Nous n’allons pas enter dans une société des femmes; nous y sommes déjà. Le plus remarquable dans cette conversion nécessaire des hommes est qu’ils sont amenés à rompre avec leur habitude de penser par couples d’opposition, pour adopter la manière de penser des femmes par combinaison de termes apparemment opposés -ce qui conduit à des jugements plus ambivalents et donc plus flexibles
Alain Touraine. La fin des sociétés. 2013, Seuil, p 289
El texto de Touraine es su diagnóstico de las transformaciones de las sociedades actuales, todo dentro del marco de la desaparición de la ‘sociedad’ y la instauración de una era post-social. La categoría central es la de sujeto -quien busca su libertad autocreadora como derecho universal. En esta situación, Touraine encuentra el conflicto central (equivalente al obrero en la sociedad industrial) se manifiesta en relación al movimiento de mujeres (que distingue del feminismo, en tanto este último se refiere a la búsqueda de igualdad, mientras el primero se concentra en la cuestión de la libertad del sujeto).
Es en ese contexto que aparece la cita que usamos, y que no deja de resultar interesante. Por dos cosas fundamentales: (1) Que en el mismo libro y tesis que opera por un pensamiento dualista de oposición (social / post-social) se nos dice que lo adecuado no es pensar de esa forma. ¿No es esa una manera en la cual el propio texto se critica? (2) No deja de ser, finalmente, bastante ‘naturalizante’ esta forma de pensar -que el pensamiento masculino es dual y el femenino es por combinación. Uno podría decir lo mismo, y se ha dicho, en torno a la pareja Europa / resto del mundo o moderno / no moderno.
En ambos casos lo que tenemos es, en un texto que intenta dar una nueva mirada cuando está observando lo que es un movimiento nuevo, la potencia de las distinciones tradicionales; que siguen operando incluso en el momento en el cual son criticadas.