la nueva religión se transformó en la religión oficial del Imperio, y que tenía su centros principales al interior del área)
  4. Finalmente, el caso del Medio Oriente, donde la nueva religión de salvación -el Islam- hizo una ruptura mucho mayor con las tradiciones anteriores, que en buena parte de los casos fueron olvidadas y reemplazadas por una nueva religión, escritura e idioma. El olvido de las tradiciones clásicas correspondientes no fue completo: Los árabes no olvidaron a los griegos (y recordemos que una parte no menor del espacio ocupado por ellos era espacio helenístico) ni los iraníes olvidaron completamente a los imperios persas anteriores, pero el cambio fue mucho mayor. El occidente latino leía a los clásicos en latín; y el occidente griego en griego; pero los árabes lo leían en traducciones al árabe. El occidente latino siguió escribiendo en caracteres romanos, el griego en su respectiva escritura; pero el mundo árabe no siguió usando las escrituras anteriores. En algún sentido, es el caso inverso del caso indio: En la relación cultura clásica / religión universal hubo un triunfador claro -aun cuando algún impacto este tuvo de la otra opción.

Los resultados de esas dinámicas culturales, en cierto sentido, todavía están con nosotros. En ese sentido existe cierta continuidad cultural en la historia: A partir de esos años, en general, más allá de los vaivenes de las sociedades y sus imperios, no ha sido necesario redescubrir civilizaciones olvidadas. Se ha adquirido continuidad.

La frase ‘adquisición de continuidad’ puede parecer exagerada. ¿No puede perderse en el futuro? Al fin y al cabo, varias de las primeras tradiciones civilizadas -la egipcia y la mesopotámica- duraron varios milenios, y bien podrían haber ellas pensado que no serían olvidadas: Se sabía que había momentos de disrupción, cuando los imperios caían, pero se seguía usando la escritura y creyendo en los dioses. No se puede dar por garantizada la continuidad, y si culturas de 3 milenios (como la mesopotámica) pueden desaparecer, porque no la tradición occidental que ha durado algo similar (si contamos la cultura clásica como parte de esa tradición, como aquí de hecho estamos haciendo, tiene algo más de 2.500 años).

Una de las diferencias, que fue la razón por la cual mencionamos la situación del siglo III (entre el 200 y el 300), es la pérdida del aislamiento cultural: El contacto entre las distintas tradiciones hace más difícil su olvido completo. Incluso si todo la tradición occidental hubiera desaparecido, los tradición árabe se hubiera encargado que no fuera completamente olvidada; incluso si toda la tradición india hubiera terminado, el budismo en la zona china se hubiera encargado que esa tradición no hubiera desaparecido completamente. Al mismo tiempo, la emergencia de religiones universales de salvación -que se dedican a la conversión finalmente-, también hace que al menos las tradiciones asociadas a ellas tengan difícil desaparición: la tradición occidental vive doquiera existan cristianos (por cierto, no es necesario ser cristiano para ser parte de esa tradición, pero siendo el cristianismo parte de ella, la conserva), y los musulmanes o budistas se encargan de lo mismo sobre sus respectivas tradiciones.

Eso no hace imposible el olvido, pero sí lo hace más difícil. Al menos en el sentido, que para que exista un olvido completo -al nivel que se olvide la historia, el lenguaje y la escritura- ese debe ser global. Y las ‘catástrofes’ globales, si bien no imposibles -y nuestra época bien debiera saberlo- son, al menos, menos probables que las ‘catástrofes’ más locales.

El crecimiento y la Clase Media

Los datos de la entrada anterior sobre crecimiento en Chile (link aquí) pueden servir para complementar y reforzar una observación que había hecho anteriormente, muy anteriormente el año 2011 (link aquí), sobre la autoidentificación de Clase Media: Que el crecimiento del país había implicado un aumento del estándar de vida que se traducía en que alguien de deciles bajos de ingreso tuviera el mismo estándar que alguien de deciles bastante más altos de hace décadas pasadas. Y que la única forma de poder describirse a sí mismo es pensando que es clase media (porque vive como vivía antes la clase media, que es un parámetro de comparación).

Los datos de la entrada anterior refuerzan esa impresión. Los datos esenciales son los siguientes:

  • En 1980 el ingreso promedio (medido en dólares internacionales de 2005 en PPP) era de 5.639 y en 2012 era de 15.836
  • El ejercicio de distribución por deciles indicaba que en 2011 que el decil 8 tenía 15.734. O sea que el decil 8 tiene el ingreso promedio
  • Asumiendo que en 1980 tenía una distribución del ingreso no muy distinta que el 2012, uno podría pensar que lo anterior también ocurría en 1980. O sea que el decil 8 tenía el ingreso promedio de la época (5.639)
  • De acuerdo al mismo ejercicio, el decil 3 tiene un ingreso de 5.446 dólares el año 2011.

Estas estimaciones no son muy precisas, pero a grandes rasgos no debieran estar muy equivocadas. Y si están correctas, entonces en esos 30 años las personas que actualmente están en el decil 3 tienen el ingreso que en 1980 tenía el decil 8. Y es eso lo que impele al decil 3 -por muy vulnerable y frágil que sea- a pensarse como clase media. Más aún si consideramos el cambio tecnológico que ocurrió en el intertanto (y que hace posible más bienes disponibles a igual ingreso).

Por otro lado, es otra forma de plantear el cambio que implicó ese crecimiento decir que el C2 de hoy vive como vivía el D de cuanto tus padres tenían tu misma edad (asumiendo alrededor de 30 años como distancia entre padres e hijos).

El crecimiento del PGB per capita en PPP en Chile. 1980-2012

Para algo que sirvan las organizaciones del capitalismo internacional. Usando la base de datos del Banco Mundial (aquí el link) se pueden hacer varias cosas. Una de las más sencillas es simplemente analizar el crecimiento del PGB per cápita.

Esto porque circulan varias cifras, pero en muchos casos no se toma la mayor atención a cosas básicas, como por ejemplo en usar valores reales en vez de nominales (que suele producir problemas mayúsculos). Pensemos en la repetida afirmación del desarrollo como equivalente a 20.000 dólares que olvida especificar dólares de que año (la idea esa ya fue dicha a principios de este siglo, y claro 20.000 dólares del 2.000 no son iguales a los del 2.013). Y además está el asunto de usar la estimación transformando al valor del cambio del dólar o usando el método PPP.

En el análisis realizado el indicador es el siguiente: GDP per capita, PPP (constant 2005 international $). Hemos usado la serie entre 1980 y 2012 porque ese indicador sólo está disponible desde ese año, pero de todas formas son 32 años de análisis. Serán de utilidad. Los datos excel obtenidos del Banco Mundial están en el archivo Excel disponible en este link.

¿Y qué se puede decir?

(1) Chile ha crecido desde 5.639 dólares el año 1980 a 15.836 el 2012, que es un crecimiento de 181%, o sea en 32 años ha casi triplicado el per cápita.

(2) Sucede que, en comparación con otros países de América Latina, ha mejorado su posición comparativa: En 1980 tenía un ingreso inferior a Argentina, Uruguay, Brasil, México, Perú y algo superior a Colombia. El 2012 el ingreso era superior a todos ellos (Argentina al menos hasta el 2007 que es cuando la serie se interrumpe en los datos del Banco Mundial).

(3) Y sucede que se ha acercado a los países desarrollados. El año 1980 representaba el 27% del ingreso de Alemania o el 22% de Estados Unidos, y el año 2012 representaba un 46% del ingreso alemán y un 37% del ingreso norteamericano. Con todo, no alcanza los ingresos que esos países tenían el año 1980 (que era de 20.861 en el caso de Alemania y 25.510 en Estados Unidos).

(4) ¿Y pensando en la comparación con Portugal que tan común ha sido entre algunos. Cuando la comparación se hacía a principios del siglo, bueno Portugal tenía 20.000 dólares de ingreso, que todavía no alcanzamos. Si podemos decir que Chile tiene ahora un ingreso superior al de Portugal en 1980 -que era de 12.208.

Y como las cosas requieren un gráfico, he ahí uno:

 Evolución PGB per cápita en varios países de América Latina. 1980-2012
(PPP, dólar internacional constante 2005)

Grafico_evolucion_ingresos

Por lo tanto, ¿ha crecido Chile? Si, y no se puede negar que el crecimiento ha sido alto, y que se ha acercado al ingreso de un país desarrollado -aun estando todavía lejano. De ahí no faltara, es cosa de recordar algunos discursos en la actual coyuntura, quien concluya que las cosas funcionan y que se está en el buen camino. Pero no olvidemos que los promedios en países de alta desigualdad esconden muchas realidades. No es tan sólo que estemos a 5.000 dólares del ingreso de un alemán promedio del año 1980 sino que dada la distribución del ingreso el porcentaje de la población a la cual le falta bastante más que esa cifra para llegar a su equivalente alemán (percentil a percentil) no deja de ser importante. En otras palabras, incluso cuando llegáramos a ese ingreso un segmento significativo de la población tendría un ingreso inferior.

En ese sentido, me interesaría que el lector se fijara en otra línea del gráfico: Uruguay tiene un ingreso promedio inferior, pero la distancia no es tan alta, de hecho ha tenido en la última década un mayor crecimiento que Chile, y al mismo tiempo tiene una desigualdad bastante menor que Chile. Lo cual lleva a la pregunta de si comparamos percentil a percentil de la distribución de ingresos, ¿cuantos chilenos viven peor que un uruguayo equivalente? Los datos directos para ello no existen pero uno puede hacer una aproximación: Sabemos el ingreso medio (los datos del Banco Mundial que ya vimos) y conocemos la distribución del ingreso por decil (a través de la CEPAL, el link al cruce aquí), eso nos permite estimar el ingreso de cada decil. Y eso nos da, para el año 2011, la siguiente tabla:

Ingreso per capita por decil de Ingreso para el año 2011, Chile y Uruguay
(con dólares internacionales del año 2005, PPP)

Decil Chile Uruguay Diferencia
1 2.421 2.936 -515
2 4.236 4.804 -568
3 5.446 6.138 -692
4 6.657 7.740 -1.083
5 8.170 9.074 -904
6 9.683 10.942 -1.260
7 12.103 13.078 -974
8 15.734 16.280 -546
9 22.996 21.351 1.645
10 63.845 40.834 23.011

Esto es sólo un ejercicio porque asume que los deciles son de igual tamaño en población, pero de hecho son deciles de hogares no de personas. Y los hogares de menores ingresos tienden a ser un poco más altos, por lo cual el promedio de ingreso es probablemente menor que el puesto en los deciles menores. Y dado que el tamaño del hogar en Chile y en Uruguay no es el mismo eso también afecta un poco la comparación. Pero sirve como una primera aproximación.

Y nos muestra lo que ya indicábamos, y que un reportaje de Ciper había señalado con anterioridad: que siendo el crecimiento muy alto, eso no quiere decir que la mayoría de los chilenos tenga mayores ingresos que en otros países de América Latina. El 80% de la población tendría mayores ingresos en Uruguay, pero de hecho las diferencias no son tan sustanciales en el 90% de la población: Todo el crecimiento y el mayor per capita solo lleva al final a que el 10% de la población tenga mayores ingresos que Uruguay. Y no olvidemos que, de hecho, Uruguay ha crecido más que Chile desde el 2003 en adelante.