Una elite que no comprende nada

Lo había mencionado hace un par de entradas, pero es importante volver a mencionarlo: Es preocupante la falta total de comprensión de la élite por sobre lo que está pasando en Chile.

Entre Tironi, que pasó por teorías bien peregrinas (los 15.000 doláres, comparando con el ’68) sobre el tema hasta llegar a ideas con algo de más sentido (La Estafa); Jocelyn-Holt que sacó la idea que una ‘dialéctica generacional’ (Infantilismos varios), ante una movilización que se ha caracterizado por unir varias generaciones (*); antes los continuos ataques contra la representación del movimiento porque sus líderes fueron elegidos con pocos votos (por ejemplo Carta Abierta para Camila), como si los voceros que movilizan a varias centenas de miles de personas tuvieran que dar explicaciones sobre representatividad; con un Roberto Méndez que reduce todo al tema económico, olvidando las repercusiones de ese tema (i.e sobre, precisamente, crisis de representatividad);; cuando se plantea que el fracaso del paro de la CUT evidenciaría que habría un problema con la educación pero no un malestar generalizado, olvidando lo central que es la educación para las familias chilenas ¿que es lo que se puede hacer?

Porque, claramente, la falta de comprensión del tema por parte de la elite (o al menos de quienes hablan) es manifiesta. Claro esta, algunas de las incomprensiones son, me imagino, voluntarias: Insistir en el tema de los votos es una manera débil de defender la representatividad de los parlamentarios (elegidos por más votos, al menos en general). O cuando Piñera plantea que no aceptara la estatización o Bulnes plantea que se amenaza a toda la educación subvencionada si se prohíbe lucrar si se reciben fondos públicos cuando ese no es el punto, es una forma de olvidar que una mera transformación en sociedad sin fines de lucro dejaría incólumes a esos colegios. Pero esas son tácticas de presentación en el debate público. Pero en realidad detrás de todo eso está un desconocimiento de la situación.

Y claro, al final, el problema es que una élite tan disociada en su vida cotidiana de la población, simplemente no puede entenderla. De nada sirve tener acceso a encuestas cuando uno está tan completamente ajeno a las personas.

(*) Por cierto, para la elite puede ser preocupante o tema que esa unión generacional la lideres jóvenes, pero para la población no ha sido tema. Y no ha sido tema precisamente porque no se ven ni intereses ni posturas disociadas

(**) Por cierto, también es cierto que el propio movimiento también tiene esos problemas de comprensión. Pero en última instancia, no son los que recuerdan, tanto como pueden, que dirigen el país.

(***) Y suficiente con entradas sobre la situación actual. Si bien es cierto que para todo sociólogo los instantes de crisis social son siempre de interés (y además de su interés como ciudadano al fin y al cabo), tampoco vale ser monotemático.

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