A veces, me imagino que también le pasa a otros, descubro un blog y me dedico a leerlo por completo. Y por lo tanto, me surgen algunas ideas a propósito de posts muy antiguos. Esta vez, en Crooked Timber a propósito del consecuencialismo (la idea que el valor moral de una acción depende de sus consecuencias), se hace notar en un post sobre Consequentialism, compassion and confidence respondiendo a la crítica en que el consecuencialismo siempre termina sacrificando la vida de otros en función de un bien futuro
As regards willingness to sacrifice individual lives for valuable goals, I think this is an unfair criticism of consequentialists. Look at any of the standard anti-consequentialist philosophical examples – trolley car, organ bank, survival lottery, violinist and so on. It’s always the hard-nosed consequentialist who is supposed to want to save as many lives as possible, and the noble anti-consequentialist who proposes to sacrifice individual lives for “valuable goals” such as clean hands, natural rights and bodily integrity.
El autor después procede a preguntarse que esto tiene relación con el tema de la seguridad en las predicciones, y que un consecuencialista que no tenga mucha confianza en sus propias predicciones bien podría terminar usando una aproximación más bien de reglas.
Pero el punto que me interesaba destacar es mucho más sencillo: Que el consecuencialismo es una mala teoría de acuerdo a sus propios criterios. Si el valor de una idea depende de sus consecuencias, entonces bien podemos decir que entre las ideas han tenido funestas consecuencias (contadas en millones de muertos) se encuentra el consecuencialismo. Por razones estrictamente consecuencialistas, habría que abandonar esa teoría