Es bastante sabido, y no estoy haciendo nada más que repetir un lugar común, que la ciencia es una empresa colectiva (desde el ‘sobre hombres de gigantes’) en adelante. Lo importante de recalcar aquí, y también es algo ya recalcado por Popper, es que el carácter colectivo implica que la ciencia no depende de las actitudes y prácticas del científico particular, sino de las instituciones de ese proyecto colectivo.
Recordé esas disquisiciones al leer una discusión que hace Mark Elvin en The Retreat of the Elephants (Yale University Press, 2004 -que es un muy buen estudio de la historia ambiental de China) sobre un texto de 1608 de Xie Zhaozhe como representante de un pensamiento proto-científico. Y ahí está la preocupación empírica, una concepción sobre experimentos o sobre covariaciones entre variables, en cierto sentido comparable a Bacon (y con el mismo carácter desordenado y misceláneo de sus preocupaciones). Al mismo tiempo está la observación de dragones, pero Newton creía en la alquimia al fin y al cabo. Y por cierto una cosa es que después de la investigación nos parezca claro que los dragones no existen y que la alquimia no sirve, pero al principio del estudio de la naturaleza de hecho esas cosas no son claras.
Entonces, no hay muchas diferencias en torno a la actitud o pensamiento como tal. La diferencia, lo que permitió el desarrollo de una ciencia de manera sistemática, fueron los temas institucionales.
Y ahora las citas:
The ‘fact’ was a complex European cultural invention that crystallized in the seventeenth century, It was not known in premodern China. By a ‘fact’ in this sense, I mean a publicly recorded and accessible statement about an observable aspect of the world, set in the context of a systematic evaluation of the evidence that yields an approximate probability of its being true, and subject to a contnuing public scrutiny and re-evaluation, with the results and the evidence being publicly recorded and accesible. China came quite close; what was mainly lacking was the continuity of public scrutiny and the circulation of the results. In other words, the feedback process (…)
Something less obvious but equally important was also almost missing. This was the program, a plan of collective systematic work. (…) Although there wewre intermittent collaboration and occasional comunications, the Chinese, in science, seem to have been loners in comparison with the Europeans. Xie, like Wang Chong and Shen Gua in earlier times, seems never to have proposed any systematic and cumulative way, for himself or others, of setting out to learn more of the truch abotu something scientific in the future’ (Elvin, Retreat of the Elephants, 388-389)
En resumen, la diferencia está en el proceso que enfatizó en Europa la comunicación entre científicos -de forma de establecer hechos públicos y de ir construyendo sobre la labor de otros. Y por lo tanto, solamente reforzamos el punto inicial: la ciencia es un proyecto colectivo, social.
(Lo cual de hecho nos debiera permitir superar la antinomia entre estudios ‘externos’ o ‘internos’ en relación a la sociología de la ciencia. El carácter social de la ciencia no es algo externo, es algo interno, casi consustancial, a la empresa).