¿Qué queremos decir cuando planteamos que en la sociedad (o en la cultura) X tiene una determinada creencia o valor?
Obviamente, no puede ser que queramos decir que todas las personas que son parte de esa sociedad (o esa cultura) mantienen esa creencia o valor, porque -en realidad- prácticamente ninguna creencia tiene ese nivel de acuerdo. Sería, a lo más, una definición inútil. Entonces, ¿sería una creencia que la mayoría de la sociedad mantiene? Pero, entonces, ¿de qué nivel tiene que ser esa mayoría? ¿Abrumadora? ¿50% + 1?
De lo anterior, uno puede sacar dos consecuencias. La primera es que la idea que una sociedad o cultura tiene (o no) una determinada creencia o característica no debiera ser tomada como un asunto de sí / no, sino más bien de niveles y grados.
Pero en realidad ese camino no es muy interesante. Lo que parece más adecuado, y creo se adecúa más a lo que queremos decir cuando planteamos que en una sociedad existe tal creencia, es que el hecho que una sociedad tenga tal creencia no es una atributo sobre las creencias individuales al respecto.
Siguiendo esa idea, decir que una cultura o sociedad tiene tal creencia es que en esa sociedad se tiene la expectativa que dicha creencia es la norma, independiente de lo que las personas opinen sobre ella. Digamos, nadie sabe muy bien cuantos están de acuerdo con una creencia como el ‘robar es malo’, pero lo que sí todos saben es que esa es la norma de la sociedad (incluso quien la quiebra o quien no cree en ella sabe que esa es la norma existente)
En otras palabras, decir que en tal sociedad se da la creencia X no se refiere a las creencias sobre X, sino a la expectativa que se da que la sociedad cree X. En otras palabras, el referente de la creencia es la sociedad no los individuos. O para decirlo de otra forma, decir que la sociedad tiene la creencia X es establecer que los individuos de esa sociedad estiman que en ella lo ‘correcto’ es X (*)
El hecho que más que las creencias individuales directas sino más bien lo que se estima ocurre en la sociedad es lo relevante ocurre en otros casos también. Si mal no me acuerdo (tendría que chequear), hay varios estudios que muestran que para la mantención de una norma más relevante que lo que las personas opinan de la norma (y de hecho, para la mantención de la noram de castigar el quiebre de esa norma) es la expectativa que esa norma se mantiene (y la mantención de la norma de castigar a quien no castiga el quiebre de la norma). Son las expectativas de segundo orden -las expectativas propiamente sociales, las hechas sobre la sociedad- las que son relevantes.
Pero, claro está, que otra cosa cabría esperar de un sociólogo que mantener que lo relevante no es lo que sucede al nivel individual, sino al propiamente social.