Uno demanda que se ha hecho algo más habitual en las últimas décadas es la idea de atacar viejos X-centricos (digamos, la centralidad de las pelucas de hombres blancos) en pos de una mejor representación de sujetos discriminados.
Ahora bien, lo que no hay que olvidar es que la dominación es un proceso con consecuencias operativas. En otras palabras, cuando la dominación opera sucede que quienes están fuera de las condiciones positivas no es que no se les reconozca sus aportes en tal y tal cosa, es que sencillamente no están en situación de realizar dichos aportes: Tienen menor educación, están más aislados, no se les permite realizar diversas actividades. Si en la historia oficial aparecen poco es, precisamente, porque los mecanismos de la dominación han operado. A esto se le puede sumar una dificultad en el reconocimiento, pero la poca presencia es lo que resulta de una operación que no requiere de ello. Si, para poner un ejemplo relativamente claro, hay pocas mujeres escritoras en el canon oficial, es porque para poder dedicarse a la escritura en los siglos donde la dominación era más fuerte y clara se requerían una serie de condiciones que, en general, las mujeres no tenían (es por ello que eran dominadas).
Si se quiere el problema del reconocimiento puede ser un mecanismo operativo para la situación actual -donde efectivamente las barreras de recursos objetivos son menores (siguiendo el ejemplo, puede haber tantas mujeres como hombres escritores). Pero eso no aplica a situación donde el ejercicio de la dominación era más claro y evidente.
A veces uno tiene la sospecha que los analistas sociales siempre olvidan que están observando procesos que tienen su propia realidad.