En principio debiera escribir sobre cosas interesantes y sociológicas, pero en fin, trabajo y esas cosas; así que por ahora, haremos algo que sí vale la pena.
Un link al Cuarteto Jerusalem tocando el último movimiento (Fuga a dos sujetos) del Op 20 No 4 de Haydn.
Uno pudiera hablar y decir leseras, pero lo mejor es dejar a la música hablar.
Uno no se resiste. Y pienso,”lo humano es divino, lo divino es humano” y así…como pregunta y como sentencia.
Cualquier comentario a la constitución social de los humanos se reduce al infinito cuando aparece algo como esto, donde lo social se reduce (podríamos usar cualquier otro concepto), a su vez, a la complejidad de la belleza.
Y ahí, más allá de preguntarse todo el tiempo por lo extraño de lo musical, uno debe, por responsabilidad con uno mismo, escuchar.